Es la conclusión del detallado informe de una consultora sobre el mercado global de hoy. La producción en el país se sextuplicará sólo con los proyectos activos y en desarrollo. Qué se puede esperar del precio internacional del «oro blanco».
Con 64 proyectos de litio en Argentina, el país es el segundo en recursos, el tercero en reservas y actualmente el cuarto productor global, auque se proyecta que ascienda al tercero hacia finales de la década.
Son algunos de los datos que se desprenden de un informe elaborado por la consultora Aleph Energy, dirigida por Daniel Dreizzen y al que accedió Bloomberg.
El informe analiza el mercado global del litio, pero describe detalladamente el negocio en Argentina, en el que participan 41 empresas, de diversas banderas, tamaños y características, dueñas de 64 proyectos.
Una de las dificultades que atraviesa el sector es la falta de un precio/mercado de referencia sólido y la volatilidad del precio spot, que representa a cerca del 20% del mercado.
En el país hay 64 proyectos de litio, de los cuales tres ya producen, siete están en etapa de construcción, seis en proceso de factibilidad, 14 en pre factibilidad y 32 en exploración.
Ese precio, que alcanzó los 80 mil dólares la tonelada de carbonato de litio a finales del 2022, cayó hasta los 20 mil dólares en diciembre, y encendió algunas alarmas.
Los pronósticos elaborados por Wood Mackenzie indican que aún hay margen para que el precio caiga, pero recuperará terreno en el medio plazo en búsqueda de un precio de equilibrio y quedar alineado a la demanda. Pero el repunte de los precios comenzaría recién en 2028.
Según el informe de Aleph Energy, la caída registrada en 2023 responde al aumento de oferta y reducción de demanda por uso de stocks (mercado más equilibrado).
El litio en Argentina
Los recursos de litio mundiales alcanzan los 98 millones de toneladas, de los cuales el 58% se encuentra en salmueras, como ocurre en el denominado triángulo del litio integrado por Chile, Argentina y Bolivia.
En el territorio nacional está concentrados en tres provincias del Norte: Salta, Jujuy y Catamarca, provincia que acaba de lograr un compromiso de compra por parte de una empresa alemana por 20 mil toneladas. Las tres se destacan por un buen equilibrio de alto contenido del mineral y baja concentración de impurezas.
Dos de los salares argentinos (Salar de Hombre de Muerto y Salar Cauchari – Olaroz), que ya producen hidróxido y carbonato de litio, se encuentran entre los tres con mayor concentración de litio, por detrás del Salar de Atacama, en Chile. También están entre los tres con menores impurezas.
En la producción de litio en salmueras las empresas se debaten actualmente entre dos tecnologías para llevar a cabo la separación del recurso: evaporación en piletas o extracción directa de litio.
En el país, actualmente se impone la producción en los tradicionales piletones, aunque cada vez son más las empresas que investigan e invierten en el desarrollo de la extracción directa (DLE), que se asume como más sustentable.
Rumbo a los 100 proyectos de litio en Argentina
El informe identificó 64 proyectos en el país, de los cuales tres ya producen y siete están en etapa de construcción. Por fuera de, hay otros seis en proceso de factibilidad, 14 en pre factibilidad y 32 en exploración.
Si Argentina lograra que todos entren en la fase de producción, el país obtendría hasta 1.500.000 toneladas de carbonato de litio equivalentes por año y exportaría por 30 mil millones de dólares. Este escenario podría alcanzarse en 2040, según las estimaciones del informe.
En las proyecciones elaboradas por Aleph Energy, se estima que las exportaciones de los proyectos en producción y construcción llegarían a los 8 mil millones de dólares en 2028. Son cifras similares a las elaboradas por la Secretaría de Minería, en la que se estiman 8.700 millones de dólares para el mismo año.
“El potencial de Argentina con el litio es inmenso y el crecimiento va a ser muy grande. Sólo con los proyectos en construcción y los hoy activos, la producción multiplicaría por seis”, dijo Dreizzen, que marcó sin embargo algunos de los cuellos de botella que atraviesa esta industria y la curva de aprendizaje que debe atravesar.
“Existe un riesgo tecnológico. La logística e infraestructura aún es complicada en el norte argentino, faltan proveedores, falta transporte y las restricciones para disponer de las divisas de las exportaciones también enlentece el desarrollo”, advirtió.
Según Dreizzen, estas son cifras conservadoras, al calcular únicamente con los proyectos en producción y construcción y al precio actual del litio considerado bajo. “Es un negocio que en los próximos años va a funcionar”, concluyó.
