Se repite semana a semana en distintas líneas del AMBA, impulsado por el alto precio del cobre. Constituye una de las principales hipótesis en la investigación de las causas del choque en el San Martín.
El robo de cables afecta a los trenes metropolitanos de Buenos Aires y las consecuencias van más allá de la simple pérdida del cobre. Este codiciado objetivo de los ladrones es fundamental para las formaciones, y las consecuencias de este delito impacatan en varios segmentos de las operaciones.
La problemática, además, se volvió más gravitante a partir de los recortes presupuestarios en Trenes Argentinos, que dificultan la reposición del material.
La situación puede desembocar en accidentes como el que ocurrió el 10 de mayo en la línea San Martín, servicio que desde entonces no llega a la terminal de Retiro. La sustracción de los cables es señalada como la principal causa de ese incidente.
La semana pasada ocurrieron dos robos de importancia: uno en el viaducto de la misma línea San Martín, en el kilómetro 7,5 (entre las estaciones Palermo y Villa Crespo), y otro en la línea Mitre ramal Tigre.
Según distintas versiones, las señales llevaban entre dos semanas y dos meses sin funcionar por un robo de cables nunca repuestos en el marco del recorte presupuestario que enfrentan las empresas ferroviarias.
Hasta ahora, las autoridades de la estatal no han podido cuantificar el deterioro que los robos provocan.
En ese sentido, en el sector destacan que muchos episodios menores no llegan a denunciarse o provocan afectaciones de menor cuantía. Y el medio Enelsubte relevó una serie de robos de cables en las líneas Mitre, Roca y San Martín que ponen en riesgo tanto la alimentación de los trenes como el funcionamiento del sistema de señales y de las barreras en los pasos a nivel.
Hasta el momento, desde la SOFSE no se han informado medidas concretas para prevenir que estos hechos se repitan, aunque trascendió un informe interno del presidente de Trenes Argentinos, Luis Adrián Luque, en el que reclama más desembolsos para garantizar la seguridad operacional.
Otro informe, elaborado por el gerente general administrativo de SOFSE, Jorge Álvarez Holmberg, concluye que el ajuste ejecutado durante el primer trimestre de 2024 implicó una reducción del 75% sobre los fondos disponibles para cubrir los gastos operativos, incluyendo los recursos destinados la prestación del servicio de seguridad pública y privada.
Hasta el momento, no ha habido novedades acerca de la anunciada “emergencia ferroviaria”, días después del acciedente en base a un informe previo de la CNRT, que vendría a atenuar el recorte del gasto en el sistema ferroviario.
Robo de cables en distintas líneas metropolitanas
Lo cierto es que, tras el accidente de Palermo, los robos está lejos de disminuir.
De acuerdo a la reconstrucción de Enelsubte, la semana pasada ocurrieron dos robos de importancia: uno en el viaducto de la misma línea San Martín, en el kilómetro 7,5 (entre las estaciones Palermo y Villa Crespo, tramo hoy inactivo), y otro en la línea Mitre ramal Tigre (en el kilómetro 18, en cercanías de la estación Acassuso).
Este último suceso afectó a la alimentación de los trenes y a la señalización de la traza lo que redundó en demoras y cancelaciones adicionales a las que ya viene sufriendo la línea.
Los problemas se evidenciaron en los sectores Olivos-Martínez y San Isidro-Victoria, poniendo en riesgo la seguridad operativa de buena parte del servicio.
A comienzos de esta misma semana, una situación similar afectó a la línea Roca a la altura de la vía cuádruple entre Plaza Constitución y Temperley.
En este caso, la sustracción de cableado provocó que se produjeran cortes de energía en algunas vías, lo que llevó a la interrupción de los servicios en ese tramo.
Este mismo miércoles, otro delito de iguales características afectó la normal circulación de los trenes eléctricos entre Remedios de Escalada y Banfield.
