Aunque en 2012 se realizaron las primeras pruebas piloto, los bitrenes apenas representan en la actualidad el 0,01% del parque automotor del transporte de carga.
Desde 2018 está en la agenda del sector del transporte de carga la implementación masiva de los bitrenes en la Argentina. Numerosos estudios demuestran que esta clase de transportes es más segura, eficiente y sostenible que los camiones de carga convencionales. A pesar de eso la flota de bitrenes en la Argentina es mínima y los corredores en los que están habilitados no llegan a sumar los 2 mil kilómetros.
Los bitrenes son vehículos de carga compuestos por un camión tractor y dos remolques vinculados por un acople de tipo “B”, o plato de enganche, que se insertan en la categoría de vehículos combinados de alto rendimiento (High Capacity Vehicles o HCVs en inglés).
De acuerdo con el Foro Internacional del Transporte, los HCVs contribuyen a la descarbonización del transporte porque reducen la cantidad de emisiones de carbono necesarias por viaje en un rango del 15 al 40%.
Los bitrenes implican una significativa reducción en los costos logísticos, utilizan dos tercios del combustible necesario para transportar una misma carga en camiones tradicionales y reducen en un 32% las emisiones de CO2.
Un bitren tiene además una capacidad de carga de entre 60 y 75 toneladas, alrededor de un 75% más que un camión convencional. Esto también implica una significativa reducción en los costos logísticos. Un bitren, por ejemplo, utiliza dos tercios del combustible necesario para transportar una misma carga en camiones tradicionales. En consecuencia las emisiones de CO2 se reducen un 32%.
De acuerdo con el Foro Internacional de Transporte los bitrenes son además más seguros. Esto se debe a que las nuevas disposiciones en materia de seguridad vial son más exigentes, y obligan a vehículos de carga de estas dimensiones a incluir tecnología como sistemas de freno ABS y EBS; sistemas de estabilidad electrónicos para bajar la potencia y frenar con más precisión; control de velocidad de fábrica de hasta 80 km/h; mejor suspensión neumática con mejor adherencia; y mejor relación potencia-peso, cosa que garantiza una velocidad constante independientemente del relieve del camino. Además, todos los bitrenes son monitoreados por GPS.
Con el objetivo de alentar su uso y poner el tema en agenda, la Unión Industrial Argentina (UIA) y algunas cámaras sectoriales (de los sectores forestal, cervecero, acero, cemento y acoplados y semirremolques, entre otras) encargaron un estudio al Instituto de Seguridad Vial (ISEV) y al Smart Freight Center (organización internacional sin fines de lucro que mide los niveles de emisiones del transporte de carga) para exponer las ventajas de los bitrenes.
El trabajo demostró que el riesgo que representa un bitren es menos de la mitad del riesgo que suponen los camiones y tractocamiones. El informe tomó datos de 2019 (ya que los años posteriores se vieron afectados por el bajo tránsito pospandémico).
¿Cuál es el panorama de los bitrenes en la Argentina?
En 2012 se realizó la primera prueba piloto en implementación de bitrenes. Fue en la provincia de San Luis y en enero del 2018 empezaron a funcionar oficialmente en el país. De acuerdo con la legislación argentina los bitrenes pueden tener una longitud máxima de 25,50 metros y un peso máximo de 45 toneladas, y su circulación está restringida en ciertas áreas urbanas y en algunas rutas y autopistas, y su operación requiere de una licencia especial para conductores.
Son varias las empresas que usan hoy bitrenes -entre ellas Cervecería y Maltería Quilmes, YPF, Coca-Cola, Ternium, Axion, Shell, Renault y Toyota- aunque la flota de este tipo de transporte de carga es todavía muy baja en el país, y representa menos del 0,01% del parque automotor total.
El gran freno a la implementación de los bitrenes es la falta de acceso a las vías habilitadas. Aunque hay cerca de 15 mil kilómetros de rutas habilitados, en la práctica estos se convierten en 1800 kilómetros reales, ya que hay muchos tramos inconexos de por medio.
