La operación de la petrolera estatal se llevó a cabo en La Amarga Chica y sienta un precedente para la industria. El autoabastecimiento aparece como una alternativa para disminuir los costos de producir un pozo.
YPF concretó una operación inédita en la formación neuquina al llevar a cabo la primera fractura hidráulica abastecida con gas natural comprimido (GNC) producido en sus propios yacimientos. La maniobra se realizó en La Amarga Chica y representó un paso en la integración del recurso como insumo directo de la actividad.
El uso de GNC en lugar del combustible líquido tradicional implicó una modificación en la logística energética de la perforación, al reemplazar parte del diésel que habitualmente alimenta a los equipos.
Más allá de la aplicación en sus propias operaciones, la compañía creó la marca YPF Directo GNC, con la cual prevé ofrecer el recurso a terceros.
Para hacerlo posible, la empresa diseñó un esquema que incluyó una nueva estación de carga en Añelo, desde donde se despacha el gas comprimido hacia los sets de fractura. Este punto de suministro a granel fue planificado para garantizar continuidad en el abastecimiento y cumplir con las condiciones de seguridad industrial requeridas para este tipo de operaciones.
El gas que llega a esa planta proviene de los pozos de la compañía en Vaca Muerta y se industrializa antes de ser transportado al área de trabajo. La iniciativa permitió poner en marcha un set bifuel, preparado para funcionar con una mezcla de gas y diésel.
El equipamiento ya se utiliza en distintos mercados como alternativa para reducir consumos de combustibles líquidos, y su incorporación en el shale argentino marca un precedente técnico que podría ser replicado en futuros desarrollos.
Según YPF, el ahorro generado por el uso de gas se traduce en una disminución del costo por pozo, lo que incrementa la competitividad del proyecto.
Más allá de la aplicación en sus propias operaciones, la compañía creó la marca YPF Directo GNC, con la cual prevé ofrecer el recurso a terceros. La propuesta apunta a proveer gas a granel no solo a otras operadoras petroleras, sino también a industrias que no cuentan con acceso a gasoductos y a flotas de transporte pesado adaptadas al uso de este combustible.
De esta forma, el plan se proyecta más allá del uso interno y se vincula con nuevas oportunidades comerciales.
Las fracturas de YPF
El desempeño operativo fue acompañado por un nivel de eficiencia elevado. El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, informó que la empresa alcanzó 401 etapas de fractura en un solo mes con un único set.
“Logramos operar sin interrupciones, alcanzando 19 etapas de fractura en un solo día”, señaló el directivo en una comunicación pública. Estos resultados, explicó, fueron posibles gracias a la utilización de fracturas simultáneas, la reducción de jornadas improductivas y el control en línea a través del Real Time Intelligence Center.

Las cifras confirman el rol de YPF en la curva de aprendizaje del shale. En agosto, la compañía realizó 1.105 etapas, lo que significó el 51% de las fracturas ejecutadas en toda Vaca Muerta durante ese mes. De acuerdo con datos del sector, en el mismo período se contabilizaron 2.163 intervenciones en total, lo que ubicó a agosto como el tercer mes de mayor actividad en lo que va del año.
La comparación intermensual muestra también un crecimiento sostenido. El informe de NCS Multistage consignó que las operaciones de fractura de agosto representaron un incremento del 20% frente a julio, cuando se realizaron 1.793 etapas.
En el acumulado del año, se alcanzaron 16.425 punciones, es decir, un 32% más que en igual lapso de 2024. Este desempeño responde a las proyecciones que la industria había anticipado a finales del año pasado.
La actividad registrada mes a mes refleja la magnitud de la expansión. En enero se concretaron 1.761 fracturas, en febrero 1.978, en marzo 1.960, en abril 2.214 y en mayo 2.588, esta última cifra considerada récord para la formación.