El reciente paro de los pilotos de Aerolíneas Argentinas vuelve a poner sobre el tapete la relación entre la empresa y este gremio en particular, aunque bien puede ser extensivo al resto de los sindicatos que conforman el plantel laboral de la compañía estatal.

Sin entrar a analizar la justicia o no de los reclamos de parte de los trabajadores, está claro que, en particular con los pilotos, Aerolíneas mantiene una relación más que tirante y siempre al borde del conflicto.

A partir de allí, cualquier situación es válida para el gremio para desatar una medida de fuerza que, inalterablemente, colisiona con la posición férrea del Gobierno en no ceder a los reclamos y dejar que los pilotos, en este caso, enfrenten la ira de los usuarios afectados por las medidas, como sucedió en este último paro.

El reciente conflicto por el cambio del Código Aeronáutico podría impactar de lleno en las cercanas vacaciones de invierno.

La expulsión de Pablo Biró, titular desde hace muchos años de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) del Directorio de Aerolíneas, es el reflejo más acabado del conflicto.

Desde el Gobierno están empeñados en no permitir que Biró ostente un cargo en la empresa estatal, cuando es la cabeza de medidas que consideran “intempestivas, carentes de fundamentos y con neto corte político”.

A esto se suman las recientes modificaciones al Código Aeronáutico que, entre otras medidas, recorta beneficios con los que contaban los pilotos de Aerolíneas Argentinas, particularmente.

El gobierno argumentó que la reforma busca modernizar la normativa, alinearla con las tendencias internacionales y facilitar las inversiones en el sector; no obstante, la modificación del régimen laboral genera debate, especialmente por la reducción de descanso y la posibilidad de que las tripulaciones se encuentren más tiempo en servicio.

La reciente reforma del Código Aeronáutico en Argentina, a través del Decreto 378/2025, modificó los límites de servicio y descanso para las tripulaciones aéreas, pero, además, flexibiliza el cálculo del tiempo de servicio, permite la utilización de tripulaciones extranjeras en vuelos domésticos y reduce los requisitos para la implementación de sistemas de gestión de riesgo de fatiga.

Se puede decir que fue un golpe duro para los afiliados a APLA, lo que provocó la inmediata reacción de los dirigidos por Biró, implementando sorpresivamente un paro que le hizo perder a Aerolíneas, más de un millón de dólares.

Por ejemplo, sintetizando algunos detalles de la reforma, podemos enunciar que a partir de ahora se considera como tiempo de servicio el período en el que el personal está bajo las órdenes de la empresa dentro del aeropuerto, no desde el momento en que sale de su casa para ir a trabajar.

Recordemos que, hasta esta modificación, los pilotos iniciaban su jornada laboral en el momento en que eran pasados a buscar por su domicilio con un remis a cargo de la empresa. También se redujo la cantidad de descanso obligatorio entre turnos y se modificó el régimen de vacaciones.

APLA, Pilotos, Conflicto salarial, Aerolíneas Argentinas
El gobierno modificó el Código Aeronáutico, con cambios en tiempo de servicio y descanso.

Además, y tal vez esto sea uno de los puntos cruciales, se permite desde ahora que las empresas utilicen tripulaciones extranjeras en vuelos domésticos, lo que facilita las operaciones y reduce costos.

El gobierno argumentó que la reforma busca modernizar la normativa, alinearla con las tendencias internacionales y facilitar las inversiones en el sector, no obstante, la modificación del régimen laboral genera debate, especialmente por la reducción de descanso y la posibilidad de que las tripulaciones se encuentren más tiempo en servicio.

La reforma puede generar mayor carga de trabajo y menor tiempo de descanso para las tripulaciones, lo que podría impactar en su bienestar y en la seguridad operacional, pero se espera que las empresas implementen medidas para gestionar la fatiga y garantizar la seguridad de los tripulantes.

Los cambios al Código Aeronáutico y el conflicto con los pilotos de Aerolíneas Argentinas

Hubo más cambios en el Código Aeronáutico, como la eliminación del requisito de nacionalidad argentina para cargos directivos en sociedades de transporte aéreo, la posibilidad de operar rutas sin aprobación previa del Ejecutivo, y la autorización general para vuelos nacionales por períodos de hasta 15 años, con prórroga automática.

También, la habilitación de matriculación de aeronaves mediante contratos privados que transfieran su explotación, aún si el dominio no ha sido plenamente adquirido y el uso de aeronaves extranjeras, siempre que existan acuerdos de reciprocidad y vigilancia conjunta con el país de origen.

Sin embargo, la cuestión medular del conflicto entre los pilotos y la aerolínea estatal, está centrada en la quita de privilegios, la intransigencia a la hora de modificar los acuerdos paritarios ya establecidos y la firmeza en cuanto a que Pablo Biró no pueda integrar el Directorio de la compañía, pese a haber sido designado por sus pares para tal efecto.

La medida de fuerza implementada por los pilotos el pasado martes, generó la cancelación y reprogramación de vuelos e impactó a miles de pasajeros y la disputa entre el gremio y la aerolínea estatal escaló a un cruce de acusaciones sobre los motivos detrás de la huelga.

Aerolíneas debió cancelar 22 vuelos y reprogramar otros 28 que estaban previstos en la franja horaria del paro, que se extendió desde las 18 del martes a las 2 de la madrugada del miércoles, afectando a más de 6000 pasajeros en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque.

Aerolíneas Argentinas, Vuelos, CATT, Asambleas, Transporte Aéreo
El gremio reclama por falta de actualización salarial y el bloque a Biró en el directorio de Aerolíneas.

Según un comunicado difundido por APLA, el gremio justificó la medida de fuerza por “incumplimientos convencionales perpetrados por la empresa” y entre los principales reclamos, se destacaron, el retraso en la pauta salarial y la ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía”.

APLA describe un “contexto extremadamente crítico en la industria aerocomercial en Argentina, en el que las decisiones tomadas con liviandad no contemplan el impacto negativo de sus consecuencias”.

Los pilotos reclaman, además, por la falta de un plan de desarrollo profesional que les permita crecer dentro de la compañía, por la modificación unilateral de procesos y las recurrentes fallas técnicas en los aviones que se sostienen en el tiempo, producto de la falta de inversión.

Sin embargo, desde Aerolíneas Argentinas rechazaron los argumentos exhibidos para justificar la medida de fuerza y calificaron al paro como “político”.

En ese sentido, explicaron en un comunicado, que la medida careció de fundamentos laborales a 20 días de haberse firmado el acuerdo paritario y que respondió a los intereses políticos de la conducción gremial de APLA, y no a los de sus representados.

La aerolínea también sostuvo que “mientras Aerolíneas hace todo lo posible por no perjudicar a sus pasajeros, Pablo Biró los utiliza como rehenes” y recalcaron que esto se produce justo cuando la empresa está dando por primera vez superávit y que los pilotos, «en lugar de sumarse a esta gestión de hacer más competitiva y sustentable a la aerolínea, hacen lo posible por perjudicarla, en contraposición a lo que sucedía cuando el Estado nacional debía erogar más de 400 millones de dólares para poderla mantener en funcionamiento».

Comentarios

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)