En un 2024 marcado por el salto de producción en el shale neuquino con Loma Campana a la cabeza, ocho campos ubicados fuera de la formación se sostuvieron como actores clave en la matriz hidrocarburífera argentina.
El 2024 marcó un hito en la producción hidrocarburífera argentina, consolidando a Vaca Muerta como el principal motor del sector. Con un total de 716.000 barriles diarios de petróleo, la producción nacional aumentó un 10% respecto a 2023 y un 20% en comparación con 2022.
El shale oil, impulsado por la explotación en la cuenca neuquina, representó el 54% del total extraído, marcando un incremento del 7% en relación con el año anterior. Sin embargo, en medio de este auge del shale, algunos bloques convencionales continúan siendo actores relevantes dentro de la matriz petrolera del país.
Uno de los grandes campos maduros es Manantiales Berh, que registró una producción de 23.783 barriles diarios
Según datos de la consultora Economía & Energía, la producción de shale oil se incrementó un 27% en comparación con 2023. Seis áreas concentraron el 72% de esta producción, totalizando 280.000 barriles diarios. Entre ellas, se destacan Loma Campana, La Amarga Chica, Bandurria Sur, Bajada del Palo, La Calera y Cruz de Lorena.
Por otro lado, la producción convencional experimentó una caída del 5,5% en el mismo período, reflejando el declino natural de los yacimientos maduros y la menor inversión en estas operaciones.
El top ten, con dos bloques de Vaca Muerta y ocho convencionales
Entre los campos más productivos del país, el primer puesto lo ocupa Loma Campana, operado por YPF, con una producción de 82.348 barriles diarios, lo que equivale al 11,77% del total nacional. Se trata del bloque que inició la explotación en Vaca Muerta y que continúa marcando la tendencia dentro del segmento no convencional.
En segundo lugar, se encuentra Cerro Dragón, en la Cuenca del Golfo San Jorge, operado por Pan American Energy (PAE), con 67.574 barriles diarios, lo que lo posiciona como el campo convencional más importante del país; mientras que el podio lo cierra La Amarga Chica, otro bloque shale de YPF, con 65.097 barriles diarios.
La transformación del sector continúa reflejándose en los cambios de posiciones dentro del ranking. Bajada del Palo Oeste, operado por Vista Energy, ascendió al cuarto lugar con 49.386 barriles diarios, desplazando a Bandurria Sur, que con 47.211 barriles diarios pasó al quinto puesto. Ambos forman parte del segmento no convencional.
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El otro gran campo maduro es Manantiales Berh, también ubicado en la Cuenca del Golfo San Jorge, que registró una producción de 23.783 barriles diarios. Este yacimiento se destaca por la implementación de tecnologías de recuperación terciaria, con el uso de inyección de polímeros para maximizar la extracción de crudo, lo que le ha permitido sostener niveles de producción competitivos frente al shale.
Shell también figura en el ranking con su bloque Cruz de Lorena, que ocupa el séptimo lugar con una producción de 14.695 barriles diarios. En el octavo puesto aparece La Calera, operado por Pluspetrol, que escaló 14 posiciones respecto a 2023 y alcanzó una producción de 14.221 barriles diarios. Ambos pertenecen al segmento no convencional, reafirmando el liderazgo de Vaca Muerta en el crecimiento del sector petrolero.
El noveno y décimo puesto del ranking lo ocupan Lindero Atravesado, de Pan American Energy, con 11.940 barriles diarios, y Chachahuen Sur, de YPF, con 11.407 barriles diarios. Estas áreas también están dentro del segmento convencional y continúan aportando a la matriz de producción nacional a pesar de la tendencia decreciente de este tipo de explotación.
El panorama del sector hidrocarburífero argentino en 2024 confirma el protagonismo del shale oil en el aumento de la producción, con Vaca Muerta consolidándose como el motor del crecimiento. Sin embargo, los yacimientos convencionales más eficientes, como Cerro Dragón y Manantiales Berh, siguen demostrando que, con tecnologías avanzadas y estrategias de optimización, pueden mantenerse competitivos frente al avance del no convencional.