Para el traslado de una fábrica de plásticos de EE.UU hizo falta un convoy de siete trenes. Lo más complejo: módulos de horno de 91 metros de largo y más de 52 de alto.
En Estados Unidos realizaron el traslado de la carga más pesada de la historia: los equipos de una planta productora de plásticos. El proyecto, que comenzó a diagramarse en 2019, marcó un récord mundial para el transporte de carga y la logística, al alcanzar las 8.500 toneladas de peso movilizado.
La operación estuvo a cargo de la compañía holandesa Mammoet, que se dedica al transporte de inmensas estructuras de grandes pesajes en diferentes países. Mientras que el encargo llegó de parte de Gulf Coast Growth Ventures, firma fabricante de plásticos originaria de San Patricio, Texas, que mudó toda su estructura.
Se solicitó a Mammoet que suministrara hasta 800 líneas de ejes para los trenes para evitar contratiempos.
Entre todas la instalaciones y equipos que fueron movilizados por más de ocho kilómetros, se destaca el traslado de cuatro hornos gigantes específicos para la fabricación de la materia prima, que representaron el desafío de mayor envergadura para el proyecto.
Estos módulos miden aproximadamente 91 metros de largo por 43 de ancho y se elevaban más de 52 de alto. Para tomar dimensión de lo que implicó el transporte de estos equipos, su tamaño equivale al de una estructura similar a la Estatua de la Libertad, pero con un peso multiplicado 40 veces.
El operativo con la carga más pesada de la historia
La operación no solo llevó más de tres años de planificación, también demandó un despliegue logístico sin igual. Por empezar, se utilizaron siete trenes modulares autopropulsados (SPMT), uno de ellos dividido en dos mitades, y bajo control remoto, que se administró con una Tablet.
Estos ferrocarriles contaron con 46 líneas de ejes cada uno que debieron soportar y arrastrar la carga más pesada del mundo a lo largo de 8 kilómetros. Cabe detallar que los ejes empleados en el traslado son direccionales y permiten girar la carga 360°, lo que mejora su conducción significativamente.
Por otra parte, durante la fase de preparación, se solicitó a Mammoet que suministrara hasta 800 líneas de ejes para los trenes para evitar contratiempos, sin embargo, en el pico máximo operativo, el equipo utilizó casi el doble (1.578 líneas de ejes) para garantizar la entrega continua de módulos al sitio.
Ante tal exigencia, la firma holandesa se vio obligada a convocar todos los recursos globales con los que cuenta. Así, logró suministrar internamente todas las líneas para cada uno de los transportes.
De esta manera, se completó el montaje de los cuatro hornos y el resto de la estructura de la planta en el plazo estimado de 36 meses: tres años. En total, Mammoet efectuó el transporte pesado de aproximadamente 195 cargas para la construcción de la instalación.
Finalmente, a través del intercambio de recursos y la colaboración de todas las partes en el sitio el trabajo culminó de manera exitosa, segura, a tiempo y dentro del presupuesto.
Con la concreción eficiente de semejante operación, la empresa alcanzó un hito en la historia de la logística al ganar el premio al “Trabajo del año” en la Conferencia Anual de la Specialized Carriers and Rigging Association (SC&RA) en Washington DC.
El reconocimiento se otorgó precisamente por realizar el trabajo “más difícil del año en la categoría de proyecto de mudanza”, que destaca los transportes realizados con equipos especializados como transportadores autopropulsados, plataformas rodantes y conjuntos de orugas.