Hasta el momento, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones ya sumó litio, energía y oro, pero de las futuras minas de cobre, que tienen las inversiones previstas más grandes, todavía no hay novedades. Qué podrían estar esperando.
El RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) ya está en pleno funcionamiento con cuatro proyectos en análisis. El primero fue una obra energética en Mendoza, de YPF Luz, pero luego se sumaron otros tres en las siguientes tres semanas, el último fue el plan de inversión de Gualcamayo por 1.000 millones de dólares para extraer oro.
Hasta ahora, los únicos sectores que armaron un VPU (Vehículo de Proyecto Único) fueron energéticas, litio y oro. El cobre, que acumula promesas por casi 30.000 millones de dólares, sigue rezagado.
Gracias a que la producción de cobre implica inversiones de escala mucho mayores a las del litio, por ejemplo, la mayoría de los anuncios mineros de este metal calificarían para el RIGI. Es que lo anunciado por las mineras va desde los 2.500 a 4.500 millones de dólares, mientras que el mínimo de esta herramienta es de 200 millones de dólares.
Además, solo uno superaría el total de los cuatro presentados, que suman 2.500 millones de dólares.
Argentina tiene 8 yacimientos de cobre de importancia, con exploraciones avanzadas. De estos, hay una mina en pre construcción y otros tres que están transitando sus permisos de impacto ambiental. Estos son los candidatos para avanzar en el régimen, aunque todavía no hay novedades en ese sentido.
La respuesta de por qué no conformaron todavía un VPU podría estar justamente en que todos están trabajando internamente. El régimen exige un proyecto en el cual haya una propuesta de inversión para una etapa en particular del desarrollo, que puede ser exploración o producción.
Si las empresas están a punto de avanzar a otra etapa de sus cronogramas, lo conveniente es esperar a hacerlo antes ir a la autoridad de aplicación.
Esta última situación es la que puede estar demorando la presentación de dos proyectos avanzados: Los Azules en San Juan y Taca Taca en Salta.
Hasta ahora, los únicos sectores que armaron un VPU (Vehículo de Proyecto Único) fueron energéticas, litio y oro. El cobre, que acumula promesas por casi 30.000 millones de dólares, sigue rezagado.
El primero es un yacimiento de cobre cuya siguiente etapa sería concluir su factibilidad y empezar a buscar inversiones para construir la mina. Tienen proyectado un presupuesto de 2.500 millones de dólares para poner en funcionamiento toda la infraestructura, con la que producirán placas de cobre listas para su comercialización industrial.
La empresa detrás de este desarrollo es McEwen, canadiense, pero cuenta también con fondos que ya sumaron la automotriz Stellantis, a cambio de un porcentaje de su producción, y Nuton de Rio Tinto, una de las tres grandes mineras del mundo.
Las distintas etapas de los proyectos de cobre y cómo entrarían al RIGI
A pesar de que Los Azules tiene todo para ser una buena candidata para el RIGI, hoy es un proyecto en exploración, pero está a la espera de cumplir con un hito que le permitirá avanzar a la producción: su declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Según fuentes oficiales de San Juan, este documento que es el aprobado general para la construcción y puesta en marcha de la mina podría salir en lo que resta del año.
Esto le dará mayor solidez a la hora de presentar el plan de inversión en la autoridad de aplicación. A la vez, una vez que tengan la factibilidad, planificada para el próximo año en el primer semestre, la minera tendrá más datos sobre cómo será el plan de inversión.
El caso de Taca Taca es similar, ya que está transitando los controles para su declaración de Impacto Ambiental.
Para poder conseguirla, el gobierno de Salta junto con instituciones científicas y técnicas están realizando revisiones y visitas al lugar donde estará emplazado el proyecto, que tiene proyectada una inversión de 3.500 millones de dólares.
La empresa a cargo de la exploración y que planea hacer el paso a producción es First Quantum Minerals. Las autoridades ya se pronunciaron sobre el RIGI, al que consideran una herramienta central para que avancen las inversiones.
Aun así, todo indica que hasta que no haya un panorama más claro con la DIA, no avanzarán con un VPU.
Distinto es el caso de Josemaría, también en San Juan, que tiene su aprobación ambiental desde 2023 y que incluso ya tiene activo su plan de inversiones, con licitaciones abiertas para una de sus obras, el camino hasta el yacimiento.
Si bien parecía ser el principal candidato para inaugurar el trabajo del RIGI en el cobre, durante julio hubo una noticia que cambió el esquema de trabajo. Se trata del acuerdo que firmó la minera a cargo del proyecto, Lundin, con la principal productora de cobre del mundo, BHP.
Las dos empresas están trabajando para crear una nueva compañía que no solo explotará el yacimiento Josemaría, sino que también quieren sumar las riquezas en Filo del Sol, una zona cercana que promete ser uno de los descubrimientos de cobre más importantes del mundo.
Debido a que las dos firmas están negociando esta unión en tribunales internacionales, donde deben aprobar la joint venture una vez que compruebe que no viola las leyes antimonopolio.
Si bien desde la compañía no hubo declaraciones oficiales sobre qué pasará con el RIGI, todo indica que también esperarán a cerrar la unión y concretar un plan de inversiones a largo plazo que incluya los dos proyectos para presentar un VPU.