El último registro ratifica la tendencia: Neuquén despachó 90,96 Mm³/d, mientras que Bolivia apenas promedió 24,33 Mm³/d. En el país vecino aseguran que hacia fines de 2025 su producción se recuperará levemente, a los 26 Mm³/d.

Durante años Argentina dependió del gas boliviano, pero la declinante producción del vecino país y el boom de Vaca Muerta cambiaron el tablero energético en la región.

La foto actual muestra un giro impensado hace apenas una década: mientras Bolivia atraviesa un proceso de caída sostenida en su producción de gas natural, Vaca Muerta consolida un crecimiento que la coloca como el nuevo gran proveedor de la región.

Hacia fines de este año la producción altiplánica rondará los 26 Mm³/d, apenas suficiente para cubrir la mitad de la demanda interna, con un remanente de 13 Mm³/d disponible para exportación.

En 2012, el panorama era diametralmente opuesto. El Altiplano superaba los 60 millones de metros cúbicos diarios (Mm³/d) frente a los exiguos 600.000 m³/d del shale neuquino.

Sin embargo, el tiempo jugó en contra de los bolivianos: los yacimientos declinan a un ritmo cercano a 4 Mm³/d por año, mientras que Neuquén logró multiplicar su producción.

El quiebre se dio en 2022, cuando ambas curvas se cruzaron. Ese año, Vaca Muerta alcanzó los 36,6 Mm³/d en agosto, casi en línea con los 42,1 Mm³/d de Bolivia. Doce meses más tarde, la relación ya era favorable para la formación no convencional argentina: 62,8 Mm³/d contra 39,5 Mm³/d.

El último registro, correspondiente a julio de este año, ratifica la tendencia: Neuquén despachó 90,96 Mm³/d, mientras que Bolivia apenas promedió 24,33 Mm³/d. Dicho de otro modo, el shale argentino ya produce más del triple de gas natural que todo el parque boliviano.

Bolivia ante un futuro de importador

El exministro de Hidrocarburos boliviano y socio director de Gas Energy Latam, Álvaro Ríos Roca, no duda en calificar la situación como crítica. «La exploración en Bolivia ha sido muy mínima, y los pocos esfuerzos han sido realizados por YPFB con, yo diría, ningún éxito para reponer reservas», señaló en diálogo con Energía On.

Según sus proyecciones, hacia fines de este año la producción altiplánica rondará los 26 Mm³/d, apenas suficiente para cubrir la mitad de la demanda interna, con un remanente de 13 Mm³/d disponible para exportación.

Exportaciones de gas, Brasil, Bolivia, Vaca Muerta, Pampa Energía
Por primera vez, gas de Vaca Muerta cruzó Bolivia rumbo a Brasil, el mayor consumidor de la región.

Y advierte que el desenlace ya está escrito: «En el 2028 Bolivia va a comenzar a necesitar hacer nuevas importaciones de gas porque se cruza con la oferta».

El especialista remarca que el desafío no será solo de volúmenes, sino también de precios. «Si no hacemos competitivo el transporte por Bolivia, pues no lograremos abastecimiento tampoco en el mercado boliviano. Entonces hay que trabajar esas dos ecuaciones», enfatizó.

El contexto abrió la puerta a un hecho histórico: por primera vez, gas de Vaca Muerta cruzó Bolivia rumbo a Brasil, el mayor consumidor de la región. Ese movimiento consolida a Argentina como un actor central en el mapa energético sudamericano.

Bolivia busca recomponer su producción de gas

La caída sostenida de la producción de gas natural en Bolivia alteró de forma significativa su posicionamiento regional como proveedor energético. Durante años, el país fue una de las principales fuentes de abastecimiento para naciones de la región como Brasil y Argentina.

Sin embargo, la merma en los volúmenes disponibles obligó a revisar contratos y abrió espacio para el gas no convencional proveniente de Vaca Muerta. En ese contexto, el país vecino comenzó a reorientar su política hidrocarburífera priorizando proyectos con impacto directo en el abastecimiento local, aunque sin abandonar la exploración.

Una de las iniciativas centrales en esta etapa de reconversión es la perforación del pozo exploratorio Bermejo-X46 Dirigido (BJO-X46D), ubicado en el departamento de Tarija.

Según informó recientemente Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la perforación ya superó los 3.900 metros y se encuentra próxima a alcanzar las formaciones geológicas Huamampampa y Santa Rosa, donde se espera encontrar nuevos reservorios de gas.

“Estamos haciendo patria en Tarija. La perforación en el Subandino Sur se ralentiza un poco dada la complejidad de la estructura, pero estamos próximos a los objetivos planteados”, señaló Fernando Arteaga Pinto, gerente nacional de Exploración y Explotación de la empresa estatal.

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