La petrolera estatal registró un EBITDA de 1.357 millones de dólares en el tercer trimestre de 2025, sostenido por el crecimiento de la producción no convencional y una reducción del 30% en los costos de extracción.
Durante el tercer trimestre del año, YPF registró un incremento del 21% en su EBITDA, que alcanzó los 1.357 millones de dólares, impulsado por la expansión de la producción de shale oil en Vaca Muerta y una marcada reducción de los costos operativos.
Según los datos difundidos por la compañía, la disminución del 30% en los costos de extracción y la consolidación del desarrollo no convencional fueron factores determinantes para la mejora de sus resultados. La estatal cerró así un período de fuerte crecimiento en su rentabilidad antes de impuestos, intereses y amortizaciones.
La compañía precisó que el shale oil ya constituye el 70% de su producción total de crudo.
El desempeño positivo se enmarca en la continuidad del Plan 4×4, la hoja de ruta estratégica de YPF orientada a potenciar el desarrollo del shale y optimizar su estructura de costos.
Esta estrategia, que abarca la producción, transporte y refinación, permitió mejorar la eficiencia de las operaciones y consolidar la expansión de la compañía dentro del complejo energético nacional.
La empresa destacó que los resultados financieros y operativos mantienen una tendencia ascendente gracias a la combinación de tecnología, productividad y control de gastos. En términos productivos, YPF alcanzó los 170.000 barriles diarios, lo que representa un aumento interanual del 43%.
La cifra cobra mayor relevancia si se considera la venta del 49% de su participación en el bloque Aguada del Chañar, operación que no afectó el crecimiento general.
La empresa informó que en octubre la producción continuó incrementándose hasta llegar a los 190.000 barriles por día, lo que permitió alcanzar de forma anticipada los objetivos que habían sido proyectados para fin de año.
La compañía precisó que el shale oil ya constituye el 70% de su producción total de crudo, desplazando progresivamente la participación de los campos convencionales.
“Esta estrategia, que combina el incremento de la producción shale y la salida de los campos maduros, permitió mejorar los costos y el Ebitda en aproximadamente 1.300 millones de dólares anuales respecto de hace dos años”, señaló YPF en un comunicado.
Logros operativos de YPF
Durante el trimestre, la empresa logró hitos relevantes dentro de su programa de desarrollos no convencionales. Entre ellos, se destacó la perforación del pozo más largo realizado hasta el momento en Vaca Muerta, con una longitud de 8.200 metros.
Además, a comienzos de octubre, completó otro pozo de casi 6.000 metros en apenas once días, lo que marca una mejora en la velocidad de ejecución y evidencia el impacto de la automatización y la estandarización de procesos.

Las inversiones totales del trimestre ascendieron a 1.017 millones de dólares, de los cuales el 70% se destinó a proyectos asociados al shale. Este nivel de desembolso refuerza el compromiso de YPF con el desarrollo no convencional, que hoy constituye el eje central de su crecimiento.
Según la compañía, la mayor participación de este tipo de recursos contribuyó de manera directa a la reducción de costos y a sostener la expansión de la producción, fortaleciendo la sustentabilidad del negocio.
La actividad de refinación también mostró avances significativos. Las ventas de combustibles crecieron un 3% respecto del trimestre anterior, mientras que las plantas alcanzaron el mayor nivel de procesamiento en los últimos quince años. Este desempeño permitió consolidar la integración entre el upstream y el negocio de refinación y comercialización, un aspecto clave dentro de la estrategia corporativa de maximizar el valor agregado dentro de la cadena energética.
En paralelo, YPF destacó los progresos en materia de infraestructura energética vinculada a la expansión de Vaca Muerta. En el trimestre se inauguró un nuevo oleoducto de derivación hacia la Refinería Bahía Blanca, una obra estratégica que amplía las alternativas logísticas y exportadoras de la cuenca neuquina.
El ducto, de 14 pulgadas de diámetro y 11 kilómetros de extensión, demandó más de 30 millones de dólares de inversión y conecta el sistema troncal Allen–Puerto Rosales de Oldelval con la refinería operada por Trafigura.

