Consultor Ferroviario. Director de Rieles Group.

El pasado 10 de marzo se cumplieron 30 años desde aquel día que nuestro querido país dejaba de tener servicios ferroviarios de pasajeros que comunicaban diariamente nuestras provincias con la capital federal.

En estos 30 años que han pasado todavía seguimos teniendo en algunos casos la misma percepción para un sector político que el sistema de servicios ferroviarios sigue siendo un gasto y no una inversión que repercute directamente en las economías regionales y obviamente en la nacional.

Ahora bien, si uno se sitúa a fines de los 90´s desde los medios de prensa y el poder político que se encontraban en el poder decían día tras día la suma millonaria que perdía el estado por tener funcionando el sistema ferroviario.

Fue así como, en agosto de 1989, durante la presidencia de Carlos Menem, se promulga la Ley 23.696 de Reforma de Estado, que proponía la privatización o concesión de las empresas del estado. Posteriormente el decreto 666/89 daba cumplimiento a la ley anteriormente mencionada, entregando en concesión los ferrocarriles.

Siempre trato de utilizar la frase “Memoria para Recordar”, para que al sector no le vuelva a pasar todo lo que había vivido en la década del 90.

En este punto en particular leemos la palabra concesión, y esto se lo debemos a la gran labor llevada adelante por el Diputado Nacional Lorenzo Pepe, que con su lucha pudo cambiar privatización por concesión, ya que, si hubiese quedado de esa manera los bienes inmuebles, equipamiento y material rodante se hubiesen vendido y el estado nunca más podría haberse hecho cargo nuevamente del sistema ferroviario.

tren de carga
En lo que va del año Trenes Argentinos Cargas (TAC) transportó 2.884.005 toneladas de carga.

Si uno habla de decretos relacionados al sector ferroviario, todos vamos a coincidir que el más nefasto y destructivo que existió fue el decreto 1168/92 el cual ordenaba una abrupta disminución de los servicios ferroviarios a partir del 31 de julio de 1992. Luego el 15 de diciembre de 1992 se firma otro decreto 2388/92 que prorrogaba el fin de los servicios hasta el día 10 de marzo de 1993.

Cabe destacar que todo lo vivido durante estos 30 años los ferroviarios han sido marcados profundamente y cada cosa vivida se debe tener presente y recordarla para que cuando algún sector político quiera repetir decisiones como las que se hicieron, se pueda decir Nunca Más.

Siempre trato de utilizar la frase “Memoria para Recordar”, para que al sector no le vuelva a pasar todo lo que había vivido en la década del 90.

La tarea de recuperación

Hoy se está viviendo en el sistema ferroviario la clara decisión política y concreta para la recuperación de los servicios de larga distancia y regionales; con la incorporación de nuevo material rodante, más inversión en la industria ferroviaria nacional, incorporación de nuevas tecnologías y lo más importante la mejora constante en la capacitación del personal ferroviario.

Por otra parte, se está trabajando en la articulación del sistema ferroviario de cargas con los otros modos de transporte con el fin de lograr un eje principal para el desarrollo del transporte, siendo el ferrocarril esa punta de lanza tan necesaria.

Esto es un desafío de todos los que integramos el sistema ferroviario, tenemos que dejar de lado si está presente el estado o el privado o ambos; la única forma de recuperar todo lo perdido es trabajar día a día en la recuperación de nuestro querido ferrocarril y que todo lo vivido nos sirva para no permitir que ningún gobierno, político u organismo internacional nos diga que “Ramal que para Ramal que cierra”.

Si se sigue trabajando codo a codo todo el sector ferroviario, desde el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales, los sindicatos y empresas se logrará una vez por todas que “El Ferrocarril sea no solo el eje principal del transporte, sino que además el actor principal de nuestra economía y crecimiento”.

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