Una consultora internacional y la Agencia Sueca de Contingencias Civiles definieron un ránking de confiabilidad. Uno de los líderes se ve cada vez más en la Argentina y la marca podría lanzarlo oficialmente en 2026.
La seguridad de los autos eléctricos viene ocupando un lugar central en el debate sobre la movilidad. En los últimos años, cada incendio o explosión aislada de un vehículo eléctrico generó alarma entre los conductores. Sin embargo, los estudios más recientes apuntan en sentido contrario: los eléctricos arden mucho menos que los de combustión.
De acuerdo con datos de AutoinsuranceEZ y la Agencia Sueca de Contingencias Civiles, los incidentes por fuego son entre tres y diez veces menos frecuentes en autos eléctricos que en los de gasolina o diésel.
Pese a los temores que aún generan las baterías de litio, los últimos estudios confirman que los autos eléctricos registran muchos menos incendios que los de combustión.
Aun así, las baterías continúan siendo el foco de atención. Su química, basada en litio, puede hacer que, ante un accidente o una recarga defectuosa, el fuego sea más intenso y difícil de extinguir.
Por eso, los fabricantes y organismos como EuroNCAP reforzaron las normas de seguridad, sumando controles térmicos, monitoreo constante y protocolos específicos para reducir riesgos.
El más seguro viene de Corea
Los estudios más recientes sobre fiabilidad y seguridad, elaborados por Yijin Hardware y las pruebas de EuroNCAP, confirman que los modelos eléctricos de 2025 exhiben altos estándares tanto en ensayos oficiales como en la experiencia de uso real.
Entre ellos, el Hyundai Kona Electric se ubica al frente. La consultora lo considera el modelo más seguro del mundo gracias a un registro excepcional: solo dos accidentes reportados sobre casi medio millón de unidades y apenas ocho llamados a revisión en tres años. Con esa estadística, el SUV coreano alcanzó una puntuación perfecta de 100/100.

El Kona Electric también destaca por su estructura reforzada, diseñada para proteger tanto la batería como a los ocupantes. A ello se suman tecnologías de asistencia avanzada, como el frenado automático y los sistemas de ayuda a la conducción, que lo consolidan como una referencia en seguridad.
Los autos eléctricos de Europa también mandan
Los fabricantes europeos mantienen la vara alta. Volkswagen y Volvo sobresalen con sus modelos ID.4 y XC40, respectivamente.
El ID.4 combina una sólida reputación en encuestas independientes, cinco estrellas en EuroNCAP y una baja tasa de accidentes, aunque con más llamados a revisión que sus competidores. Ese equilibrio muestra un fuerte compromiso de la marca alemana con la seguridad y la mejora continua.
El Volvo XC40, por su parte, refuerza la tradición de la firma sueca en seguridad vial. Su sistema City Safety, diseñado para detectar peatones y ciclistas, junto con la robustez estructural del vehículo, lo colocan en niveles de protección similares a los de Volkswagen.
Un SUV que empiueza a verse en la Argentina
Desde Japón, el Toyota bZ4X, cuya importación a la Argentina se incrementó en 2024 y podría ser lanzado por la marca en el país durante 2026, se destaca con un 86% de satisfacción en materia de seguridad según las encuestas y un solo incidente reportado durante el período analizado.

Con cinco estrellas EuroNCAP y sistemas de prevención de accidentes de última generación, el primer SUV 100% eléctrico de Toyota se consolidó como uno de los eléctricos más confiables.
El Ford Mustang Mach-E completa el top cinco con su combinación de alertas inteligentes, frenado de emergencia y una alta puntuación en las pruebas de choque.
Sin miedo a las baterías
Más allá de las estadísticas, los autos eléctricos cuentan con sistemas específicos de protección eléctrica. Uno de los más importantes es el High Voltage Interlock Loop (HVIL), que desconecta automáticamente la batería en caso de accidente para evitar electrocuciones o incendios.
Además, las baterías están selladas y reforzadas para resistir impactos, vibraciones y sobrecargas. Los estudios confirman que los eléctricos presentan menor riesgo de incendio tras un choque que los autos de combustión, principalmente por la ausencia de combustibles inflamables y la acción automática de los sistemas que cortan la alta tensión ante una colisión.




