El oil & gas y el litio alcanzan esa proporción del monto comprometido en el régimen de beneficios, con 9 de los 10 primeros proyectos anotados. Y la semana pasada se sumó una importante iniciativa en los salares de Salta.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) está configurando el panorama productivo de Argentina. Según un informe de la Universidad Austral, el 97% de los proyectos presentados hasta la fecha se concentran en los sectores de Energía y Minería, con una marcada presencia de inversiones en oil & gas y litio.
Los récords productivos de Vaca Muerta, el avance en términos de infraestructura de transporte y las cuantiosas reservas del «oro blanco» son el atractivo principal para los capitales extranjeros. Los datos arrojan que, hasta el 24 de febrero de 2025, ya se registraron diez solicitudes de inversión por un monto total de 11.593 millones de dólares. A las que la semana pasada se sumó una más, correspondiente a otra inversión en litio.
“Las cifras del RIGI confirman el interés del sector privado por desarrollar proyectos de gran escala en el país, pero el verdadero desafío será transformar estos anuncios en inversiones efectivas.», indica el informe de la Universidad Austral.
De ese capital, el 55% está destinado al sector energético, con un 93% de los fondos dirigidos a la explotación de hidrocarburos. En el ámbito minero, que representa el 42% del total, el litio es el recurso predominante, ya que concentra el 75% de las inversiones en esta categoría. Por otro lado, un 3% se orienta a la industria siderúrgica, con proyectos como una planta en San Nicolás.
Las iniciativas energéticas tienen un foco central en Vaca Muerta. Entre los proyectos destacados se encuentra la construcción de un oleoducto que atravesará Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, así como la incorporación de un buque de licuefacción para la producción de gas natural licuado (GNL).
La minería ha sido otro gran atractivo para las inversiones extranjeras. Entre ellas se destacan desarrollos en Salta, Catamarca y San Juan, con especial énfasis en la extracción de litio, oro y cobre. El capital extranjero representa el 42% de os desembolsos totales en este sector.

Desde una perspectiva geográfica, las regiones del NOA y Cuyo concentran la mayor parte de las inversiones mineras, mientras que Patagonia y Buenos Aires albergan los desarrollos energéticos y siderúrgicos.
Según el informe, la distribución territorial de estos proyectos resalta la diversificación de los sectores productivos en el país y su impacto en distintas provincias.
“Las cifras del RIGI confirman el interés del sector privado por desarrollar proyectos de gran escala en el país, pero el verdadero desafío será transformar estos anuncios en inversiones efectivas. Los próximos meses serán clave para evaluar la velocidad de implementación y el impacto en la economía nacional”, agrega Sofía del Carril, autora del informe y directora ejecutiva del Centro de Estudios de Gobernanza Global de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral.
Vale señalar que, a nivel internacional, las inversiones enmarcadas en el RIGI responden a un contexto geopolítico cambiante. La creciente demanda de minerales estratégicos y la seguridad energética han cobrado protagonismo en un escenario marcado por tensiones globales.
Rio Tinto se sumó al RIGI
La semana pasada, ya cerrado el informe de la Universiad Austral, se difundió que la multinacional minera Rio Tinto se incorporó al RIGI y proyecta comenzar en 2028 la producción y exportación de 60.000 toneladas anuales de carbonato de litio en la provincia de Salta.
El anuncio fue realizado el martes pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de sus redes sociales: “Undécimo proyecto RIGI en marcha. Rio Tinto avanza con una inversión estratégica de US$2.7 billones en Rincón, Salta. Una de las compañías mineras más importantes del mundo vuelve a apostar por Argentina”.

En marzo de 2022, la empresa angloaustraliana adquirió Rincón Mining Pty Ltd, firma que poseía los derechos del proyecto en la región. Tras una evaluación del desarrollo, solicitó autorización para construir una planta piloto con capacidad para producir 3.000 toneladas anuales de carbonato de litio de grado batería.
La construcción de la planta comercial se pondrá en marcha una vez que Rio Tinto obtenga las aprobaciones ambientales del gobierno de Salta, liderado por Gustavo Sáenz. Se estima que la obra demandará la contratación de 2.600 trabajadores.