Las tres compañías acordaron con la estatal del país vecino, Ancap, e invertirán $200 millones de dólares en cuatro años. La petrolera de bandera argentina fue habilitada para comenzar las tareas en el área OFF-5.
La exploración marina de petróleo y gas avanza en la región e YPF apunta a una oportunidad que surge con el gas y petróleo offshore de Uruguay. Esta semana, la petrolera pública del país vecino, Ancap, firmó nuevos contratos para comenzar las tareas de exploración de crudo en varios bloques del mar territorial y la firma argentina se hizo con una de las áreas.
Las concesiones en cuestión, se enmarcan en la Ronda Uruguay Abierta de 2019, a través de las cuales se estableció a CEG, Shell, APA Corporation e YPF como las adjudicadas de cuatro sitios con mucho potencial.
Las compañías invertirán más de 200 millones de dólares en trabajos exploratorios en unos 35.000 km2 frente a las costas uruguayas que tomará cerca de cuatro años.
La fase inicial de la exploración incluirá el licenciamiento y reprocesamiento de información sísmica existente.
Los convenios firmados entre Ancap y el conglomerado de empresas puntualizan que son estas últimas las que asumen todos los riesgos, gastos y responsabilidades asociados a la actividad y sólo serán reembolsados en caso de que exista producción comercial.
Según dieron a conocer medios del país vecino, APA tendrá el área OFF-6, YPF el área OFF-5, y Shell las áreas OFF-2 y OFF-7. «Se está entrando en una etapa nueva de la exploración de hidrocarburos en Uruguay, en la que por primera vez todo el mar territorial se encuentra bajo exploración petrolera», dijo Alejandro Stipanicic, presidente de ANCAP.
Según los convenios entre las compañías, la fase inicial de la exploración incluirá el licenciamiento y reprocesamiento de información sísmica existente, además de la evaluación y modelado geológico y de recursos prospectivos.
El Ejecutivo de la nación vecina espera recibir ingresos a partir de la confirmación de la existencia de hidrocarburos y mediante su participación en Ancap, además de obtener réditos vía el Impuesto a la Renta del emprendimiento y con las ganancias ofrecidas cuando presentó las ofertas adjudicadas.
Según publicó la agencia AFP, durante una conferencia de prensa, el titular de la firma uruguaya destacó que “este éxito se produce gracias al prestigio y reputación del país por su estabilidad democrática, económica y jurídica, así como su incuestionable respeto a los contratos y compromisos asumidos”.
Para Stipanicic, se trata de “un hecho histórico” para Uruguay, ya que es la primera vez que “todas las áreas del offshore contarán con contratos vigentes”.
Expectativas en el área y controles ambientales
El interés que surgió en el entorno petrolero por estos bloques ubicados en el mar uruguayo, surgen debido a una serie de descubrimientos de cauntiosas reservas de hidrocarburos realizados en Namibia el año pasado
Debido a las condiciones geológicas similares en ambos continentes, ya que estuvieron unidos hace millones de años, se estima que es altamente probable que haya recursos de la misma envergadura en la región sudamericana.
Sin embargo, el gobierno uruguayo advierte que esto “no quiere decir” que se descubrirá petróleo. “Es un proceso largo”, afirmó el representante de Ancap.
YPF y la exploración offshore en Argentina
La zona a explorar, además, es al norte de la Cuenca Atlántica Norte donde la Argentina se prepara para que Equinor de inicio en pocos meses más a la perforación del Pozo Argerich a 300 kilómetros de las costas de Mar del Plata. E
En esa zona los estudios preliminares realizados por YPF consideran que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200.000 barriles de petróleo día, casi 40% del petróleo que hoy produce Argentina, equivalentes a unos 7.000 millones de dólares.
Ahora, comenzará el desafío de llevar adelante la campaña extremando los cuidados ambientales ya que Uruguay tiene legislaciones estrictas al respecto. Las normativas exigen que las compañías cuenten con autorizaciones específicas y operativas. Con los contratos vigentes, las firmas podrán solicitar prórrogas de dos a cuatro años, dependiendo de la capacidad de cada una para cumplir con sus obligaciones.
