En la previa de la próxima Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, un referente del sector de las renovables en Latinoamérica pide normativas para aprovechar mejor el potencial solar y eólico del país.
El presidente para Latinoamérica del Consejo Mundial de Energía Eólica (Gwec), Ramón Fiestas Hummler, destacó las ventajas comparativas para el desarrollo de las energías renovables en el país, a las que comparó con el potencial de Vaca Muerta, pero a la vez marcó la necesidad de alinear políticas y normativas que permitan la inversión en igualdad de condiciones y orientar los abundantes recursos de gas natural a la exportación.
En la previa de la COP28 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se realizará en Dubai a partir del próximo 30 de noviembre, Fiestas Hummler aseguró en diálogo con la agencia de noticias Télam que “América Latina es la región más descarbonizada en su conjunto».
Sin embargo, el especialista alertó: «Pero luego tienes las realidades nacionales de países que están altamente carbonizados en sus sistemas eléctricos».
Y puntualizó: «Ahí, la Argentina se queda atrás en el desarrollo de energías renovables en los últimos años y eso impacta en que no haya podido transitar la senda de la reducción de emisiones en el sector energético. Tiene esa asignatura pendiente, tanto más cuanto en la Cumbre de Glasgow incrementó sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes”.
Fiestas Hummler señaló en ese sentido que, a la par del aumento del interés de los países de reducir sus emisiones, “es absolutamente necesario que acomoden sus marcos normativos y sus políticas energéticas, ambientales y económicas alineadas con esos objetivos”.
«La mayor cantera energética que tiene Argentina no está en Vaca Muerta, está encima. Es el viento y el sol”.
Ramón Fiestas Hummler, del GWEC
“En ese alineamiento de las políticas está la clave de las inversiones, que en cualquier país necesitan ver una articulación con los objetivos de reducción”, advirtió.
Para el especialista la Argentina necesita avanzar en estrategias para “igualar el terreno de juego de los diferentes actores en el sector energético de tal manera que las energías renovables se puedan desplegar con todo su potencial y puedan poner de relieve toda su competitividad”.
Y recordó que “la Argentina, particularmente, tiene unos recursos absolutamente extraordinarios y por encima de la mayor parte de otros mercados. Eso le daría a este país una ventaja competitiva si fuera capaz de explotar convenientemente esos recursos, porque la mayor cantera energética que tiene Argentina no está en Vaca Muerta, está encima. Es el viento y el sol”.
La transición energética y el gas de Vaca Muerta
Fiestas Hummler analizó además la situación de las renovables frente a la decisión de la Argentina de desarrollar su futuro energético inmediato en base el potencial de Vaca Muerta.
En ese sentido, reconoció que se habla del gas como energía de transición para el país pero sobre todo para la región, y como la solución a los problemas macroeconómicos que arrastra Argentina desde hace años. Pero advirtió que el gas es solo una energía de transición.
“Es compatible la exploración y la explotación de Vaca Muerta con el desarrollo de proyectos de energías renovables, siempre y cuando las condiciones de mercado sean equilibradas para todos los jugadores, y la eólica pueda competir en igualdad con el resto de las tecnologías porque el gas de Vaca Muerta se podrá exportar a aquellos países que lo necesiten y no será Argentina el que lo necesite, porque tendrá todo el viento y todo el sol que quiera y más para producir electricidad a precios mucho más competitivos, pero -insistió- necesita que el terreno de juego donde se puede demostrar esa competitividad se nivele”.
Fiestas Hummler consideró además que esa anhelada nivelación de la competitividad se logra “con política energética y con actualización de la regulación energética”.
El desafío, señaló, es “entender que estamos construyendo un nuevo sistema eléctrico sobre un antiguo sistema eléctrico que respondía a unas necesidades diferentes y que tenía unas fuentes de energía diferentes”.
Y concluyó: “Construir un sistema eléctrico del presente y futuro sobre el sistema eléctrico del pasado es un desafío que implica reconocer importantes inversiones en el sector energético, especialmente en transmisión, porque igual que se hicieron líneas multi kilométricas para atraer las energías hidráulicas de los embalses a los centros de consumo, por ese mismo principio es necesario hacer líneas kilométricas para traer los vientos de todas las cuencas eólicas que tiene Argentina”.