Las operaciones están suspendidas desde la noche del lunes. Más de 100 trabajadores fueron evacuados del yacimiento por precaución. La reapertura dependerá de los resultados de un relevamiento técnico en 80 kilómetros de galerías subterráneas.
Un sismo de 5.2 grados sacudió el sudoeste de la provincia de Santa Cruz el lunes a la noche, obligando al Gobierno provincial a activar protocolos de emergencia y a los responsables de YCRT a interrumpir la actividad en su yacimiento de carbón.
La medida incluyó la evacuación del personal de la mina de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), mientras que desde el estado provincial dispusieron la suspensión preventiva de clases poara este martes en toda la zona afectada.
La suspensión de tareas en YCRT se mantendrá hasta que finalicen las inspecciones en los más de 80 kilómetros de galerías subterráneas que tiene el yacimiento.
El movimiento telúrico se registró a las 21.47 y, según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), tuvo su epicentro a 7 kilómetros al noreste de Río Turbio y a 127 kilómetros al sur de El Calafate, con una profundidad de 19 kilómetros.
En términos de intensidad, fue catalogado como de media a moderada en Río Turbio, con efectos como oscilación de objetos colgantes, puertas y líquidos.
En un comunicado urgente, el Gobierno provincial confirmó que “no se registraron daños materiales de consideración”, aunque se supsendieron las clases por prevención.
Del mismo modo, desde la intervención de YCRT se dispuso la evacuacón inmediata del yacimiento en cumplimiento de los protocolos de seguridad minera.
“Durante la jornada del martes, personal de Bomberos y entes públicos recorrerán instituciones de la cuenca carbonífera para evaluar posibles daños estructurales”, adelantaron desde el Ejecutivo.
En ese marco, también se suspendieron las clases en todas las escuelas de la región para facilitar las inspecciones técnicas en los edificios y las cañerías.
Evacuación preventiva en YCRT
En el caso de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, “evacuamos a los trabajadores del interior de mina. Tenían varias horas de producción. Juntando todo el personal, son alrededor de 100 personas”, explicó el interventor de YCRT, Pablo Gordillo.
La suspensión de tareas se mantendrá hasta que finalicen las inspecciones en los más de 80 kilómetros de galerías subterráneas que tiene el yacimiento.
“El operativo está a cargo de la brigada que maneja todo lo relativo a la seguridad en conjunto con los geólogos”, detalló Gordillo a La Opinión Austral.

“En base al relevamiento, se determinará cuándo se retomarán las actividades. Si se detecta riesgo de derrumbe, la inactividad continuará el tiempo que sea necesario”, agregó el interventor de la empresa del Estado Nacional.
El equipo de inspección está compuesto por más de diez especialistas, entre técnicos, geólogos y personal de seguridad, desplegados estratégicamente para cubrir toda la estructura interna de la mina.
No es la primera vez que YCRT activa este tipo de protocolos: ya lo había hecho tras un sismo de 7.5 grados con epicentro en Puerto Williams (Chile).
Alerta entre la población
Aunqe no se reportaron situaciones graves, el temblor generó una fuerte alarma entre los habitantes de la Cuenca Carbonífera de Santa Cruz, una región poco acostumbrada a movimientos de esta magnitud.
“No hay ningún dato preocupante hasta ahora. La información se actualiza internamente cada una hora aproximadamente, pero debemos esperar que se siga trabajando”, indicó Gordillo.
La reapertura de la mina dependerá de los resultados del relevamiento técnico. Mientras tanto, no se reanudará la extracción de carbón y el personal administrativo tampoco se presentó a trabajar este martes.
Además de la suspensión de clases, la provincia emitió una serie de recomendaciones para la población ante posibles réplicas.
El intendente de Río Turbio, Darío Menna, publicó en X: “Ponete calzado para moverte. Revisá conexión de gas. Alejate de edificios dañados”.
Este sismo ocurrió pocos días después del terremoto de 7.5 grados en el océano, con alerta de tsunami en Chile, registrado el 2 de mayo al sur de la isla de Tierra del Fuego. En ese caso, la navegación fue suspendida por varias horas y se ordenó evacuar las zonas bajas de Puerto Almanza, en la costa este del Canal Beagle.