El sector privado busca un sistema más simplificado para el comercio internacional y pide poner la lupa sobre balanzas y escáneres.
La industria de transporte del país tiene muchos desafíos que afrontar en el corto y mediano plazo, con el agravante de un contexto económico adverso que genera incertidumbre. En el plano internacional, las cámaras empresarias solicitan la agilización de los trámites en los pasos fronterizos, más seguridad en los nodos logísticos principales y mejoras en la infraestructura aduanera. El transporte por rutas y vías navegables traslada el mayor volumen de carga en el país y es el más afectado.
Puntualmente, desde distintas cámaras coinciden en la necesidad de agilizar y unificar los trámites del comercio internacional para los camiones; en los ríos, la apuesta está en seguir sumando escáneres para controlar mejor las cargas internacionales y optimizar las herramientas de seguridad en los puertos del país.
En Argentina, más del 90% de las cargas va por camión. Esto coloca a este tipo de transporte como el de mayor peso en el país y, en consecuencia, el que tiene más demanda. En ese sentido, Dinamicarg pudo dialogar al respecto con Silvia Sudol, directora del Departamento Internacional de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte (FADEEAC).
Las cámaras empresarias solicitan la agilización de los trámites en los pasos fronterizos, más seguridad en los nodos logísticos principales y mejoras en la infraestructura aduanera.
Lo primero que señaló la directiva fue la falta de coordinación dentro de los organismos nacionales que deviene en el deterioro de los pasos fronterizos. “Si tengo que decir cuál es el problema principal del transporte de cargas, serían los pasos de frontera”, señaló Sudol. Y agregó que desde la entidad aspiran a disminuir los tiempos de espera en los cruces más importantes.
“El objetivo es que los pasos como Clorinda con Paraguay, Gualeguaychú con Uruguay, Paso de los Libres con Uruguayana, tengan un funcionamiento parecido a Santo Tomé con Brasil”, expresó y aseguró que agilizar los trámites es una clave para el sector que aspira a que “los camiones puedan circular en plazos de tres a cuatro horas, como en Santo Tomé-Sao Borja”.
Una manera de agilizar los tiempos en los pasos sería reducir los requisitos burocráticos de los documentos que deben presentar los transportistas. En estos momentos, la federación está trabajando para que se elimine la necesidad de que los documentos aduaneros sean apostillados.
Otra cuestión que afecta al sector es el exceso de peso. Desde la federación exigen un control más riguroso con el pesaje de los vehículos de carga que ingresan al país. “Argentina es el país más transitado de la región, pero es el que menos control de peso tiene, las pocas balanzas que tenemos a veces no funcionan”, indicó la directiva.
Actualmente, el límite para los camiones es de 45 toneladas, excepto en los pasos con Paraguay, ya que en diciembre llegó a un acuerdo bilateral para aumentar la capacidad a 48 toneladas. Sin embargo, al no tener los equipos para realizar el pesaje, muchos vehículos ingresan excedidos lo que acelera el deterioro de las rutas.
En esa línea, desde la entidad señalaron que “en los últimos dos años hemos pedido a vialidad nacional que se instale el sistema de pesaje dinámico, en el cual el camión pasa por un escáner y sale un ticket de manera automática; y si estaba excedido de peso, eso va inmediatamente al ministerio, que a su vez envía la multa a la empresa”.
Por supuesto que el contexto macroeconómico no colabora y tiene especial influencia en los costos de los insumos. “Digamos que la falta de competitividad que tiene la Argentina y el problema del no acceso a las divisas, es una tragedia para el sector, porque nosotros tenemos costos en dólares y el argentino está obligado a cobrar el flete por el banco oficial a través de transferencia bancaria al dólar oficial”, apuntó Sudol.
Por último, está el tema de la inseguridad, “sobre todo en Paso de los Libres, Iguazú y también en el paso Cristo Redentor”. Los robos de cargas están en aumento y ya se dan dentro de los propios complejos de terminales.
Según indicó la directora del sector internacional de FADEEAC, este punto genera un doble problema para los privados. “Cualquier ruptura en el precinto de aduana del camión, es considerado contrabando y por lo tanto va a accionar contra la empresa, lo que le genera un doble costo”, concluyó Sudol.
Duro contexto
Si bien la mayoría de las problemáticas que enfrentan son de larga data, este año la coyuntura se presenta desfavorable para el sector en muchos aspectos, por lo que solicitaron diversas medidas al Gobierno nacional.
El año comenzó con la peor sequía de los últimos 60 años, situación que repercutió de manera directa al rubro de los transportistas de cargas, tanto a nivel nacional como internacional.
Según autoridades de las principales cámaras exportadoras, por la mala cosecha de soja la Argentina va a perder 21.000 millones de dólares este año. Por otro lado, la suba en el costo de los insumos y servicios hace perder rentabilidad al sector transportista.