El CEO de la compañía, Wael Sawan, señaló que el gas natural licuado será su principal foco, reforzando su función como combustible de transición y sustituto del carbón. Al mismo tiempo, el proyecto Argentina LNG se consolida como una de las iniciativas más ambiciosas de la firma.
En una presentación ante el Economic Club of New York, el CEO de Shell, Wael Sawan, subrayó que el gas natural licuado (GNL) será el pilar central de la estrategia de la compañía durante los próximos diez años.
Según el ejecutivo, la empresa concentrará su expansión en proyectos de gas natural que generen rentabilidad y reduzcan emisiones, especialmente en mercados donde el carbón sigue siendo predominante.
Shell prevé un aumento del 60% en la demanda global de GNL hacia 2040, lo que elevará su participación en las ventas mundiales de gas natural del 13% actual a cerca del 20%.
“El GNL será nuestra principal contribución al sector energético mundial, tanto en valor como en mitigación de emisiones”, sostuvo Sawan, destacando su potencial como sustituto del carbón en economías asiáticas como India y China.
La firma prevé un aumento del 60% en la demanda global de GNL hacia 2040, lo que elevará su participación en las ventas mundiales de gas natural del 13% actual a cerca del 20%.
Sawan afirmó que Shell está “absolutamente comprometida con este sector” y que su plan de inversiones incluye desarrollos en Abu Dabi, Nigeria, Canadá y otros puntos estratégicos.
El giro estratégico de Shell
Desde su asunción en enero de 2023, Wael Sawan ha reorientado la estrategia corporativa hacia el gas natural y el GNL, priorizando rentabilidad y competitividad frente a rivales como BP, TotalEnergies y ExxonMobil.
Esta orientación implicó una reducción gradual de la participación en proyectos eólicos, solares y de bajas emisiones, aunque la compañía mantiene que el GNL cumple un rol complementario en la transición energética.
“El gas es una solución inmediata para disminuir las emisiones globales, especialmente en regiones que dependen del carbón. Es una opción realista, escalable y financieramente viable”, señaló el CEO.
Expansión y proyectos clave
Entre las iniciativas destacadas, Shell evalúa la segunda fase de LNG Canada, la primera gran planta de exportación de GNL en la costa oeste de América del Norte.

Sawan destacó el apoyo político y regulatorio del gobierno canadiense, al que calificó como “singularmente favorable”. No obstante, la decisión final de inversión (FID) dependerá de la evolución del mercado y la capacidad global de GNL.
En 2024, Shell despachó más de 70 millones de toneladas métricas de GNL, consolidando su liderazgo mundial en producción, transporte y licuefacción en más de 20 países. La compañía apuesta a proyectos modulares y flotantes de bajo costo, en línea con tendencias globales de descarbonización.
GNL en Argentina: Vaca Muerta como hub global
En paralelo, el megaproyecto Argentina LNG, ubicado en Río Negro, se perfila como una de las iniciativas más ambiciosas de la industria energética local.
Liderado por YPF en asociación con la italiana ENI y en breve también con una gigante árabe, el plan contempla una estructura escalonada que combina inversión extranjera, infraestructura compartida y acuerdos con compañías internacionales.
Recientemente se anunció que fases 2 y 3 se ejecutarán de manera integrada, permitiendo compartir infraestructura clave, reducir costos y acortar plazos de ejecución. La fase 2, a cargo de YPF y Shell, alcanzará 6 millones de toneladas anuales, mientras que la fase 3, asociada con Eni, llegará a 12 millones de toneladas.
El Project Development Agreement, firmado en La Haya en diciembre de 2024, recalibró la proyección inicial de 12 a 6 millones de toneladas anuales para la fase 2. La inversión estimada asciende a 12.000 millones de dólares, y se prevé el uso de una unidad flotante de licuefacción (FLNG) para acelerar los tiempos de ejecución.
El gas proveniente de Vaca Muerta se transportará mediante un gasoducto de 580 kilómetros hasta la terminal en Sierra Grande, Río Negro, con operaciones previstas para 2029.
La apuesta por el GNL refuerza la posición de Shell como líder tecnológico y financiero en el mercado energético global, al tiempo que contribuye a la transición hacia una matriz más limpia.



