Después de que lo hicieran Shell y Axion, la petrolera de bandera subió los valores por tercera vez en el año: aplicó un 3,8%. Tras el incremento, deberán volver a negociar con el Gobierno los próximos ajustes.
Un día después de los aumentos de las compañías Shell y Axion, YPF aplicó desde este jueves un aumento del 3,8%. El ajuste se debe a la variación en el tipo de cambio, a los mayores costos logísticos y de operación, y al aumento en los insumos como biocombustibles.
De esta manera, el litro de nafta súper en las estaciones de YPF se acerca a los $170 en la Ciudad de Buenos Aires y el nuevo precio impactará en toda la economía. Este incremento se enmarca en el Programa Precios Justos, donde estaba pautado la segmentación de las subas para disminuir el golpe inflacionario.
En la Ciudad de Buenos Aires, los precios de los puntos de carga de YPF quedaron de la siguiente manera: Nafta súper: $169,30; Nafta premium: $217; Gasoil común: $181,89; Gasoil premium: $259,90.
En cuanto al resto del país, existen brechas entre los surtidores de distintos lugares, por lo que se manejan distintos precios. De todos modos, el porcentaje de suba es similar en todos los casos, debido a que fue un valor acordado previamente con el Estado nacional.
El acuerdo tenía un plazo de cuatro meses y venció tras este incremento, por lo que las empresas y el oficialismo deben volver a reunirse.
La iniciativa del Gobierno estableció que los aumentos que se den a partir de enero de este año se aplicarán desde el 15 de cada mes, con un tope previamente fijado. El anuncio de la suba tuvo lugar luego de que se difundieran los datos de la inflación de febrero.
El acuerdo tiene un plazo de cuatro meses y venció tras este incremento, por lo que las empresas y el oficialismo deben volver a reunirse. Según lo firmado por la Secretaría de Comercio, en diciembre, enero y febrero el aumento no pasó del 4% mientras que en marzo no podía superar el 3,8%.
Al momento de firmar, el programa Precios Justos fue considerado como un convenio positivo por parte de las empresas que pusieron la rúbrica, en las que se incluyen YPF, Panamerican Energy, Raizen y Trafigura. Ya que, entre otras cuestiones, les permitió contar con una previsibilidad en el mercado y en algún punto diluyó la inflación.
Además, el acuerdo contempló el acceso a divisas para las empresas, sobre todo para el abastecimiento de lubricantes. Además, acordó reducir temporalmente impuestos en la importación de combustibles a los efectos de garantizar abastecimiento para los sectores del agro.
Sin embargo, tras la escalada inflacionaria, desde el sector privado consideran fundamental una actualización un tanto más alta de cara a este 2023, para que estén a la par de las subas del tipo de cambio, de las materias primas y los costos logísticos. Para el gobierno en tanto, este modelo de actualización intenta absorber los aumentos en el sector, mitigando el impacto en los surtidores.
Tal como en los dos primeros meses del año, la suba la encabezó Shell, a la que le siguió Axión y, un día mas tarde, la petrolera estatal. La secretaría de Energía tendrá que reunirse con las autoridades de las firmas para acordar los valores para lo que resta del año.
