Permitirá llegar con el gas de Vaca Muerta a siete provincias del Norte que dejarán de recibir gas desde Bolivia antes del invierno de 2024. También abrirá el camino para exportar el recurso a Brasil.
La próxima gran obra para seguir impulsando el desarrollo de Vaca Muerta y asegurar el abastecimiento de gas en el próximo invierno es la Reversión del Gasoducto Norte, proyecto que este viernes dio un paso clave. La empresa Energía Argentina S.A. (Enarsa) recibió tres ofertas en la apertura de sobres de la licitación internacional, para la realización de las obras.
Desde que comenzó a profundizarse el desarrollo de la formación neuquina el gran desafío para el Estado y la industria fue acompañar el aumento de los niveles de producción con una mayor capacidad de transporte de los recursos de la formación.
En ese camino ya se logró rehabilitar el Oleoducto Trasandino, inaugurar el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y el Oleoducto Vaca Muerta Norte, el 1° de octubre entrará en operaciones la primera etapa del Plan Duplicar Plus de Oldelval, mientras YPF avanza en su plan para construir el Oleoducto Vaca Muerta Sur.
En el acto de la nueva apertura de sobres -que comenzó a las 11 en la sede de Enarsa en la Ciudad de Buenos Aires- se presentaron las propuestas de las empresas BTU, Pumpco y Techint-Sacde.
La reversión del Gasoducto Norte es clave para abastecer con gas proveniente de Vaca Muerta a las provincias del norte del país ante el fuerte declino de la producción de Bolivia.
En la apertura de ofertas se dieron a conocer los montos de las garantías de mantenimiento de los tres oferentes: BTU presentó una póliza por $713.882.957,73; Pumpco una por $713.882.957,79 y Techint-Sacde por $713.882.960.
Gerez destacó que la obra que inició el proceso de licitación va a «completar el abastecimiento con energía propia a todas las regiones del país, y entre los innumerables beneficios permitirá la sustitución completa del gas que año a año se importa desde Bolivia».
También indicó que la reversión «permitirá un ahorro fiscal de 1.960 millones de dólares de importación, y acompaña una política que se ha iniciado con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en Etapa I que nos permitirá en 2024 un ahorro de 4.400 millones de dólares».
«Estamos, así, en el orden de 6.000 millones de dólares de ahorro entre los dos proyectos, en un camino que va a transitar el país de expansión del sistema energético y el incremento de la producción de Vaca Muerta», afirmó Gerez.
La obra consiste en la reversión del flujo de gas que actualmente es de Norte a Sur con gas desde Bolivia, y la construcción de un tramo entre las plantas La Carlota y Tío Pujio.
La obra que se prevé esté finalizada en mayo de 2024 permitirá abastecer con gas de Vaca Muerta a las siete provincias del Noroeste Argentino.
La obra de reversión del Gasoducto Norte
Las tareas de reversión implicarán el cambio de dirección del flujo gasífero, que pasará de ser norte-sur a sur-norte. De esta forma el gas de Vaca Muerta abastecerá al Norte argentino, que hasta ahora recibía el recurso desde Bolivia, donde la producción está en fuerte declive.
El plan de construcción para el nuevo ducto de 122 kilómetros de extensión entre las localidades de Tío Pujio y La Carlota (Córdoba) contempla el uso de caños de 36 pulgadas de diámetro y 2 loops (ampliaciones) de 62 km junto al Gasoducto Norte, con caños de 30 pulgadas de diámetro.
A su vez, se realizará la reversión del sentido de inyección del gas en 4 plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta. De esta manera, el gas de Vaca Muerta podrá llegar a las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
En tanto, en Tenaris ya se están preparando para el inicio de las obras. Días tras Javier Martínez Álvarez, presidente de Cono Sur de Tenaris, aseguró que la construcción del GPNK en tiempo récord significó un gran desafío para la compañía y admitió que el esfuerzo tendrá que multiplicarse en la reversión del Gasoducto Norte. “Tuvimos que correr para conseguir los caños. Tuvimos que colocar acero en tres acerías distintas y trabajamos con el reloj en contra, pero fue un trabajo fantástico que pudimos llegar”, consideró.
Y admitió: “ahora nos toca correr de vuelta. Estamos corriendo para fabricar los tubos porque hay un riesgo de llegar al próximo invierno por el declino de Bolivia. Estamos trabajando para volver a cumplir”.