A pesar del cuello de botella que todavía enfrenta en materia de infraestructura de transporte, el desarrollo de las energías renovables avanza en el país y con especial fuerza en Chubut por las condiciones diferenciales que ofrece para el sector.
Por Catriel Etcheverri
En el camino hacia el creciente desarrollo de las energías renovables la provincia de Chubut juega un papel destacado. En la actualidad, de la potencia éolica total instalada en la Argentina, más del 63% proviene de Chubut, donde se genera en 23 parques dotados de 365 equipos.
Al mismo tiempo ya existen diferentes proyectos para el desarrollo de nuevos parques eólicos distribuidos en distintos puntos de la provincia con un potencial energético de unos 420 MW.
Pionera en el desarrollo de la energía eólica (el primer proyecto de este tipo de importancia en el país fue un sistema híbrido diésel-eólico instalado en 1989 en el sur de la provincia) Chubut produce en la actualidad 10 veces más de la energía que consume y la gran mayoría de ella es de origen renovable. Así lo destacó en diálogo con Dinamicarg Gustavo Castagnino, Director de Asuntos Corporativos, Regulatorios y Sustentabilidad de Genneia, quien explicó que el excedente de energía producida en Chubut “termina en los grandes centros de consumo del centro del país”.
Castagnino destacó además el desarrollo de la energía eólica en Chubut pero advirtió que este crecimiento “está limitado por la falta de capacidad de transporte de energía hacia los grandes centros de consumo”.
En la actualidad, de la potencia eólica total instalada en la Argentina, más del 63% proviene de la provincia de Chubut.
Si esa limitación no existiera, en el sector estiman que se podría desplegar todo el potencial de la energía renovable de esa provincia patagónica que cuenta con un gran recurso eólico y grandes superficies de tierras disponibles para avanzar en la instalación de nuevos parques.
Por su parte, el subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación, Santiago Yanotti, destacó que la Argentina “sigue rompiendo récords de producción de energía renovable”.
Lo hizo luego de la habilitación comercial de siete proyectos de fuentes renovables a gran escala en los meses de abril, mayo y junio merced de los cuales pudieron añadirse 173,12 MW de potencia instalada al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Así, se llegó a casi los 5.400 MW de generación energía renovable.
Ventajas y desafíos para las energías alternativas
Además del recurso eólico (como en el resto de la Patagonia la provincia Chubut es un verdadero “paraíso de vientos” donde su velocidad media anual parte de los 5 m/s y llega a valores superiores a los 12/s), también constituye un factor diferencial para el desarrollo del sector la poca densidad de población concentrada en núcleos urbanos, lo que permite que el impacto visual sea muy bajo.
La provincia, además, cuenta con dos puertos de aguas profundas, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, probados para el desembarco de componentes de aerogeneradores que son un plus adicional muy importante a la hora de proyectar nuevos desarrollos.
Para Castagnino, “en particular para el desarrollo de hidrógeno verde, Chubut y la Patagonia en general disponen de las grandes extensiones de tierras que se necesitan para estos emprendimientos.
Los grandes proyectos de H2 verde destinados a la exportación que se están pensando en Chubut y la Patagonia necesitan entre 200 mil y 300 mil hectáreas de tierras para instalar parques eólicos. Para entender la magnitud, la Ciudad de Buenos Aires tiene 20.300 hectáreas de superficie”.
Aunque sin el desarrollo que ya alcanzó la energía eólica, Chubut también avanza en el desarrollo de la solar. En marzo pasado se realizó la audiencia pública de rigor para la instalación del parque solar Aluar a unos 24 kilómetros de Puerto Madryn en una superficie total de 135 hectáreas y que tendrá 50MW de potencia nominal.
Ubicado en el Parque Eólico Aluar, Etapas I; II; III y donde se está construyendo la etapa IV, el parque solar podría alcanzar una potencia máxima pico de 55,38 MW.
La provincia también cuenta desde hace medio siglo con el complejo hidroeléctrico Florentino Ameghino ubicado a poco más de 120 kilómetros de la ciudad de Trelew con una capacidad de generación de 46,8 MW y que abastece desde 1994 de energía al país a través del SADI.
Chubut avanza además en la construcción del primer centro de combustible biomásico de la Patagonia que se abastecerá de residuos forestales.
Este proyecto, que promueve la transición energética a partir de la valorización de residuos forestales para la generación de combustible biomasa normalizado, sustituye el gasoil y el gas licuado de petróleo (GLP) y prevé escalar a generación térmica.
Una vez operativo, el proyecto abastecerá con combustible a las tres usinas que proveerán de energía a las localidades de Gualjaina, Paso de Indios y Corcovado convirtiéndolas así en ciudades alimentadas al 100% de energías renovables. Esto permitirá además generar un ahorro de 3 millones de dólares por año para la provincia.
Cuello de botella
El desarrollo de las renovables, sin embargo, no avanza sin enfrentar duros desafíos. Uno de ellos es la falta de líneas de alta tensión que permitan transportar la totalidad de la energía generada e, incluso, aumentar la generación.
Para eso, desde el sector elevaron diversas propuestas al Estado, como la sociedad con empresas privadas para el desarrollo de la infraestructura requerida, o la instalación de empresas electrointensivas en la provincia, para crear una mayor demanda eléctrica en la zona.
“Chubut tiene aún numerosos pueblos que no están conectados al sistema interconectado nacional. La generación de energía en esos lugares es local, con generadores a combustible líquido, muy contaminante y cara. Sin embargo, una oportunidad de mejora sería lograr interconectar a las localidades más pobladas donde hay posibilidades de desarrollos industriales, creando demanda de energía y liberando capacidad de transporte”, explicó Castagnino.
Para el especialista “al haber suficiente recurso eólico, la generación de energía eléctrica satura el sistema de transporte” y señaló que hay una importante cantidad de proyectos en carpeta para desarrollar nuevos parques en los que se podrá avanzar recién cuando la capacidad de transporte lo permita.
Ampliar el sistema de transporte podría parecer una respuesta adecuada a este cuello de botella que enfrentan en la actualidad las renovables en todo el país.
Sin embargo, Castagnino propone un enfoque diferente. “La solución de fondo es generar más desarrollo en Chubut y la Patagonia, es decir, avanzar hacia un país más federal”, planteó y señaló que “el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde destinados a la exportación es otra de las soluciones, aunque para esto primero debemos contar con un marco general estable por los próximos 30 y 40 años”.