El consumo de naftas y gasoil en la Argentina registró una baja promedio del 7,95% en mayo de 2024 respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en la Ciudad subió un 2,7%. Fuerte disparidad entre las distintas provincias.

En mayo de este año, se mantuvo la caída en la venta de combustibles, tendencia que se sostiene desde enero de 2024, con una sola expeción: la Ciudad de Buenos Aires es el único distrito donde se registró un leve aumento del consumo, principalmente de nafta.

La tendencia que se repite a nivel nacional se atribuye a los sucesivos aumentos de precios en surtidores, la contracción del poder adquisitivo de los salarios y la caída en la actrividad económica en general.

Según el relevamiento oficial realizado por la Secretaría de Energía, en el quinto mes del año se resintió el consumo de gasoil en sus dos variedades: -9,08% Grado 2 y -6,2 % Premium. Las naftas. por su parte, experimentaron una disminución interanual de 3% en el segmento súper y 21,63% en el derivado de mayor octanaje, confirmando una vez más el fuerte derrumbe en la nafta más cara.

En términos de desempeño regional, las variaciones en las ventas de combustibles muestran diferencias significativas entre las provincias argentinas.

La crisis económica que atraviesa el país limita la capacidad de los compradores para mantener niveles de consumo previos. Además, las decisiones gubernamentales relacionadas con el ajuste de precios y los impuestos a los combustibles acentúan el escenario.

“La diferencia entre ambas calidades ha hecho prácticamente insostenible que el cliente argentino consuma productos Premium”, sostuvo el directivo de CECHA, Pedro Llorvandi. “Estoy viendo cosas que no veía nunca, gente que anda en autos muy lujosos ahora le carga súper y lo justifica diciendo que anda muy bien”, graficó.

En ese marco, se espera una nueva actualización en los valores del litro de combustible a partir de julio.

La nafta y el gasoil, anticipan en el sector, treparán más de 2% por el traslado de la devaluación mensual del peso contra el dólar.

Pero, además, el Gobierno volverá a incrementar los impuestos a las naftas (Impuesto a los Combustibles Líquidos -ICL- e Impuesto al Dióxido de Carbono -IDC-), según consta en el Decreto 466/2024.

El aumento será de $114,15 por litro de nafta y de $91,89 por litro de gasoil cuando comience el segundo semestre de 2024, excepto que se decidiera volver a diferir o partir en cuotas esa actualización, como viene ocurriendo desde comienzos de este año.

La venta de combustibles por provincias

En términos de desempeño regional, las variaciones en las ventas de combustibles muestran diferencias significativas entre las provincias argentinas.

De las veinticuatro jurisdicciones subnacionales, solo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) reportó un aumento interanual del 2,7% en sus ventas totales de combustibles.

Biocombustibles, venta de combustibles
A mediados de mayo se autorizaron aumentos del precio mínimo del biodiésel y el bioetanol, que se utilizan para el corte obligatorio las naftas y el gasoil.

Este crecimiento estuvo impulsado principalmente por un incremento del 6,5% en la venta de naftas, contrarrestando una caída del 7,6% en las ventas de gasoil. En contraste, las otras veintitrés provincias experimentaron una caída en las ventas de combustibles.

La cada vez más pronunciada diferencia de precio del litro de nafta entre las estaciones de servicio de la Ciudad (más barato) y las del Gran Buenos Aires sería uno de los factores que produce este desplazamiento de ventas de una jurisdición a otra.

Santa Fe y la provincia de Buenos Aires registraron bajas moderadas del 3,6% y 3,7%, respectivamente, destacándose por una menor contracción en las ventas de naftas respecto al promedio del país.

Por otro lado, provincias como Formosa y Misiones fueron las más afectadas, con descensos superiores al 30%, evidenciando un impacto significativo en el consumo regional debido a factores como la proximidad fronteriza y las políticas de precios.

En términos de preferencias de consumo por tipo de combustible, en la mayoría de las provincias las naftas dominaron el mercado, representando un alto porcentaje del volumen total vendido.

CABA lideró con un 76,1% de sus ventas de combustibles correspondientes a naftas, mientras que provincias como Salta registraron una participación menor al 50%.

El segmento de gasoil mostró una distribución variada, con algunas provincias como La Pampa destacándose por un mayor volumen de ventas en este tipo de combustible.

A nivel nacional, el consumo de gasoil presentó una ligera recuperación en Santa Fe, mientras que en el resto de las provincias se observaron descensos, siendo los más pronunciados en Formosa con una caída del 40,2%.

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