Sus «pétalos» fotovoltaicos se despliegan cuando sale el sol y se mueven para lograr el mejor ángulo de captación. Tiene una eficiencia 40% mayor que los paneles trdicionales y hay una versión para cargar autos eléctricos.
Al pensar en paneles o placas de energía solar, lo habitual es hacer referencia a los modelos clásicos que se sitúan en estructuras montadas en los tejados, en espacios disponibles en edificios y solares o en grandes parques de generación fotovoltaica. Sin embargo, el Smartflower POP comenzó a cambiar esta percepción.
Se trata de un sistema fotovoltaico inspirado en los girasoles. Posee ‘pétalos’ de paneles solares que se despliegan cuando sale el sol por la mañana y es capaz de producir entre 3.400 y 6.200 KWH al año lo que cubre por completo el consumo medio de electricidad de un hogar en Europa.
El dispositivo fotovoltaico denominado smartflower POP, es un sistema inspirado en la naturaleza. Siguiendo el comportamiento de los girasoles, tiene 12 pétalos de paneles solares que se despliegan de manera automática por la mañana y se repliegan por la noche.
“La naturaleza nos proporcionó nuestra inspiración, como tantas otras innovaciones”, explicó el director ejecutivo de SmartFlower, Alexander Swatek, al presentar el nuevo dispositivo.
El SmartFlower se monta en el suelo en pocas horas, comparado con una instalación en el techo de una vivienda. Incluye un seguidor de doble eje para que pueda orientarse hacia el sol durante todo el día y maximizar de esta manera su producción de energía. al tener siempre el mejor ángulo a la hora de captar la luz solar.
Según el sitio web de la compañía que los produce, esta capacidad de seguir al sol se traduce en un aumento del 40% en la producción de energía con respecto a un sistema de paneles solares de techo de tamaño similar.
Las células solares se agregan a estos 12 pétalos y cuando se cierran al final del día, también se limpian con cepillos agregados en la parte posterior de cada panel.
El innovador dispositivo es capaz de producir entre 3.400 y 6.200 KWH al año, lo que equivale al consumo promedio anual de un hogar en Europa.
Totalmente desplegada, la “flor” forma un círculo que abarca una superficie de 18 metros cuadrados.
El SmartFlower es de fabricación australiana, pero ya se ha expandido por distintos lugares del mundo. Su versión +Plus actualizada es exactamente igual que la versión base, pero incluye una batería para almacenar la energía solar. En tanto otra de sus versiones, el SmartFlower EV, fue diseñada para cargar un auto eléctrico.
Los módulos cuentan además con retroventilación, por lo que su refrigeración es un 10-20ºC superior a las instalaciones tradicionales sobre el tejado. Así su rendimiento se incrementa entre un 5% y un 10%.
A partir de los 54 km/h de viento, se repliega de forma automática para evitar posibles daños. En cuanto amaina el viento, la instalación se vuelve a desplegar sin necesidad de alguna intervención humana.
La energía solar y otras renovables en la Argentina
La Argentina se ubica en el cuarto lugar entre los países latinoamericanos con mayor capacidad eólica y solar en producción, según un informe de la organización sin fines de lucro estadounidense Global Energy Monitor, que destacó el potencial de la región para incrementar su capacidad renovable en más de 460% para 2030.
Según el informe, Brasil -con 27 gigawatts (GW) de producción eólica y solar- se ubica como el líder de la región en las energías renovables, seguido por Chile (20 GW), México (10 GW) y Argentina (5 GW).
En tanto, Chile (37%), Uruguay (35%) y Honduras (30%) son los países donde ambos tipos de generación eléctrica representan el mayor porcentaje de la capacidad total.
De cara al futuro, el reporte destaca que la capacidad solar y eólica de la región podría incrementarse en un 460%, de incorporarse 319 GW en nuevos proyectos anunciados, en etapa previa a su construcción o en pleno proceso de construcción.
Esto representa casi un 70% de crecimiento sobre la capacidad eléctrica total –de todas las fuentes- que posee la región, de 457 GW.
Los factores naturales ayudan pues en la mayoría de los países hay una “alta irradiación solar y un gran potencial para el desarrollo eólico marino”.
