El gobernador de Río Grande do Sul avaló la posibilidad ante la caída de la producción de los pozos bolivianos, que deja infraestructura de transporte ociosa. La reversión del Gasoducto del Norte es clave.
Brasil sigue de cerca la evolución de las producciones de gas en Bolivia y la Argentina. Mientras la caída del volumen de gas boliviano es cada vez más pronunciada, las proyecciones que arroja Vaca Muerta aumentan de manera exponencial. Y esto cambia de manera radical la ecucación.
Es que en el gigante latinoamericano ven en Vaca Muerta y en la infraestructura de transporte ociosa de Bolivia una oportunidad para seguir abasteciéndose de gas a precios competitivos en el sur del país.
En ese sentido el canciller Santiago Cafiero y el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, destacaron el jueves que el desarrollo de la infraestructura energética facilitará la provisión de gas a ese estado del sur brasileño a precios competitivos, beneficiando a los consumidores y a los sectores productivos.
La reversión del Gasoducto del Norte es clave para poder exportar los excedentes de la producción de gas de Vaca Muerta a Brasil ante la caída de la producción en Bolivia.
Durante el encuentro que mantuvieron en el Palacio San Martín, ambos funcionarios destacaron la intensa relación económica y comercial entre ambos países, y en particular con ese Estado brasileño, en la que resalta la participación de productos e insumos con valor agregado y un importante grado de complementariedad de ambas industrias, sobre todo la automotriz.
De hecho, Rio Grande do Sul es el principal socio comercial de Argentina en Brasil y la Argentina es el principal socio comercial del «estado gaúcho».
En el primer semestre del año la balanza bilateral registró superávit para la Argentina por 697 millones de dólares, a partir del incremento interanual del 8% de las exportaciones, que alcanzaron los 1.295 millones de dólares.
El principal destino de las exportaciones argentinas a Brasil en los primeros 6 meses del año fue Rio Grande do Sul así como también la Argentina fue el primer origen de las importaciones de ese estado con una participación del 19%.
Asimismo, durante el encuentro ambos funcionarios remarcaron la importancia de la construcción de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, el cual será clave para lograr el autoabastecimiento energético y contar con excedentes, con vistas a reanudar las exportaciones de gas natural a Brasil.
Así, destacó el gobernador Leite, las inversiones y el financiamiento brasileño en el sector energético argentino, en particular las destinadas a infraestructura de transporte de gas, resultarán en beneficio de ambos países, facilitando la provisión de gas a Rio Grande do Sul a precios competitivos, beneficiando a los consumidores y a los sectores productivos.
Invertir la dirección del gas
En la actualidad, gran parte del abastecimiento de gas regional depende de las reservas bolivianas, pero a partir de 2024 el suministro deberá ser complementado con otra fuente.
Ante este escenario, recientemente la secretaria de Energía, Flavia Royón, se reunió con el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen Tapia, para barajar alternativas.
Vaca Muerta es la segunda formación a nivel mundial y se posiciona casi de manera lógica como la próxima gran proveedora. A sus vastas reservas se le suman las distintas inversiones e iniciativas vinculadas a potenciar la capacidad de transporte, como la puesta en funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner.
De todas maneras, para que los recursos de la Cuenca Neuquina lleguen a la infraestructura ociosa de Bolivia, más allá de lo que decida YPFB, es fundamental la reversión del Gasoducto Norte y su avance se espera con expectativas desde ambas naciones.
La idea es que el ducto boliviano que trae gas a Argentina desde 1971, modifique su dirección para que el gas de Vaca Muerta llegue hasta Santa Cruz de la Sierra, y allí se conecte con el ducto que desde principios de este siglo lleva gas desde Bolivia a Brasil por Puerto Suárez, la frontera sur con ese país.
Bolivia debe definir ahora si alquila sus ductos para exportaciones de Vaca Muerta o, en cambio, compra el gas argentino y para luego revenderlo a Brasil.