El precio mundial del oro transita un periodo alcista, pero el impacto que tiene en la producción nacional del metal es indirecto. Si bien hubo un mes donde creció la extracción de mineral, en julio cayó otra vez.
La conflictividad global elevó el precio del oro en todo el mundo y durante agosto y el principio de septiembre se mantuvo por encima de 2.500 dólares la onza. En la segunda quincena de septiembre volvió a marcar otro récord: USD 2.628.
Esto tuvo un impacto en la minería local que se enfoca en este metal, pero no la que podría adivinarse a simple vista. Es que la productividad creció por primera vez en un año en junio, pero luego volvió a caer en julio, según el Indec.
Estas variaciones no están vinculadas directamente al precio internacional, explicaron fuentes del sector metalífero argentino a Dinamicarg. “La productividad está programada a mediano y largo plazo, no varían los planes de minado por cambios en el valor del commoditie”, aclararon.
Esto quiere decir que el alza del 4,7% en la cantidad de onzas extraídas que midió el INDEC en junio, que difundieron en agosto, ya estaba planificado desde, al menos, 2023. Esto se replica en la mayoría de los proyectos mineros, que traza objetivos con anticipación, y en especial los que dependen de grandes empresas, como Barrick y Newmont Gold, que operan las minas Veladero y Cerro Negro, respectivamente.
Lo mismo sucede con los valores del mes siguiente, cuando la extracción de oro y plata cayó un 8,5% interanual. Este valor también está vinculado a que fue el mes más frío del año, en un periodo con más nevadas que en 2023, por lo que los proyectos de mayor altura vieron afectada su productividad por el clima.
En cambio, hay una serie de efectos positivos para la minería del oro local que se verán también en el largo plazo. Es que, en principio, un mejor valor internacional alarga la vida útil de los proyectos. A la vez las acciones de las dos principales empresas operadoras crecieron, lo que aseguran que impactará en la capacidad de seguir invirtiendo.
Comportamiento del precio del oro
En el trimestre junio, julio y agosto, el precio internacional del oro protagoniza un aumento constante, que hizo que alcanzara un récord de 2.532 dólares la onza el 20 de agosto.
El nuevo valor histórico llegó este 23 de septiembre, cuando el precio internacional supero los 2.600 dolares por primera vez, siendo que empezó el 2024 en poco más de 2.000 dólares, llegó a los 2.200 en marzo y luego empezó una escalada al precio actual.
Todo está vinculado directamente con la situación internacional política y económica. Los conflictos bélicos en medio oriente, la guerra entre Rusia y Ucrania que no parece tener un fin cercano impulsan los valores del commoditie.
A la vez, Estados Unidos transita un proceso inflacionario, lo que también lleva al mercado a refugiarse en metálico y eleva nuevamente el precio del oro a nivel internacional. Aun así, para el CEO de Barrick, quien habló en una conferencia internacional sobre el tema, este punto es “parte del desastre” global que genera más incertidumbre y por lo tanto eleva precios.
Cómo impacta en la producción argentina de oro
En el país hay 10 proyectos de oro en producción, de estos, Veladero, Cerro Negro y Cerro Vanguardia explican más del 75% de la exportación. Este metal compone más del 70% de las exportaciones de minerales del país si se mide en cantidad de dólares generados.
En la actualidad los grandes proyectos están atentos al valor del oro, pero todavía no están cambiando sus planes de minado y extracción al respecto de esto. Sí puede traducirse en una revalorización de sus empresas madres.
En los últimos seis meses, las acciones de Barrick Gold subieron un 46,7% su valor, las de Newmont 21,88% y las de Ashanti Gold un 63%. Esto, aseguraron desde el sector, les da solidez a los proyectos y además un aire a las empresas para volver a invertir.
Los nuevos fondos sirven para que las firmas apuesten a nuevos yacimientos o vuelquen en exploración de nuevas zonas cercanas a las minas que tienen funcionando, alargando su vida útil.
Otra forma en la que se puede extender el trabajo en las zonas que ya están produciendo, es porque se vuelve rentable nuevo material que antes no lo era.
Es que en los yacimientos hay partes en las que la ley (concentración de la parte valiosa en el resto) es muy baja como para que sea económico extraerlo a un valor de mercado más bajo. En cambio, cuando la onza sube, la ecuación económica hace que esas zonas menos ricas, sean explotables.
Ahí es cuando la organización a mediano y largo plazo vuelve a ser clave. Un proyecto minero que tiene una zona con baja ley, pero que analiza que contará con un buen precio, arma sus planes de minado incluyendo la extracción de estos también.
En general, las minas tienen un valor de referencia, que es promedio, con el que calculan y deciden qué parte extraerán y cuál no. Mark Bristow explicó esto durante una conferencia en Estados Unidos.
“Cuando tomas un precio más alto del oro, comienzas a minar mineral marginal”, explicó. Esto dependerá del costo que tenga para la empresa, ya que debe ampliar también su capacidad de producción, lo que tiene un costo que debe justificarse.
Por eso se trabaja a largo plazo y no cambian los planes con meses como este agosto alcista. “Los gerentes de mina cada año deben entregar una ecuación de valor para sus operaciones y explicar por qué creen que deben hacer algo diferente”, dijo.
