El gobierno porteño autorizó el uso de tarjetas bancarias y prepagas, ya sean físicas o a través del celular, en los molinetes de las líneas de subte. Con poco tiempo de su implementación, el esquema ya da señales positivas.
Hace casi tres semanas, la tarjeta SUBE dejó de ser el único medio de pago en el subte de la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno porteño autorizó la opción de comprar los pasajes con tarjetas de crédito, débito o prepagas, con los plásticos o a través de billeteras digitales. La medida apuntó a terminar con el monopolio del sistema público en el transporte de pasajeros urbano y fortalecer el uso de medios de abono a través del celular. Y lo está logrando.
Lo cierto es que el cambio ya dio señales de éxito: a tan solo unos días de su implementación, el 20% de los pasajes se comercializaron con tarjetas bancarias o fintech, según fuentes del sector.
Si se considera que en promedio se realizan 20 millones de viajes mensuales en el subte, esto representa alrededor de 4 millones de pasajes pagados con estos medios.
Aunque las cifras exactas no han sido divulgadas, el impacto inicial es significativo, sobre todo teniendo en cuenta el impacto que tuvieron en la demanda los últimos aumentos en los pasajes: la cantidad de pasajeros cayó de manera importante.
El sistema de validación comenzó con 111 molinetes habilitados de los 620 existentes en toda la red. Pero enseguida, ante la alta demanda, se sumaron 35 adicionales, lo que contribuyó a un aumento inmediato en el uso de estas opciones de pago. Fuentes cercanas al proyecto estiman que la limitación actual para un crecimiento mayor radica, justamente, en la cantidad de accesos disponibles.
Esto sugiere que, con una ampliación progresiva, podría incrementarse el porcentaje de usuarios que optan por las tarjetas bancarias, en desmedro de la SUBE, que recientemente incrementó el saldo negativo, si se quiere una ventaja comparativa que llega algo tarde y todavía sigue siendo por un monto relativamente acotado: $1.200.
En contraste, en esta primera etapa los medios de pago bancarios ofrecen un beneficio muy superior, a partir de descuentos y promociones que permiten reducir sensiblemente el costo del viaje, que actualmente está a $745.
Promociones y beneficios sin tarjeta SUBE
El uso de débito lidera entre las alternativas disponibles, seguido por las tarjetas de crédito y, en último lugar, las prepagas. Este comportamiento refleja el panorama general en el país, donde el débito supera al crédito en cantidad de transacciones.
Según el Reporte de Pagos Minoristas del Banco Central, en octubre se realizaron 234,5 millones de operaciones con débito frente a 162,3 millones con crédito. En cuanto a prepagas, el volumen fue menor, con 42,3 millones de transacciones registradas.
Las promociones desempeñan un papel clave en la adopción de este sistema. Empresas como Mastercard y Visa ofrecen descuentos significativos que, en algunos casos, alcanzan el 100% del costo del pasaje.
Por ejemplo, Banco Nación permitió viajar gratis a los clientes que utilicen sus tarjetas. En la banca privada, en tanto, entidades como el Galicia ofrecieron rebajas de 65%. Esta estrategia también la han adoptado otros bancos y fintech, que buscan atraer usuarios mediante reintegros y beneficios adicionales.
Otro de los casos destacados es el de Lemon, una plataforma que permite pagar los viajes con pesos o criptomonedas como Bitcoin, USDC y USDT. Además, otorga cashback doble en pesos o hasta un 2% en Bitcoin. Este tipo de innovación amplía las opciones disponibles y podría atraer a un público que busca alternativas más tecnológicas o diversificadas.
Mercado Pago también se sumó con descuentos del 75% en los viajes pagos con su tarjeta Mastercard, ya sea física o virtual. El tope mensual para estas transacciones es de $18.000, lo que convierte esta opción en una de las más atractivas para usuarios frecuentes del subte.
Las promociones refuerzan la idea de comodidad y ahorro como factores clave para aumentar el uso de tarjetas.
En el caso del Banco Ciudad, los usuarios pueden acceder a un 100% de reintegro en los viajes hasta el 31 de enero de 2025, con un límite semanal de $12.000. Por último, Brubank y Banco Comafi también ofrecen beneficios similares, consolidando una competencia entre las entidades financieras para captar más clientes en este segmento.
