Mientras avanza la ampliación de la terminal aérea, la provincia diseña un esquema de Participación Público-Privada para financiar el nuevo tendido ferroviario, ante la falta de fondos nacionales. Busca atraer inversores a partir de estudios técnicos ya desarrollados por la universidad pública local.
En paralelo a la modernización que duplicará la capacidad de pasajeros en el aeropuerto tucumano, el gobierno provincial avanza en otro proyecto destinado a fortalecer la conectividad del establecimiento. Con apoyos académicos y empresariales, se espera establecer una conexión ferroviaria entre el Aeropuerto Internacional Teniente Benjamín Matienzo y el centro de San Miguel de Tucumán.
La administración local y representantes de distintos espacios coinciden en que es necesario encontrar alternativas que permitan retomar obras de impacto estratégico en un contexto marcado por la limitación de recursos federales. En este marco, se inscribe el plan de construir un tren de cercanías que llegue hasta la terminal aérea.
El esquema contempla un trayecto aproximado de 13 kilómetros y un tiempo de viaje inferior a 20 minutos, lo que apunta a ofrecer una conexión previsible que no dependa del flujo vehicular en los accesos urbanos.
La propuesta técnica que sirve de base fue elaborada por equipos de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), donde definieron un recorrido directo entre el aeropuerto y la Estación Mitre.
El esquema contempla un trayecto aproximado de 13 kilómetros y un tiempo de viaje estimado en menos de 20 minutos, lo que apunta a ofrecer una conexión previsible entre ambos puntos sin depender del flujo vehicular de los accesos urbanos.
A la manera de las ciudades europeas
El interés por reactivar la iniciativa se expresó en una jornada organizada en la Federación Económica de Tucumán, donde especialistas locales y el consultor alemán Alexander Hofmann expusieron modelos utilizados en Europa para movilizar capital privado hacia obras ferroviarias.
Allí se repasaron experiencias que combinan aportes empresariales con supervisión estatal, con acuerdos de largo plazo que permiten recuperar la inversión a partir de la operación de los servicios.
A lo largo del encuentro, Hofmann explicó que el modelo europeo de participación público-privada puede ajustarse a contextos como el argentino mediante contratos que aseguren reglas claras y previsibilidad de ingresos.
Según planteó el especialista, este mecanismo «permite que el sector privado financie y gestione la infraestructura, mientras el Estado conserva el rol regulador».
Asimismo, la Federación Económica de Tucumán impulsa la evaluación de la demanda potencial del servicio, en tanto que la Universidad Nacional de Tucumán aporta los estudios de ingeniería. Esa combinación, sostienen sus impulsores, busca fortalecer la solidez técnica y económica de la propuesta ante eventuales inversores.
Miguel Ángel Cabrera, decano de la FACET, explicó que la universidad cuenta con estudios preliminares capaces de orientar futuras licitaciones y definiciones de diseño. Para el académico, la planificación de obras ferroviarias requiere continuidad, y destacó que infraestructuras que en su momento quedaron inconclusas “pueden retomarse si existe la decisión de invertir y se garantiza un esquema de trabajo sostenido”.
Entre los argumentos que respaldan el proyecto figura la necesidad de ofrecer un nexo de transporte estable hacia el principal aeropuerto de la provincia, que combina vuelos comerciales y movimientos de carga.
La conformación de una mesa de trabajo tripartita integrada por el Gobierno provincial, la FET y la UNT busca consolidar un canal estable de coordinación. Su objetivo es revisar la documentación técnica existente, definir ajustes en el trazado y analizar los requerimientos normativos para avanzar hacia una etapa formal de estructuración financiera bajo el paraguas de las PPP.
La modernización del aeropuerto de Tucumán
En cuanto al proyecto principal para mejorar la capacidad del aeropuerto, ya se registraron los primeros interesados en encarar la obra. Siete empresas constructoras presentaron ofertas que van de los 40.700 a los 54.700 millones de pesos para ejecutar la remodelación integral del Aeropuerto Internacional Benjamín Matienzo.
La iniciativa, valuada oficialmente en casi 48.800 millones de pesos más IVA, prevé ampliar la terminal, sumar nuevas mangas y reforzar la infraestructura operativa, con un plazo de ejecución de 26 meses.
Las propuestas fueron recibidas en Buenos Aires con la presencia de autoridades provinciales, representantes de Aeropuertos Argentina 2000 y del ORSNA. Tras la apertura de sobres, comienza ahora la revisión técnica y económica que derivará en la adjudicación del contrato, un paso que el gobernador Osvaldo Jaldo anticipó que podría concretarse en las próximas semanas.
El proyecto se financiará a través del Fideicomiso de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Aeropuertos, integrado por aportes del concesionario, y contempla una expansión física significativa: la terminal pasará de 8.600 a 10.000 metros cuadrados, la sala de embarque triplicará su superficie y se sumarán dos mangas nuevas para agilizar el embarque y desembarque.
