El miércoles 30 a las 20 el gremio iniciará un paro que se extenderá durante dos jornadas completas. Reclama por 1.200 cesantías y más de 2.000 trabajadores suspendidos en la industria.
El Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa anunció un paro de 48 horas que afectará la actividad en Vaca Muerta los días jueves 31 de julio y viernes 1° de agosto.
La medida, que comenzará el miércoles 30 a las 20 horas por el cambio de turnos, fue comunicada como respuesta a los despidos y suspensiones que, según el gremio, alcanza a más de 3.000 trabajadores en la industria hidrocarburífera. La protesta fue formalmente notificada al Ministerio de Trabajo, señalaron desde la organización sindical.
“Tomaron decisiones sin escuchar ninguna de las propuestas del gremio”.
El conflicto surge en un momento en el que la actividad en Vaca Muerta muestra niveles históricos de producción, lo que intensificó el malestar del gremio ante las decisiones de las empresas.
Marcelo Rucci, secretario general del sindicato, cuestionó duramente la situación y señaló que los despidos no se explican por una crisis del sector. “Esto no es una crisis, es una decisión empresaria de dejar de ganar. Pero los que pagan el costo son los trabajadores”, afirmó.
El reclamo del sindicato se centra en la desvinculación de unos 1.200 operarios y la suspensión de más de 2.000 que permanecen en sus domicilios percibiendo solo el salario básico. Rucci advirtió que este esquema “es el preludio de más despidos” y que la organización intentó, sin éxito, establecer canales de diálogo con las operadoras para evitar este desenlace.
“Hemos tratado por todos los medios de construir un puente al 2026 para sostener los puestos de trabajo, pero no hemos sido escuchados”, sostuvo.
Cuestionamientos a las operadoras de Vaca Muerta
En sus declaraciones, el dirigente explicó que la propuesta gremial contemplaba un esquema de transición hasta que entren en operación nuevos ductos que ampliarían la capacidad de transporte del sistema. El objetivo era sostener los niveles de empleo actuales hasta ese momento.
Sin embargo, desde el sindicato aseguran que las compañías “tomaron decisiones sin escuchar ninguna de las propuestas del gremio”.

Rucci también apuntó contra lo que considera una contradicción por parte de las empresas que celebran récords productivos mientras recortan personal. “Todo esto de llegar a los 600.000 barriles que era la meta para 2026 se alcanzó este año, y fue gracias al esfuerzo de miles de trabajadores. Sin embargo, ahora los están echando”, señaló.
Para el dirigente, esa actitud representa un golpe injustificado que contradice los discursos de crecimiento y expansión.
El paro anunciado afectará la producción en uno de los principales polos energéticos del país. Aunque aún no se informó con precisión el grado de impacto operativo que tendrá la medida, desde el gremio adelantaron que será una paralización con afectación directa sobre las actividades.
“Si no nos escuchan, nos vamos a hacer escuchar. Para eso nos eligió la gente. Acá no se puede arreglar otra cosa que no sea el trabajo”, expresó el dirigente sindical.
Asimismo, Rucci aseguró que no existe margen para discutir ningún tipo de agenda que no tenga como eje la reincorporación de los trabajadores.
“No podemos hablar de otra agenda si no es con los trabajadores adentro. En el peor momento de la industria, los trabajadores estuvieron. Hoy que todo está dado para que la industria crezca, no puede ser que los dejen afuera”, enfatizó.
“Vaca Muerta solo va a ser sostenible si incluye a los trabajadores como una herramienta central. Si no, la están rompiendo. Y si la tenemos que romper nosotros, no tenemos problema en hacerlo”, completó el líder sindical.