Estará en Río Gallegos y permitirá inyectar electricidad limpia en la red de distribución. La iniciativa busca mejorar el abastecimiento en la zona y reducir la dependencia de combustibles fósiles para la generación.
El Gobierno de Santa Cruz anunció la instalación de un parque solar fotovoltaico en Río Gallegos. La propuesta busca reducir la dependencia de combustibles fósiles, mejorar el abastecimiento eléctrico de la zona y posicionar a la provincia en el mapa de las energías renovables del país.
El acuerdo, firmado por la ministra de la Producción, Comercio e Industria, Nadia Ricci, junto al ministro de Energía y Minería, Jaime Álvarez, y el secretario de Estado de Energía Eléctrica, Nazareno Diego Retortillo, establece un contrato en comodato por 20 años en el Parque Industrial de la capital provincial.
Durante ese período, la provincia dispondrá del terreno donde se montará la planta, y una vez vencido el plazo, todas las instalaciones quedarán en manos del Estado provincial.
En la etapa de instalación se generará empleo directo e indirecto en sectores como la construcción, ingeniería, mantenimiento y logística. A eso se suman las oportunidades para el desarrollo de proveedores tecnológicos locales y el impulso al conocimiento en energías limpias.
La electricidad generada a partir de la radiación solar será inyectada directamente en la red de distribución de Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), lo que permitirá abastecer de energía limpia a una región clave del sur argentino.
Además de reducir la huella de carbono, la iniciativa también apunta a bajar los costos derivados del traslado de combustibles fósiles hacia zonas alejadas, un punto sensible en el esquema logístico de la Patagonia.
Una obra con múltiples impactos
Desde el gobierno santacruceño explicaron que el proyecto tiene un enfoque integral: apunta a resolver necesidades energéticas, pero también a dinamizar la economía local.
Durante la etapa de instalación se generará empleo directo e indirecto en sectores como la construcción, ingeniería, mantenimiento y logística. A eso se suman las oportunidades para el desarrollo de proveedores tecnológicos locales y el impulso al conocimiento en energías limpias.
“La iniciativa se alinea con políticas energéticas nacionales e internacionales que promueven una matriz más diversificada, con menor impacto ambiental y mayor sostenibilidad a largo plazo”, remarcaron las autoridades.
En paralelo, otro comodato firmado recientemente permitirá instalar un radar meteorológico en el Parque Logístico La Esperanza, herramienta que servirá para mejorar la gestión de riesgos climáticos y proteger los recursos hídricos de la región.
Santa Cruz y su apuesta al hidrógeno verde
Río Gallegos no es la única localidad santacruceña que avanza en esta dirección. A fines de 2024, el intendente de Puerto Deseado, Juan Raúl Martínez, firmó un acuerdo con ABO Energy Argentina SA para desarrollar un ambicioso proyecto de hidrógeno verde y sus derivados.
La planta industrial estará alimentada por un parque eólico proyectado en la región, y tendrá como foco principal la exportación a mercados internacionales.
El plan contempla generar energía eólica por 3 GW en una primera etapa, con posibilidad de escalar hasta 10 GW. Con esa capacidad, se espera producir anualmente unas 270.000 toneladas de hidrógeno verde y alrededor de 1,5 millón de toneladas de amoníaco para exportación. ABO Energy ya analiza tres proyectos de este tipo entre Santa Cruz y Río Negro.
Por otro lado, RP Global, empresa dedicada al desarrollo y operación en el sector de energías renovables, presentó el año pasado “Gaucho”, un ambicioso proyecto que producirá hidrógeno verde y amoníaco mediante energía eólica y electrólisis.
El emprendimiento, ubicado en la provincia de Santa Cruz, contará con una capacidad operativa superior a los 15.000 MW, distribuidos 6.236 MW de capacidad de electrolizadores entre 8.777 MW de generación eólica instalada.
Los aerogeneradores son imprescindible para producir la electricidad necesaria para la producción de este combustible limpio que el mundo, y especialmente Europa, define como clave para un futuro sustentable.
