El proyecto se financiará con parte del crédito que se acaba de acordar con el BID. Beneficiará a unos 800 mil habitantes y agilizará la circulación de camiones del Mercosur.
El proyecto para hacer un segundo puente Chaco-Corrientes sobre el río Paraná, clave para los habitantes dfe las dos capitales provinciales y para el transporte de carga del Mercosur, acaba de dar un importanto paso hacia su concreción, al quedar asegurada la financiacion de la obra.
En su gira por Washington, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, confirmó que acordó un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 650 millones de dólares. Parte de esos fondos se destinarán a la construcción del nuevo cruce. El acuerdo incluye también la ampliación de la represa de Salto Grande y otros proyectos.
«Esto tiene por objetivo central completar un cupo de 1.300 millones de dólares de aquí a fin de año de financiamiento adicional del Banco Mundial y del BID, que de alguna manera para la Argentina son fundamentales para seguir fortaleciendo reservas, pero además seguir financiando proyectos para el desarrollo», resumió Massa desde Washington.
El proyecto promete optimizar la circulación entre las rutas nacionales 11 y 12, dos de las arterias clave para el comercio en el Mercosur; al tiempo que mejorará las condiciones de conectividad para los caminos vecinales.
La semana pasada ya habían cumplido con otros dos pasos necesarios para avanzar en la iniciativa del nuevo cruce: se realizaron las audiencias informativas abiertas a la comunidad.
Durante dos jornadas presentaron los detalles del proyecto que propone construir un nuevo puente y accesos sobre el río Paraná de modo de permitir establecer una mejor conexión física entre las ciudades de Resistencia y Corrientes, dos de las más importantes del NEA.
Mediante la ejecución de las obras contempladas en el proyecto se optimizará la circulación entre las rutas nacionales 11 y 12 y se lograrán mejores condiciones de conectividad para los caminos vecinales.
Además de reducir los tiempos de traslado de los habitantes que hasta el momento cuentan con una única conexión física entre las dos cxapitales provinciales, la concreción del proyecto beneficiará fuertemente el comercio e intercambio de cargas con países vecinos.
La optimización de la circulación sobre estas vías es considerada clave para el comercio bilateral con Brasil. En especial la Ruta Nacional 12, uno de los corredores viales por donde pasa la mayor parte del transporte de carga del Mercosur y que se halla en este momento en el medio de una fuerte disputa entre la empresa concesionaria, Caminos del Río Uruguay (Crusa) y Vialidad Nacional por la falta de obras de mantenimiento en medio de acusaciones cruzadas. La concesión vence en octubre próximo y el futuro es pura incertidumbre.
El proyecto del segundo puente Chaco-Corrientes
La iniciativa, que según aseguran sus impulsores beneficiará a 800.000 habitantes, contempla la construcción de un puente atirantado, de 772 metros de longitud y 25,7 metros de ancho, sobre el río Paraná con viaductos de acceso que alcanzan un total de 5,6 kilómetros.
A las mencionadas obras se suma la ejecución de 34,4 kilómetros de una nueva autopista con dos carriles por sentido de circulación para vincular la Ruta Nacional 11 con la Ruta Nacional 12.
Además, está previsto avanzar en la construcción de cinco distribuidores, dos de ellos situados en la provincia de Chaco, en las intersecciones con la Ruta Nacional 11 y con la calle Urquiza.
Los tres restantes se harán en la provincia de Corrientes, en las intersecciones con la Ruta Nacional 12, con el acceso al Parque Industrial y con la avenida Payé en el barrio Esperanza. Asimismo, la iniciativa también contempla la realización de dos puentes cajón, uno por cada margen del río, que permitirán el cruce de las calles vecinales; un puente sobre el Ferrocarril Urquiza además de calles colectoras para la conectividad de caminos zonales. También están previstos trabajos de protección hidráulica.