El incremento consolida al país sudamericano como el que tiene mayor cantidad de crudo, incluso por encima de los integrantes de la OPEP. El impacto de la inestabilidad política y las sanciones internacionales.
Hace varios días que se encendieron las alarmas en el mercado internacional del petróleo ante la posibilidad del cierre del Estrecho de Ormuz. Ahora, con las tensiones un poco más relajadas (EE.UU e Irán confirmaron un cese al fuego), Venezuela toma el centro del escenario con un anuncio de alto impacto: sus reservas certificadas de crudo aumentaron un 30%.
La información fue compartida por el propio presidente Nicolás Maduro durante su programa semanal “Con Maduro +”, emitido por la televisora estatal VTV. “Venezuela tiene una reserva ahora 30% superior a la que ya se había certificado”, declaró el mandatario.
Aplicado ese 30% adicional, las reservas superarían ampliamente los 390.000 millones de barriles.
Este incremento consolida al país sudamericano como el territorio con la mayor cantidad de petróleo comprobado del mundo, superando ampliamente a otras naciones de la OPEP y fuera de ella.
El anuncio se alinea con la participación del gobierno venezolano en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, donde buscó reafirmar su peso en el mapa energético global.
Allí, la delegación intervino en el Panel de Energía, donde se analizaron las oportunidades que aún presenta el suelo de la nación latina. El presidente destacó que, además del petróleo, Venezuela cuenta con la cuarta mayor reserva de gas en proceso de certificación a nivel mundial, con bloques abiertos a la inversión extranjera.

Según expresó el mandatario, el país estaría recibiendo “inversiones muy fuertes” para el desarrollo de estos recursos.
Reservas récord, inestabilidad política y restricciones externas
El incremento anunciado se suma a los 303.806 millones de barriles de crudo certificados por el Ministerio de Petróleo en 2021. Aplicado ese 30% adicional, las reservas superarían ampliamente los 390.000 millones de barriles, consolidando a Venezuela como un actor central para el abastecimiento futuro de petróleo a nivel mundial.
“Es la ecuación perfecta para el desarrollo del Motor Hidrocarburos”, afirmó Maduro, en referencia a una de las líneas productivas del llamado Plan de Recuperación Económica impulsado por su cuestionado gobierno.
No obstante, el panorama exportador del país muestra tensiones propias de las restricciones internacionales. Durante mayo, Venezuela despachó en promedio 779.000 barriles por día (bpd) de crudo y productos refinados, además de 291.000 toneladas métricas de derivados y petroquímicos.
Estas cifras, apenas por debajo de los 783.000 bpd de abril, reflejan una caída respecto a los 850.000–900.000 bpd registrados en meses previos, cuando aún estaban vigentes licencias otorgadas por el gobierno estadounidense a ciertos compradores de petróleo venezolano.
El rol de China
A fines de marzo, las autoridades del Tesoro y el Departamento de Estado de Estados Unidos revocaron las autorizaciones que permitían exportaciones desde Venezuela bajo un régimen especial, venciendo el 27 de mayo el plazo para completar transacciones pendientes.
Esta medida afectó de forma directa los envíos de la estatal PDVSA a socios tradicionales como Chevron o Reliance Industries. No obstante, el gobierno venezolano encontró canales alternativos a través de intermediarios que redirigieron mayores volúmenes hacia China.

El gigante asiático se consolidó como el principal destino del crudo venezolano, con 584.000 bpd en mayo, frente a los 521.000 de abril.
En contraste, Estados Unidos recibió sólo unos 140.000 bpd, una cifra marginalmente superior al mes anterior. La petrolera venezolana también incrementó sus exportaciones de crudo pesado Boscán, ahora destinadas directamente a China.
Esta variedad, que anteriormente abastecía a refinerías estadounidenses en sociedad con Chevron, pasó a formar parte de los flujos alternativos tras el vencimiento de las licencias.
Algunas operaciones, como la realizada con la comercializadora Vitol y la empresa Maurel & Prom, se completaron antes del fin del régimen de excepciones, marcando el cierre de una etapa de exportaciones parcialmente autorizadas.
Posicionamiento estratégico
La coyuntura internacional, marcada por las tensiones en Medio Oriente, añade un componente de volatilidad al escenario energético.
Venezuela ha buscado presentarse como un proveedor confiable ante una eventual disrupción del suministro global, aprovechando su abundancia de recursos y la necesidad de diversificación de mercados.
En paralelo, se observó un repunte en las importaciones venezolanas de combustibles, que alcanzaron los 159.000 bpd en mayo, frente a los 94.000 de abril. La medida busca reponer existencias de nafta pesada, un insumo indispensable para diluir el crudo extrapesado producido en la Faja del Orinoco, el principal reservorio del país.
El anuncio sobre el aumento de reservas busca fortalecer la posición negociadora del país en foros internacionales, en un contexto donde los mercados energéticos globales atraviesan una etapa de incertidumbre y alerta.