Se trata de un mecanismo de subsidios para reducir riesgos operativos y económicos en un servicio aéreo que hoy no existe. La iniciativa combina objetivos de conectividad, estrategia política y fortalecimiento de vínculos económicos y sociales.
El establecimiento de vuelos directos entre Tel Aviv y Buenos Aires volvió a ganar centralidad en la agenda bilateral. El gobierno de Israel evalúa la implementación de un esquema de subsidios destinado a aerolíneas que decidan operar esta conexión aérea, con el objetivo de mejorar la conectividad entre Medio Oriente y Sudamérica.
Según información difundida por medios israelíes y citada por la agencia AJN, el Ministerio de Finanzas de Israel proyecta asignar un fondo de 20 millones de shekels —equivalente a unos USD 6,2 millones— para incentivar la apertura de la ruta entre el Aeropuerto Ben Gurión y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Desde el punto de vista del transporte aéreo, se trata de una ruta de ultra larga distancia, con desafíos técnicos, comerciales y financieros que explican la necesidad de incentivos públicos.
La propuesta se inscribe en un contexto de acercamiento diplomático bajo la gestión de Javier Milei y busca consolidar la relación con la comunidad judía argentina, una de las más numerosas fuera del territorio israelí.
El plan contempla que los recursos provengan de un presupuesto excedente originalmente destinado a sostener a la industria aeronáutica durante el conflicto conocido como la guerra de las “Espadas de Hierro”, desatado a partir del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023.
Ese remanente sería redireccionado para crear un mecanismo de estímulos que estaría vigente entre 2026 y 2028, período clave para evaluar la sostenibilidad comercial de la ruta.
Cómo es hoy la conexión aérea con Tel Aviv
En la actualidad, quienes viajan entre Israel y Argentina deben realizar al menos una escala, generalmente en ciudades de Europa, Estados Unidos o Brasil.
Esta condición extiende considerablemente los tiempos de viaje, encarece los costos y limita el atractivo del trayecto tanto para pasajeros turísticos como para viajeros de negocios.
La eventual apertura de un vuelo directo reduciría de forma significativa la duración total del viaje y podría reposicionar a la Argentina como puerta de entrada a Sudamérica para el mercado israelí.
Desde el punto de vista del transporte aéreo, se trata de una ruta de ultra larga distancia, con desafíos técnicos, comerciales y financieros que explican la necesidad de incentivos públicos.

En ese marco, el diseño del subsidio apunta a reducir el riesgo económico que asumen las aerolíneas —sean israelíes o extranjeras— al inaugurar una operación de estas características.
Así lo explicaron fuentes citadas por AJN, que remarcaron que el objetivo central es compartir parte del riesgo inicial hasta que la ruta logre niveles de ocupación y rentabilidad adecuados.
La administración del fondo estaría a cargo del Ministerio de Finanzas y del Contador General, en coordinación con el Ministerio de Transporte de Israel. Esta articulación interministerial busca garantizar un uso eficiente de los recursos y un seguimiento cercano del desempeño de la conexión aérea.
Un puente político, económico y humano con Israel
Más allá de los aspectos estrictamente aeronáuticos, la propuesta tiene una fuerte dimensión política.
En los fundamentos de la iniciativa se destaca el respaldo explícito de la Argentina a Israel en foros internacionales, así como su posicionamiento en la lucha contra el antisemitismo y el terrorismo. En ese sentido, la nueva ruta es presentada como un “puente humano” que refuerza una relación estratégica.
La relevancia de la comunidad judía argentina ocupa un lugar central en el análisis. Con una presencia histórica y un peso cultural significativo, ese colectivo es visto como un factor clave para garantizar una demanda sostenida de pasajeros, especialmente en las etapas iniciales de la operación.
La discusión sobre el subsidio se produce, además, en paralelo a una agenda diplomática activa.
El gobierno argentino prepara una visita oficial de Milei a Israel prevista para abril o mayo de 2026, cuyo eje central será el traslado de la embajada argentina a Jerusalén. La confirmación de ese viaje fue oficializada durante la reciente visita a Buenos Aires del canciller israelí Gideon Sa’ar, en el marco del Foro Económico Argentino-Israel realizado en el Palacio Libertad, con participación de empresarios de ambos países.
Desde el gobierno israelí se subraya que la medida también apunta a potenciar las relaciones económicas, ampliar la cooperación empresarial y fortalecer los flujos turísticos en ambos sentidos. En un escenario internacional complejo, la Argentina es presentada como un socio confiable y alineado, lo que refuerza el interés en consolidar una conectividad aérea directa.
En términos formales, la iniciativa aún debe atravesar instancias institucionales clave: está prevista la presentación de una moción para definir la subvención de la ruta, un paso que podría marcar un punto de inflexión en la conectividad aérea entre Israel y América Latina.




