El potencial de la producción de hidrocarburos en la Argentina tiene con Vaca Muerta una bendición natural inédita, pero su aprovechamiento requiere de un largo trabajo por parte de la industria que le sume al recurso la eficiencia en su extracción, tratamiento y distribución en todos los mercados globales posibles para consolidar de país petrolero.
El desafío de la eficiencia es común y largamente conocido por todas las compañías que trabajan en el convencional, ya sea como operadoras o de las empresas de servicios. Pero en particular YPF hace público como líder histórico de la formación el camino que lleva adelante para que cada dólar invertido tenga un mejor resultado final en la reducción de costos y el incremento de productividad.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, abordó el tema luego de su participación en el CeraWeek de Houston, Estados Unidos, el mayor encuentro global de la industria petrolera, en donde ejecutivos de empresas con intereses en Vaca Muerta se refirieron al costo argentino en comparación con lo que viven en el Permian, la cuna del shale.
En la carrera de la industria petrolera, la competitividad es clave para posicionar en los próximos años el petróleo y el gas argentino en el segmento exportador, donde cada dólar de diferencia puede significar ganar y sostener un mercado.
Para Marin, “un mismo pozo de petróleo puesto en producción hoy en Vaca Muerta tiene un costo 35% superior que en los Estados Unidos” a pesar de la mayor productividad de la roca neuquina, una ventaja inmensa que la industria tiene que trabajar para poder competir en los mercados de exportación, en los que Estados Unidos tiene un rol determinante, en particular mirando el anhelo local del Gas Natural Licuado.
Pero el problema central para el presidente de YPF no es el costo laboral ni los convenios que defienden los fuertes gremios petroleros en la Argentina. “Los salarios en Argentina no son más altos que en Estados Unidos, ese no es el problema sino que los costos unitarios que tenemos en herramientas de las compañías de servicios de alta tecnología y materiales están totalmente fuera de rango” de lo que hay en otros mercados productores.
“Nosotros decidimos patear el tablero, y le dijimos a todas las compañías de servicios que tienen que ponerse a la altura de las circunstancias”, afirmó el directivo en referencia a las discusiones que lleva con las proveedoras de servicios especiales para que adecúen sus costos a una nueva realidad local.
En ese mismo sentido, advirtió: “Se tienen que poner todos a la altura de las circunstancias y cobrar lo que se merece y lo que es justo. Y no hablo de regulación de precios. Estoy hablando de lo que es justo, porque sino nos vamos a encargar de traer competencia y lograr que en Vaca Muerta se puedan producir los pozos a los costos que corresponden”.
“Decidimos patear el tablero, y le dijimos a todas las compañías de servicios que tienen que ponerse a la altura de las circunstancias”, afirmó Marin en referencia a las discusiones que lleva con las proveedoras de servicios especiales para que adecúen sus costos a una nueva realidad local
En esa carrera, la competitividad será la clave para poder posicionar en los próximos años el petróleo y el gas argentino en el segmento exportador, donde cada dólar de diferencia puede significar ganar y sostener un mercado. Pero además de los costos, Marín se refirió al trabajo en otros componentes clave, como la productividad que se desprende de la operatoria en sí misma de los pozos.
Arena y otros insumos estratégicos, los desafíos del futuro en YPF
Uno de los temas que preocupa a la industria en estos momentos es el suministro de calidad de un insumo clave para el fracking, la técnica central del shale, y para lo cual la petrolera impulsó la conformación de un consorcio para resolver el abastecimiento de un recurso natural que tenga la resistencia y dimensión apropiada para la estimulación de la roca.
Todo indica que los pozos podrán combinar -según cada etapa de construcción- una arena gruesa de cercanía con otra más fina y de mejor calidad que se puede obtener en Entre Ríos, pero la proyección de demanda de 8 millones de toneladas diarias para la actividad de todas las empresas en la formación requiere también resolver de manera prioritaria la logística.
“No se puede desarrollar Vaca Muerta con los cuellos de botella de infraestructura y lo tenemos que hacer desde las empresas”, dijo Marin al explicar los compromisos que la petrolera está asumiendo con la provincia de Neuquén en la ejecución de obras como la construcción de rutas y caminos, incluida en la negociación de adjudicación de derechos en las áreas no convencionales.
La eficiencia también se está trabajando en la aplicación de nuevas formas de trabajo, según explicaron desde la empresa a Dinamicarg, y en ese aspecto YPF logró un avance esencial con la centralización de sus operaciones no convencionales en el Real Time Intelligence Center montado en la torre corporativa de Puerto Madero. Allí se miden 35 millones de datos por día provenientes de todos los pozos en Vaca Muerta y de la infraestructura asociada.
Para Marin, “un mismo pozo de petróleo puesto en producción hoy en Vaca Muerta tiene un costo 35% superior en los Estados Unidos” a pesar de la mayor productividad de la roca neuquina, una ventaja inmensa que la industria tiene que trabajar para poder competir en los mercados de exportación
La profundización de esa tarea apoyada en la digitalización y en la utilización de la Inteligencia Artificial deberá contribuir a reducir de un 15 a un 20 por ciento los costos y los tiempos de perforación y fractura.
“Pero perforar rápido y fracturar rápido no es suficiente, hay que tener el ciclo de pozo bajo”, es decir reducir los tiempos muertos y mejorar los procesos para que de los 215 días actuales poder llegar a 100 mediante programas de optimización con los proveedores.
Todas estas discusiones serán centrales en un proceso que ya este 2025 permitirá superar el récord de 850.000 barriles de crudo alcanzados en 1998, pero que en los próximos cinco años deberá conducir a duplicar la actividad en Vaca Muerta para alcanzar de 1 millón a 1,5 millones de barriles de petróleo y llegar a los 200 millones de metros cúbicos de gas.
