La interrupción de la actividad dejó al descubierto deficiencias en el manejo de la terminal bonaerense. La embarcación quedó en stand by con 33 mil toneladas de trigo, tasadas en 7,5 millones de dólares.
Luego de permanecer parado durante casi un mes en el canal de acceso al Puerto de San Pedro, el buque granelero Yasa Tokyo logró finalmente reanudar su travesía. El carguero partió el domingo 22 de junio a las 8:40 con destino a Angola, transportando 33 mil toneladas de trigo.
Su salida marcó el restablecimiento de las actividades en una terminal que había quedado completamente paralizada desde fines de mayo. El incidente se dio cuando la embarcación intentaba zarpar y quedó inmovilizada por la sedimentación extrema del canal, atribuida a un fuerte temporal que afectó la región en los días previos.
El operativo logró remover aproximadamente 214 mil metros cúbicos de sedimentos.
Según las autoridades locales, el carguero debió regresar al muelle elevador de manera preventiva, con el objetivo de proteger el casco de posibles daños y facilitar las tareas de maniobra necesarias para permitir su futura salida y aumentar el calado.
En ese escenario, el Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro dispuso de inmediato un operativo de dragado de emergencia.
La licitación recayó en la Compañía Sudamericana de Dragados, del grupo belga Jan de Nul, que desplazó dos unidades especializadas: la Alfonso de Albuquerque y la Pancho, que trabajaron de forma intensiva durante varias semanas.
Recuperación de la navegabilidad
El operativo logró remover aproximadamente 214 mil metros cúbicos de sedimentos, lo que permitió restablecer el calado suficiente para liberar al buque. Este volumen de dragado fue considerado fundamental para habilitar nuevamente la navegabilidad de la zona y evitar riesgos mayores.
Durante todo ese período, la terminal portuaria permaneció completamente inactiva, con operaciones suspendidas y una acumulación progresiva de costos para los actores involucrados.
El episodio puso en evidencia la fragilidad de la infraestructura portuaria local ante fenómenos climáticos que afectan directamente la logística de exportación.
El caso del Yasa Tokyo reactivó los reclamos por un sistema de mantenimiento regular de los canales de acceso, más allá de los trabajos correctivos que se realizan en situaciones de urgencia. “Este tipo de eventos subraya la necesidad de contar con un plan de dragado permanente”, señalaron desde el sector exportador.
El impacto en la actividad de la zona
Durante las cuatro semanas de inactividad, el puerto no recibió nuevos buques, lo que provocó demoras en la programación de embarques y afectó la cadena logística de productos agroindustriales. Sin mencionar que el valor de la propia carga inmovilizada con el Yasa Tokio se estima en 7,5 millones de dólares.
En cuanto al impacto para el complejo exportador, si bien no hay un número concreto aún, se calcula que las pérdidas ascienden a varios millones de dólares, tanto por la interrupción de operaciones como por los costos asociados al dragado de urgencia y la demora logística.
El medio local La Opinión informó que, con la partida del buque, el puerto recupera progresivamente su ritmo habitual. En los próximos días se espera el ingreso de nuevas embarcaciones para completar los embarques de granos previamente pautados.
El granelero Yasa Tokyo, con bandera de las Islas Marshall
El Yasa Tokyo es un buque granelero Handymax, construido en febrero de 2023 en el astillero Onomichi Dockyard (Japón), con un peso muerto de aproximadamente 37.403 toneladas (DWT), una eslora de 179,90 metros y una manga de 30. El calado total del barco alcanza los 10,50 m cuando está completamente cargado.
Navega bajo bandera de las Islas Marshall, con número IMO 9948255 y llamado de radio V7A5968. En el momento del incidente. Tras encallar cerca de la baliza 2, fue reubicado con ayuda de tres remolcadores hasta el muelle elevador para su inspección y monitoreo, donde se comprobó que no había daños al casco
