Central Puerto llegó a un acuerdo con Enel, pero YPF controla el 40% de Dock Sud y tiene derecho de preferencia. La petrolera cuenta con un plazo de 25 días para igualar la oferta del grupo nacional.
La multinacional Enel firmó un acuerdo para traspasarle sus acciones de la Central Dock Sud a Central Puerto, la sociedad encabezada por Guillermo «Willy» Reca, Carlos Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany. Sin embargo, como el segundo socio con más participación (40%), YPF tiene la prioridad para adquirir el 42,1% que aún mantiene el grupo italiano.
De hacerse efectiva la compra, la petrolera nacional pasaría a controlar el 80% de la central, lo que le abriría las puertas para definir las regulaciones con el gobierno. Sin embargo, hay algunos obstáculos importantes para que la adquisición se efectúe. Actualmente, YPF Luz posee el 30% de la participación en Dock Sud, mientras que el 10% restante es administrado por YPF de manera directa.
A su vez, el 25% de YPF luz está en manos de la firma BNR Infrastructure Co-Investment Limited, lo que puede suponer un problema ya que el contexto económico de la Argentina disuade a las compañías extranjeras a expandir sus inversiones en el país.
Por otro lado, las restricciones relacionadas a la obtención de divisas disparan otro problema para la firma nacional. Mientras que Central Puerto depósito los 54 millones de dólares en una cuenta en el exterior, la compañía administrada por el gobierno no podrá sacar una suma equivalente al tipo de cambio oficial, y ante la escasez actual de la moneda norteamericana, tendrán que evaluar si pueden permitirse un desembolso semejante.
De hacerse efectiva la compra, la petrolera nacional pasaría a controlar el 80% de la central, lo que le abriría las puertas para definir las regulaciones con el gobierno.
Otro aspecto para tener en cuenta son las inversiones de YPF en Vaca Muerta. La empresa estatal tiene proyectado para este año inyectar unos US$3.500 millones en la formación neuquino. Cabe destacar que gran parte de ese financiamiento proviene de capitales externos, lo que agrega otra dificultad a la hora de ejecutar una transacción paralela, y hace más factible que el foco de la petrolera se mantenga en Vaca Muerta. De hecho, durante 2022 YPF les solicitó a sus subsidiarias repatriar utilidades para apoyar la producción en del yacimiento.
A favor de que se dé la compra está el factor político y es que, hasta diciembre del año pasado, Nicolás Caputo era uno de los mayores accionistas de Central Puerto, aunque el empresario blanqueó que ya no tiene participación en el misma. Sucede que el sector energético es crítico para la gobernabilidad y el oficialismo buscaría evitar que la compañía se haga con las tres centrales más grandes del país.
En esa línea es que, el pasado 23 de febrero, el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten denunció ante la Comisión de Defensa de la competencia y ante la Justicia Federal al ex ministro Luis Caputo y a Nicolás Caputo, por presunta defraudación contra la administración pública. Según Kalbermatten, las compras de Central Puerto al grupo Enel se dieron por un monto demasiado bajo y en función consolidar una posición dominante que distorsione el mercado y hacer de ello un monopolio exclusivo para su beneficio.
Por su parte, Central Puerto continúa con su expansión en el mercado energético. Sumado a su acuerdo para la adquisición de la central Dock Sud, el pasado 17 de febrero se anunció que el grupo italiano le vendió el 75,7% que poseía en Central Costanera.
Actualmente, Central Puerto, administra 13 plantas de generación de electricidad de diversas tecnologías a las que planea sumar las dos centrales térmicas de Enel, y de esa manera generar casi el 20% de la producción eléctrica total. Si se suman todas sus instalaciones, el grupo de Guillermo Reca posee turbinas con la capacidad de producir 4689 megawatts (Mw), sin contar la producción de Central Costanera. De concretarse la adquisición central de Dock Sud, ambas plantas le sumarían 3175 Mw más de potencia a sus activos.