Master en Gestión y Planificación Portuaria
En apenas unas semanas, el mapa de las escalas marítimas en el Río de la Plata ha cambiado de trazo. Las cargas dejan Montevideo y aceleran hacia Buenos Aires, que en el primer semestre del año registró un crecimiento de dos dígitos en movimiento de contenedores y consolidó su posición como punto de referencia para la navegación regional.
Hay momentos en que un río tan ancho como el de la Plata parece indiferente a las tensiones del comercio. Sus aguas se extienden con la misma calma que hace siglos vieron llegar carabelas, pero bajo esa superficie serena se desplazan corrientes invisibles que modelan el mapa de las economías.
En las últimas semanas, esas corrientes han alterado su rumbo. Varias líneas marítimas de alcance global han decidido ajustar sus itinerarios, dejando de lado escalas que hasta hace poco formaban parte de la rutina.
La Asociación Uruguaya de Agentes de Carga ha confirmado que navieras como MSC, Hapag-Lloyd, ZIM, Maersk, COSCO y Log-In ya omiten Montevideo.
Las cargas dejan esa ribera en busca de nuevos puertos de entrada y salida; en ese rediseño de rutas, Buenos Aires se consolida con un rol de gravitación creciente.
El Puerto de Buenos Aires ha sabido capitalizar su principal fortaleza: una cultura operativa que prioriza la eficiencia y la reducción de costos
Las cifras acompañan: en el primer semestre de 2025, el Puerto de Buenos Aires movilizó un 11,2% más contenedores que en igual período del año anterior, superando las 249.000 unidades equivalentes (TEUs) solo en el primer trimestre.
Los motivos detrás del crecimiento del Puerto de Buenos Aires
En enero, el volumen operado alcanzó 567,3 mil toneladas, un incremento del 39,3% interanual.
Este flujo no es casual; responde a la disciplina operativa que sus terminales han cultivado. Es la coordinación precisa, la agilidad en la gestión documental y la previsibilidad en el cumplimiento de ventanas lo que ha consolidado la confianza de navieras y operadores.

Esta eficiencia y la consecuente reducción de costos operativos se trasladan directamente a los importadores y exportadores, quienes hoy encuentran en Buenos Aires las tarifas más competitivas de la región.
El Puerto de Buenos Aires ha sabido capitalizar su principal fortaleza: una cultura operativa que prioriza la eficiencia y la reducción de costos. Esta estrategia le ha permitido consolidarse como el líder logístico de la región en un contexto de reajustes en el comercio fluvial.