Una vez más, el Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (SUPRA) decretó un paro nacional en el marco de las negociaciones del Consejo de Salarios con el Centro de Navegación (CENNAVE), una medida que vuelve a afectar directamente la operativa terrestre y marítima.
El paro se inició ayer a las 23 y continuará hoy hasta la misma hora y abarca la suspensión total de la atención de camiones durante el lapso de 24 horas, previéndose que la actividad operativa y la recepción de carga pesada se normalicen recién a partir de la hora 23.
En el caso de los puertos del interior, entre los que está el de Nueva Palmira, el paro también comenzó anoche, pero se extiende por 72 horas.
Luego de anunciada la medida, Terminal Cuenca del Plata informó que no se realizará atención de camiones hasta este viernes por la noche. Es la segunda medida de fuerza en el mes, y agudiza las tensiones que comenzaron en septiembre y tuvieron virtualmente paralizado al puerto durante todo octubre.
El núcleo del reclamo radica en la revisión del convenio de 2019, el cual establece escalas de 5, 9 y 13 jornales mínimos. Las negociaciones para actualizar estas condiciones se encuentran estancadas.
El desvío de buques hacia terminales en Argentina y puertos en Brasil es una señal de alerta para la cadena de suministro de Montevideo. El sector privado ya manifiesta su preocupación ante el riesgo de que la terminal sea calificada negativamente por su inestabilidad.
Más allá de la medida gremial, el puerto enfrenta una crisis de infraestructura crítica. Los informes técnicos firmados por los citados funcionarios de la Administración Nacional de Puertos (ANP) indican que el 70% de la flota de dragado se encuentra fuera de servicio.
El desvío de buques hacia terminales en Argentina y puertos en Brasil es una señal de alerta para la cadena de suministro de Montevideo
Esta situación compromete la profundidad de los muelles y, por ende, la capacidad de recibir buques de gran calado, sumando un componente de riesgo estructural a la ya compleja situación laboral.
El gremio, en un comunicado, exhortó a todos los usuarios a tomar las previsiones necesarias para mitigar el impacto de este cese de actividades en sus cronogramas de exportación e importación.
En octubre, la implementación de un nuevo software de gestión del tráfico detonó un enfrentamiento que derivó en 25 días sin operaciones normales en la terminal de contenedores.

En un comunicado, la Terminal Cuenca del Plata (TCP) informó que la atención se retomará recién esta noche, lo que implica que toda la cadena logística vinculada a TCP deberá esperar a que finalice la medida gremial.
La empresa agradeció “la comprensión y el acompañamiento de todos los usuarios ante esta situación” y reiteró su compromiso con “la transparencia, la previsibilidad y la eficiencia”, aunque la decisión de paralizar la actividad vuelve a poner en tensión al principal puerto del país vecino.
Un conflicto sin resolución en el Puerto de Montevideo
El trasfondo del paro se vincula a un reclamo que los trabajadores arrastran desde hace meses: la garantía de una cantidad mínima de jornales, un punto que forma parte del convenio firmado en 2019 entre el puerto y los gremios.
Ese acuerdo fijó tres escalas —5, 9 y 13 jornales—, pero debía revisarse este año. La discusión, sin embargo, quedó empantanada tras el extenso conflicto de octubre.
La falta de capacidad y los continuos conflictos entre privados han afectado negativamente la competitividad del puerto uruguayo, llevando a las navieras a elegir llevar sus recaladas a Argentina o Brasil para transportar desde allí las mercancías que debían operar en Uruguay.
Esta incertidumbre operativa había provocado incluso que se planteara considerar al puerto de Montevideo como “puerto sucio”, incapaz de garantizar la normal operativa.
Con ese antecedente, el paro actual reaviva el temor de los operadores a que el puerto vuelva a quedar atrapado en un ciclo de conflictos que erosionan su competitividad.


