Los empresarios del sector de los hidrocarburos expusieron sus planes e inversiones en Argentina Oil & Gas (AOG2023), pero también sus preocupaciones y reclamos.
El reciente cierre de la Exposición Argentina Oil & Gas (AOG2023) reunió a más de 330 expositores de toda la cadena de valor y a los directivos de las principales empresas operadoras, fundamentalmente del no convencional de Vaca Muerta.
El clima de esas cuatro jornadas que se repetirán el año próximo en Neuquén, no sólo reflejó la oportunidad que genera la formación neuquina, sino la necesidad de acelerar los plazos de ese desarrollo para aprovechar la ventana que tienen el petróleo y el gas en un mundo en plena transición energética.
Lo bueno de este encuentro es que permitió un repaso amplio del sector en momentos de inevitable incertidumbre política, más allá que todos ya asumen que Vaca Muerta es una Política de Estado y seguirá adelante mas allá de quien gane las próximas elecciones.
El dato alentador es que la industria está de pleno en la agenda de todos los candidatos y del rol que tendrá en la estabilización de la macroeconomía.
Pero para eso, hace falta un contexto que permita el crecimiento, que no le ponga un freno de mano, y permita liberarse de algunas limitaciones como el reciente congelamiento de los precios por 90 días y la fijación de un barril criollo a casi 40 dólares por debajo de la paridad de exportación.
El consenso que se recogió en los pasillos de La Rural, es que Vaca Muerta ofrece “dos vectores de crecimiento clave para el país y su balanza energética y comercial: acelerar el desarrollo del petróleo con un nivel de exportación por arriba de los 600 barriles, y por otro lado el crecimiento del gas con la exportación de gas regional y del GNL”.
Algunos números dieron cuenta de ese presente y su potencial. Hoy la formación produce 300 barriles de petróleo diarios de los 610.000 de la Argentina. Y en gas acaba de superar los 100 millones de metros cúbicos, más del 60% del total nacional sin dudas impulsado por la reciente apertura del Gasoducto Néstor Kirchner.
La industria está de pleno en la agenda de todos los candidatos y del rol que tendrá en la estabilización de la macroeconomía.
La meta del “primer millón de barriles” ya se percibe a la vista: 2026 a 2027 puede ser el umbral en el que la formación logre triplicar su producción actual, pero para eso habrá que concretar los proyectos en marcha que sumarán capacidad de transporte, conseguir equipos y capital humano.
Precisamente, la infraestructura fue uno de los grandes temas de esta AOG2023, con datos alentadores que permiten proyectar obras como el Oleoducto Trasandino, la ampliación del Oleoducto del Valle, así como los proyectos Vaca Muerta Norte y Vaca Muerta Sur. Lo mismo ocurre con el GPNK o la reversión del Gasoducto del Norte que permitirá dejar de importar el gas desde Bolivia antes del próximo invierno.
“Con el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, y la reversión del gasoducto del NOA lograríamos el pleno abastecimiento y podremos convertirnos en exportadores. El mercado del gas es el mundo” llegó a resaltar el directivo de una de las petroleras en los encuentros.
La falta de dólares y el marco jurídico, preocupaciones en AOG2023
Pero a pesar de lo que debería ser una perspectiva más que auspiciosa no faltaron los reclamos de casi todos los productores, en torno a tres puntos claves: el ya famoso acceso a divisas para que las empresas puedan cumplir con sus obligaciones para el pago de servicios, bienes e incluso dividendos.
El segundo punto es el precio del gas y el petróleo que la industria demanda esté equiparado a los valores internacionales, un tema en el que irrumpió la discusión del famoso barril criollo en momentos en que el precio hoy supera largamente los 90 dólares.
Y finalmente, la siempre reclamada seguridad jurídica, un aspecto en el que en esta expo volvió a mencionarse la necesidad de contar con una Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas, un tema presentado por el actual gobierno desde sus primeros días pero que nunca se transformó en un proyecto puesto a consideración del Congreso.
Argentina tiene una gran oportunidad con el desarrollo de Vaca Muerta, pero también significa un gran desafío para los empresarios, la incorporación de tecnología, la mejora de los procesos productivos para ganar competitividad y la formación de los recursos humanos para estar a la altura de lo que significa como oportunidad de crecimiento para el país.
De la misma manera, la mirada comienza a estar puesta en las otras fronteras de exploración que se avecinan. La exploración de la Cuenca Argentina Norte del Mar Argentino cuyo inicio de actividades se espera para antes de fin de año, con aval de la justicia federal incluido, y el primer pozo horizontal que ya se perfora en el no convencional santacruceño de Palermo Aike.
Pero también ya es parte central de la agenda de la industria la transición energética, el puente de los hidrocarburos hacia las fuentes verdes de generación. Un puente que se asegura de varias décadas pero que demanda acciones presentes.
En este punto, Vaca Muerta tiene un papel muy importante en las energías limpias con el abundante gas natural que puede aportar, entonces ofrece muchas oportunidades en la transición energética que se pueden aprovechar.