En 10 días vence la extensión de las concesiones y trascendió que el Gobierno ya no las renovará. Quedarán «transitoriamente» en manos de Enarsa, hasta que hagan una nueva licitación. No hay señales para Neuquén y Río Negro, que piden participar en su administración.
Después de tres prórrogas sucesivas desde que vencieron los contratos, en agosto de 2023, las concesiones de las represas del Comahue no serán extendidas nuevamente, según deslizaron desde el Gobierno, por lo que volverían al Estado después de más de tres décadas.
Las provincias de Río Negro y Neuquén vienen reclamando que las convoquen para participar en las definiciones sobre el futuro de las centrales hidroeléctricas de los ríos Limay y Neuquén, dentro de sus territorios, pero hasta el momento no se abrieron canales de diálogo con Nación.
La última prórroga de los contratos había sido publicada en el Boletín Oficial a través de la Resolución 33/24 de la Secretaría de Energía.
Esta resolución establecía un «período de transición» que se extendía desde el 19 de marzo por 60 días corridos para Alicurá, El Chocón, Arroyito y Cerros Colorados, hasta el 18 de mayo.
En el caso de la represa de Piedra del Águila, el plazo también era de 60 días pero comenzó a correr el 28 de abril, por lo que su vencimiento es el 27 de junio.
El aporte de las hidroeléctricas es fundamental en la matriz energética del país, totalizando 4.380 MW de capacidad instalada y generando 8.500.000 MWh al año, más del 23% del total país.
Ahora, desde la secretaría de Energía anticiparon a Diario Río Negro que por contrato, las represas «van a volver al Estado nacional de manera transitoria, hasta que se realice una nueva licitación para la concesión».
Esos documentos expresan que el concesionario «revertirá al concedente (secretaría de Energía) todos los bienes que integran los Aprovechamientos Hidroeléctricos» una vez vencido el plazo.
Sin señales ante el reclamo de las provincias
El aporte de las hidroeléctricas es fundamental en la matriz energética del país, totalizando 4.380 MW de capacidad instalada y generando 8.500.000 MWh al año.
En 2023, representaron el 26,5% del total de generación eléctrica, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
El ministro de Infraestructura de Neuquén, Rubén Etcheverry, señaló que con el Gobierno nacional solo se han mantenido conversaciones sin confirmaciones, y aún no se ha establecido una fecha para una mesa de diálogo u otra instancia similar.
Tanto Neuquén como Río Negro habían solicitado ser parte de la decisión final sobre el futuro de las hidroeléctricas.
En cuanto a las empresas concesionarias, se supo que tuvieron reuniones en la Secretaría de Energía, pero se centraron en discutir el nuevo rol de Cammesa, la empresa mayorista de energía eléctrica en el país.
Con el objetivo de avanzar en esta transición ante el fin de las concesiones de los años ’90, técnicos de Enarsa, que se hará cargo «transitoriamente» de la operación, comenzaron recientemente a mantener reuniones con representantes de las compañías privadas que actualmente las administran.
La empresa estatal audita la operación de las centrales eléctricas ubicadas en el río Limay desde 2023, cuando en agosto vencieron los contratos orginales y el Gobierno anterior, que ya negociaba con las provincias el futuro, decidió dejarlas exclusivamente en la órbita nacional, aunque mantuvo abierta una mesa de diálogo con Neuquén y Río Negro para discutir los pasos a seguir.
Finalmente, al firmar en octubre una segunda prórroga de los contratos, la decisión sobre el futuro de las represas se postergó para después de que el ganador de las elecciones presidenciales asumiera en la Casa Rosada.
Las empresas operadoras de las centrales hidroelécticas son Enel Argentina, que tiene la concesión de El Chocón y su compensador Arroyito; AES Argentina, que opera Alicurá; Central Puerto, que gestiona Piedra del Águila. El único complejo ubicado sobre el río Neuquén es Cerros Colorados – Planicie Banderita, recientemente adquirido por el grupo Aconcagua Energía.
La discusión por las represas del Comahue
Todo apunta a que la voluntad de las provincias de establecer un control tripartito de las represas, compartido entre Nación, Neuquén y Río Negro, en base a la transferencia de derechos según la reforma constitucional que otorgó dominio provincial sobre los recursos naturales, no llegará a buen puerto.
A pocos días de la firma del Pacto de Mayo que el presidente Javier Milei les propone a los gobernadores, entonces, en las dos provincias se mantiene la incertidumbre sobre la futura administración de las represas.
Hace un mes, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, ratificó su intención de que las centrales sean “propiedad compartida con los neuquinos, con los gremios y trabajadores”:
En paralelo, ambas provincias avanzan con la idea de aplicar un canon sobre el uso de agua en las represas, entendiéndolo como un recurso natural que les pertenece.
En tanto, legisladores de Neuquén y Río Negro reiteraron este miércoles el pedido de establecer una tarifa especial para la energía en el Comahue.
A su entender, es una herramienta de «estricta justicia» para con los habitantes de ambas provincias, que hoy ven encarecida sus tarifas por el impacto, entre otros factores, de los costos de transporte de la energía eléctrica.
