La reducción voluntaria del principal exportador de crudo es la más importante en años. Se anunció durante la reunión anticipada de la OPEP y este lunes ya impulsó una suba de más del 1% en la cotización del barril.
El mercado mundial de petróleo está en recesión y los precios tienden a la baja desde hace tiempo. En marzo del 2022 la cotización del barril de crudo llegaba a los 139 dólares, mientras que el jueves pasado el valor del Brent se encontraba cerca de los 76 dólares. Las medidas para revertir la situación fueron los ejes de la anticipada cumbre de la OPEP que tuvo lugar el útlimo fin de semana.
La entidad que nuclea a las principales naciones petroleras del mundo estuvo marcada por el conflicto y la falta de consenso. En ese marco, Arabia Saudita anunció el recorte voluntario y unilateral de un millón de barriles diarios de su producción a partir del próximo 1° de julio para intentar sostener los precios del petróleo.
En los momentos de mayor debilidad de la última semana de mayo, el crudo llegó a la zona de los 72,5 dólares por barril.
Apenas conocida la decisión, el precio del petróleo tuvo un impulso de más de un 1% en la jornada de este lunes, cuestión que fue recibida con mucho entusiasmo por Rusia .
Sucede que Moscú no se ha comprometido a recorte alguno, por lo que recibirá de lleno el impacto positivo de la subida de cotización del crudo y sera así la principal beneficiada de la determinación saudí.
En cuanto a los objetivos para el resto de los países, el comunicado de la reunión de Viena indicó que «para 2024, los Emiratos Árabes Unidos (UAE) obtienen un aumento en los bombeos de aproximadamente 200.000 barriles diarios, mientras que Angola, Guinea Ecuatorial, Gabón, Nigeria, Azerbaiyán, Brunei, Malasia y Sudán verán reducidas sus asignaciones».
Actualmente, los valores del Brent apenas avanzan por encima del 2% para cotizar a 77,80 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) se eleva en torno al 2,5%. De acuerdo a las estimaciones, la suba acumulada desde el piso de la semana pasada totaliza el 8%, pero la medida resultará insuficiente para impulsar las cotizaciones más allá de los 80 dólares como pretende la nación saudí.
Hay que resaltar que, en los momentos de mayor debilidad, en el cierre de mayo, el crudo llegó a la zona de los 72,5 dólares por barril. La recuperación dio comienzo el jueves 1° de junio con los rumores sobre el posible recorte de la OPEP, que resultó ser de un tamaño considerable.
La reducción de Arabia llevará la producción del reino a 9 millones bpd desde los 10 millones de bpd de mayo, siendo el recorte más importante del país en años. Cabe recordar que la OPEP bombea alrededor del 40% del crudo mundial y recortó su objetivo de producción en un total de 3,66 millones de bpd, lo que equivale al 3,6% de la demanda mundial.
Rusia como gran ganador
Tras el encuentro que reunió a los países que integran la OPEP las tensiones por la caída del petróleo no hicieron más que aumentar, pero hubo un claro beneficiario de las medidas anunciadas. Es que el recorte tendrá consecuencias muy positivas para Rusia, que logrará unos mayores ingresos por barril vendido sin asumir ningún costo.
De hecho, algunos especialistas consideran que la nación que lidera Vladimir Putin podría incluso ganar cuota de mercado si mantiene la creciente expansión de sus exportaciones de petróleo, que están en máximos desde que comenzó la guerra con Ucrania.
En tanto, el panorama de cara al futuro es incierto. Economistas explican que el recorte puede respaldar los precios a corto plazo, pero la dinámica general del mercado para el resto de 2023 y hasta 2024 permanece prácticamente sin cambios. Cabe señalar que se trata de la tercera reducción de la OPEP en nueve meses y probablemente no sea la última este año.
El balance del mercado continúa con una oferta muy ajustada para el resto de 2023 y un déficit de casi 2 millones de barriles diarios durante la última parte del año y el escenario para Rusia es positivo. Según analistas, la medida de Arabia responde a su necesidad de balancear su presupuesto, para lo que necesita un barril arriba de los 80 dólares. Y también para dar señales a los «bajistas» del precio del crudo de que su amenaza de recortar producción era mucho más que eso. Parece haber surtido efecto: aunque intentaron dar certezas de que la medída será exclusivamente para junio, ya hay quienes especulan con que pueda repetirse en los meses sisguientes.