El proyecto establece ventanas horarias de ingreso a las terminales y un sistema de monitoreo en tiempo real para optimizar el flujo de carga pesada y reducir la congestión urbana. Y complementa una inversión de U$S 180 millones en obras de infraestructura.
Tras un noviembre de embarques récord del sector agropecuario, el Gobierno de Santa Fe presentó ante la Bolsa de Comercio de Rosario el Circuito de Ingreso a Puertos (CIP), un proyecto destinado a organizar el movimiento de los vehículos de carga que entran y salen del cordón portuario del Gran Rosario.
En este 2025, se reportó la entrada de unos 2 millones de camiones a las 32 terminales distribuidas entre Timbúes y Arroyo Seco. Este volumen del tráfico demanda rutas de acceso con altos estándares de mantenimiento y seguridad.
«Hay una necesidad imperiosa de tener un acceso a puertos planificado»
Justamente, la iniciativa busca darle respuesta al déficit histórico de infraestructura en el polo exportador santafesino, donde la convergencia de transporte pesado con la vida urbana genera congestiones frecuentes y un desgaste acelerado de la red vial. Según los datos oficiales, camiones provenientes de 13 provincias atraviesan la zona cada temporada.
En ese sentido, el CIP propone la implementación de ventanas horarias de ingreso, diseñadas para regular la llegada de camiones durante una franja de 12 horas.
Gustavo Puccini, ministro de Desarrollo Productivo, señaló que el sistema incluirá monitoreo en tiempo real de los vehículos, permitiendo detectar unidades que circulen fuera de su turno.
«Hay una necesidad imperiosa de tener un acceso a puertos planificado, con obras y sostenido en el tiempo. Buscamos que Santa Fe controle efectivamente los cupos y el flujo para evitar el colapso logístico», destacaron las autoridades en la presentación.
Obras de infraestructura en Santa Fe
El proyecto también prevé una inversión significativa, con un aporte de 150 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), destinado a obras de acceso, sumado a 30 millones de dólares provenientes de recursos propios de la provincia.
Entre las obras más relevantes se destaca la construcción del tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe, considerado clave para mejorar la conectividad de la región con el resto del país.
Lisandro Enrico, ministro de Obras Públicas, sostuvo que el CIP necesita una concesión única que permita un mantenimiento sostenido y la ejecución de obras de gran escala.
Este modelo integraría rutas nacionales, provinciales y municipales en un circuito único de gestión logística, facilitando la coordinación entre distintos niveles de infraestructura vial.
El encuentro en la Bolsa de Comercio de Rosario contó con la participación de representantes del sector privado, incluyendo al presidente de la BCR, Pablo Bortolato, y a la titular de Enapro, Graciela Alabarce, así como autoridades de cámaras de transporte y entidades portuarias.
El diálogo multisectorial se planteó como esencial para equilibrar la eficiencia exportadora con la seguridad vial de las comunidades locales.
En términos de impacto, el CIP apunta a optimizar la salida de las 96 millones de toneladas que se movilizan anualmente por los puertos de la provincia. La iniciativa busca, además, consolidar una infraestructura capaz de sostener el crecimiento de la producción nacional a largo plazo, en un contexto de expansión del comercio exterior y aumento de la demanda logística.
Por último, el ejecutivo provincial destacó el enfoque operativo del proyecto que combina tecnología, planificación y coordinación institucional. El uso de sistemas de monitoreo en tiempo real, junto con la definición de franjas horarias, representa un intento de mitigar los conflictos entre tránsito pesado y circulación urbana, aspecto que hasta ahora ha sido fuente de críticas recurrentes por parte de vecinos y autoridades locales.
