La empresa busca producir combustibles de máxima calidad, que ayuden a prolongar la vida útil de los motores. También lleva a cabo un plan de modernización del Complejo Industrial Luján de Cuyo.
YPF culminó con éxito un ambicioso proyecto de modernización en su Refinería de Ensenada, situada en el Complejo Industrial Ingeniero Enrique Mosconi, con el propósito de adecuar sus instalaciones a las Nuevas Especificaciones de Combustibles (NEC).
Esta actualización permite a la empresa aumentar su capacidad de producción y mejorar la calidad de sus productos, al reducir de manera significativa el contenido de azufre en los combustibles y disminuir las emisiones contaminantes generadas por los motores.
El proyecto de modernización incluyó tres importantes desarrollos, todos llevados a cabo por AESA, desde la ingeniería de detalle hasta la puesta en marcha.
Con esta modernización de la Refinería de Ensenada, una de las principales de América Latina, YPF se posiciona a la vanguardia en la producción de combustibles de alta calidad, cumpliendo con los más estrictos estándares internacionales.
Entre ellos, se destacan el revamping de la unidad de Naftas HTN FCC, la expansión de la capacidad del magnaforming y la construcción de una nueva planta de Hidrotratamiento de Naftas, conocida como HTNC «B».
Esta última es fundamental en el proceso, ya que reduce la cantidad de azufre en los combustibles, favoreciendo la producción de derivados más limpios y respetuosos con el medio ambiente.
Asimismo, la planta de magnaforming produce hidrógeno, un insumo esencial para el hidrotratamiento.
Con esta modernización de la Refinería de Ensenada, la más grande de Argentina y una de las principales de América Latina, YPF se posiciona a la vanguardia en la producción de combustibles de alta calidad, cumpliendo con los más estrictos estándares internacionales.
En un contexto global donde la demanda de combustibles más limpios y eficientes crece constantemente, YPF se adelanta al adaptar sus procesos a las nuevas normativas ambientales, reafirmando su liderazgo en la industria energética de la región.
La ampliación de capacidad y la mejora en la calidad de los combustibles no solo fortalecen su posición en el mercado interno, sino que también abren nuevas oportunidades para la exportación de productos de alto valor agregado.
Obras de YPF en Luján de Cuyo
La petroloera de mayoría estatal también lleva a cabo un plan de modernización del Complejo Industrial Luján de Cuyo con el objetivo de producir combustibles con menor contenido de azufre y así mitigar la huella de carbono.
De acuerdo a estimaciones de la compañía, las mejoras en la Refinería de Luján de Cuyo están completadas en un 60%.
Por eso, a fines de julio se anunció la instalación de módulos de proceso que formarán parte de las nuevas plantas. Se trata de equipos de entre 24 y 30 metros de largo, 7,5 metros de ancho y 5 metros de alto que requirieron una operación logística de 10 días para ser movilizados.
Las enormes estructuras metálicas fueron construidas por AESA y arribaron provenientes de Canning, Buenos Aires.
Están compuestas de tuberías de diversos diámetros y materiales, válvulas y accesorios de piping como así también bandejas para tendido de cables de electricidad e instrumentos.
Su incorporación al complejo también se enmarca en el proyecto de Nuevas Especificaciones de Combustibles (NEC).
Esta iniciativa representa una inversión que supera los 600 millones de dólares, lo que constituye una de los mayores desarrollos de la firma en los últimos 40 años.
Además, involucra mano de obra directa para aproximadamente 500 personas y un importante desarrollo de pymes locales. Según el cronograma ideal de YPF, se espera que la obra esté finalizada antes de mediados de 2025.
Una vez optimizada, la refinería podrá incrementar la capacidad de producción y abastecimiento de Infinia Diesel en todo el país. Además, pasará de 50 partes por millón (ppm) de azufre en el proceso de gasoil a 10 ppm de azufre.
De ese modo, se espera un impacto ambiental positivo en las operaciones al disminuir las emisiones de CO2 en la combustión de vehículos. La iniciativa contempla la instalación de nuevas unidades (HDSII, H2II y SE33), modificación de unidades existentes (HDSI y OSBL) y adecuación de los servicios para abastecer dichas unidades.