En los primeros dos meses del año se relevaron 10, la mayor cifra de los últimos años. Los especialistas explican que son inducidos por el fracking en el yacimiento y advierten que la tendencia se acentuará si no se intercede.
La producción hidrocarburífera en Vaca Muerta se aceleró a partir de 2019 y tiene una correlación directa con el incremento de los temblores en Neuquén. Según el Observatorio de Sismicidad Inducida, los terremotos representan un fenómeno nuevo para la región que debe ser atendido e investigado.
Las características que presentan estos movimientos en la corteza terrestre se explican por el incremento en las etapas de fractura que requieren los pozos de shale. A diferencia de los sismos “naturales”, la actividad registrada en la zona tiene epicentros en un radio de 15 kilómetros de las áreas de perforación y son de escasa profundidad.
El último suceso se produjo el domingo 12 de febrero por la madrugada en la localidad neuquina de Sauzal Bonito.
Asimismo, mientras que los terremotos donde no interviene la acción humana tienen una media de 100 kilómetros, los de Vaca Muerta son de 6 kilómetros. Por ello, los investigadores concluyen que lo que sucede en el norte patagónico son “sismos inducidos”.
Así lo catalogaron los especiualistas del observatorio, quienes explicaron que esta sismicidad se origina por la presión del agua y la arena silícea que se inyecta para perforar los pozos. A ese escenario, se le suma que existen sitios más susceptibles de desencadenar sismos por la presencia de fallas naturales preexistentes.
Para ejemplificar la relación entre la producción de gas y petróleo con la actividad geológica, los especialistas señalaron que en la fase inicial de la exploración (entre 2015 y 2018), solo se habían detectado dos sismos en la zona. Mientras que en los primeros dos meses de este 2024, ya se relevaron 10 temblores.
El último suceso se produjo el domingo 12 de febrero por la madrugada en la localidad neuquina de Sauzal Bonito.
Según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), tuvo una magnitud de 2,5 grados en la escala de Richter, se registró a las 04:45 horas y a una profundidad de seis kilómetros.
Su epicentro se produjo aproximadamente 25 kilómetros al oeste del pueblo, 66 kilómetros al noreste de Zapala y a 108 kilómetros de Neuquén Capital.
En febrero, ya se detectaron cuatro eventos, mientras que enero tuvo seis.
Desde la entidad, destacan que durante todo el año pasado, la provincia sufrió 82 sismos en todo su territorio. De ese total, solo 15 fueron producidos naturalmente y los restantes 67 están asociados a la fractura hidráulica.
El riesgo de un gran sismo en Vaca Muerta
El interrogante que surge a partir de la mayor frecuencia e intensidad con las que se registran estos fenómenos es que alcance pueden tener y cuál es el riesgo asociado.
En diálogo con Diario Río Negro, Guillermo Tamburini Beliveau, investigador de Conicet y doctor en Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), abordó la problemática.
El especialista señaló que “estamos ante un fenómeno nuevo con un crecimiento exponencial. Hay una ley básica de la sísmica que supone que cada 10 sismos de una determinada magnitud, se espera tener otro de una magnitud superior”.
“Entonces si tenemos sismos de magnitud 4, empezamos a proyectar uno de magnitud 5. Cuando tengamos varios de magnitud 5 empezamos a prever uno de 6. Si, además, cada año la industria está en expansión y aplica procesos más agresivos, potencialmente tendremos más sismos y de mayor intensidad”.
A raíz de las primeras apariciones de los sucesos, el gobierno de Neuquén puso en marcha una política integral de riesgo, a partir de la sanción de la ley provincial N° 2713 de 2010. Esa normativa establece una red provincial de riesgo con el fin de intervenir, prevenir y actuar ante eventuales desastres naturales.
Además, se publica semanalmente un informe sobre los movimientos detectados en la provincia. Se elabora a partir de la información recolectada del Sistema Integrado de Monitoreo Volcánico de la Provincia y la Red Nacional del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).