Las autoridades portuarias respondieron el informe de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación. Admitieron falencias y prometieron soluciones a partir de 2027. Preocupación por el sitio 3 y el tablestacado.
La Dirección Provincial de Puertos (DPP) de Tierra del Fuego respondió formalmente al informe elaborado por la ANPYN en el que enumeró una serie de fallas estructurales de infraestructura en el puerto de Ushuaia, que iban desde pilotes del muelle destruidos o derrumbados a problemas en el tablestacado y la cinta asfáltica, entre otras.
Tras inspeccionar el puerto de Ushuaia, funcionarios de la ANPYN habían elevado a las autoridades provinciales el reporte que daba cuenta de las diversas falencias encontradas tanto en infraestructura como en materia de gestión financiera.
Allí se detallaba que el puerto gasta el 50% de su presupuesto en sueldos, tiene cerca del 30% en colocaciones financieras –préstamos a la provincia- y apenas el 1,3% en obras de mantenimiento y mejoras.
La inspección se dio tras las denuncias de empresas navieras y trabajadores portuarios por la sanción de la ley provincial 17.061, que tomaba para las arcas de la provincia las ganancias del Puerto de Ushuaia de los ejercicios 2024 y 2025, lo que desfinanciaba al puerto, y violaría el convenio firmado al momento de provincializar el puerto, en la década de 1990.
Preocupación por el sitio 3 del puerto de Ushuaia
En una nota firmada por Roberto Murcia, presidente de la DPP, las autoridades fueguinas sostuvieron que el informe con las advertencias de la ANPYN fue “considerablemente excesivo y exacerbado”.
El puerto gasta el 50% de su presupuesto en sueldos, tiene cerca del 30% en colocaciones financieras –préstamos a la provincia- y apenas el 1,3% en obras de mantenimiento y mejoras.
Así, por ejemplo, al hablar de los cuestionamientos a la infraestructura crítica –como los pilotes que sostienen el muelle, el tablestacado que evita derrumbes de tierra y las defensas gastadas que no evitan el roce directo de los buques con el muelles- relativizaron la trascendencia de los datos verificados por la ANPYN.
En su descargo, Tierra del Fuego sostuvo que hay proyectos para solucionar los problemas del sitio 3 (una zona del muelle especialmente afectada) entre los que se habló de desniveles en la cinta asfáltica y otros riesgos graves. “No es algo que desconocíamos ni tampoco que no nos ocupábamos”, afirman, y mencionan convenios de asistencia técnica para diseñar obras, aunque sin fechas de inicio.
En su respuesta oficial, la DPP aclaró que “Ese espacio (sitio 3) sabiendo que tiene tareas pendientes para ponerlo en óptimas condiciones, siempre es tenido en cuenta en la programación de uso, evitando el mismo y en caso de ser necesario, utilizándolo solo para el amarre de embarcaciones menores que no comprometan ni exijan la estructura del mismo”.

También mencionaron que si bien las defensas actuales están gastadas y vencidas, el puerto está en proceso de renovarlas, aunque la compra está “demorada por limitaciones en cumplimiento de normativas relacionadas a la remisión de divisas al exterior”.
Mientras tanto, “en los lugares donde existen faltantes de defensas, se colocan para la operación las defensas neumáticas con que cuenta la DPP siempre con el objetivo de resguardar las instalaciones portuarias”.
Los pilotes faltantes y el tablestacado sin inspección
Respecto de los pilotes, la DPP reconoció la presencia de pilotes rotos, con fallas o directamente faltantes, pero remarcaron que “el resto de la estructura inspeccionada periódicamente, tanto pilotes, vigas y losas tablero, no presentan averías de ningún tipo”, agregando que las comprobaciones se hicieron “sin advertirse de daños estructurales severos que representen peligros estructurales”.
Sobre el tablestacado, en tanto, admiten que tienen dificultades para poder evaluarlo y repararlo: “se tiene el grave inconveniente operativo que, desde hace 15 años se halla amarrado el dique de reparaciones de la Armada Argentina, que impide, no sólo una reparación eficiente de la estructura portuaria, sino hasta una mínima inspección subaqua que permita definir un diagnóstico de su estado”.
Tras reconocer que la obra tiene más de 60 años sin reparaciones esenciales, agregaron que se halla “en estudio un proyecto” para la construcción de un nuevo tablestacado paralelo, “en cuanto se pueda retirar este artefacto naval en desuso”.
La zona a la que la DPP no puede acceder es nada menos que la ubicada debajo de la plazoleta de contenedores del puerto, lo que genera interrogantes sobre la seguridad operativa.



