Lo anunciaron a días de la puesta en operación del primer segmento del tendido, el martes 20. Se trata de una obra clave para seguir avanzando en el desarrollo del yacimiento y abastecer al Norte del país. No descartan financiación del Estado para la reversión del gasoducto norte.
Aunque en algún momento se barajó la posibilidad de que la inauguración del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) podía demorarse al 9 julio, la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, confirmó este miércoles que se llegará a tiempo al 20 de junio tal como estuvo previsto inicialmente. La obra permitirá seguir avanzando en el desarrollo de Vaca Muerta.
Royón anticipó además que apuntan a licitar el segundo tramo del GPNK en agosto de este 2023, que permitirá llegar con el gas producido en Vaca Muerta, junto con otras obras, al norte del país, al tiempo que no descartó que las obras necesarias para avanzar en la reversión del gasoducto norte sean financiadas en parte con recursos del Estado nacional.
Así, el llenado de la primera etapa del gasoducto a Vaca Muerta comenzará el próximo martes 20 de junio. Se trata de un proceso que podría demandar unos 14 días para que se complete, y que las productoras miran de reojo teniendo en cuenta que los compromisos con el Plan Gas empiezan a partir del primero de julio.
El segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner permitirá llevar, junto con otras obras, el gas de Vaca Muerta al Norte del país.
En tanto se informó que la reversión del gasoducto Norte, otra de las obras clave que tiene en agenda el Gobierno, demanda una inversión total de 714 millones de dólares de los cuales el Banco de Desarrollo de América Latina (ex CAF) ya comprometió 540 millones, mientras falta definir el esquema de financiación de los 174 millones de dólares restantes.
El objetivo inicial del Gobierno era que productores privados o entes financiara los US$ 174 millones remanentes. Sin embargo, actualmente no se descarta cubrir la diferencia con recursos propios.
A fines de abril el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, había invitado al sector privado a participar de la licitación de las obras y no se descarta tampoco ahora una participación del Estado nacional en la financiación.
En línea con lo que se hizo para el primer tramo del GPNK, el nuevo tendido sería propiedad del Estado y su operación se licitaría.
Se trata de una obra estratégica para el país teniendo en cuenta que Bolivia registra un declino en su producción de gas, que condiciona el abastecimiento en el Norte. Por esta razón el Estado priorizó la reversión del gasoducto.
Sondeos en Brasil y China
De cara a la siguiente etapa del GPNK, el Gobierno tendió puentes con Brasil y China para obtener el financiamiento de las obras que, una vez realizadas y en funcionamiento, permitirán al Estado ahorrar unos 8 mil millones de dólares anuales en importación de energía.
Así, durante la misión que encabezó Sergio Massa a China en los últimos días de mayo y primeros de junio, se trabajó con la empresa Power China, que se mostró interesada en participar de la licitación.
La compañía china ya tiene iniciativas operando en el país, para las cuales destinó cerca de 1.000 millones de dólares. Actualmente la empresa participa en el desarrollo de 5 parques eólicos de 355 Megavatios (Mw) y 4 plantas solares de 412,6 Mw totales, todos en ejecución.
En paralelo a las jornadas de trabajo de la cartera de Economía en la República Popular de China, se entablaron también conversaciones en Brasil
En este sentido el presidente Alberto Fernández se reunió con su par brasileño Lula Da Silva, para tratar “temas estratégicos”, entre ellos, las exportaciones de materiales brasileños para la construcción del GPNK, que en el futuro -según lo proyectado- llegará al gigante del Mercosur.
Según confirmaron en ese momento desde Casa Rosada tras el encuentro, “la reunión dejó sensaciones positivas” y se espera el apoyo del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), para la compra de tubos.
Desde el país vecino ya habían dado indicios favorables a través de un comunicado de la Cancillería brasileña en el que Lula destacó que, “ya no existen obstáculos legales para la intervención del BNDES y que Brasil avance en financiamientos para permitir la exportación de productos brasileños” como las cañerías necesarias para el gasoducto.