A un paso de llegar a los cinco yacimientos en fase de producción, Roberto Cacciola, presidente de la Cámara que agrupa a los empresarios mineros, analizó la situación del segmento y planteó algunos desafíos.
Durante todo el año pasado, la producción de litio en Argentina volvió a ser el segmento más destacado en la actividad minera e incluso para toda la economía nacional, mostrando un crecimiento continuo que impulsó todos los indicadores.
Según datos de la CAEM, la cámara que agrupa a los empresarios del sector que el martes celebró el Día de la Minería, la oferta de litio para los próximos años en Argentina parece estar asegurada con los proyectos en curso.
Actualmente, hay tres proyectos en producción, y dos de los seis en construcción están a un paso de sumarse a los anteriores.
Además, se destacan cuatro proyectos en etapa de factibilidad, seis en prefactibilidad y más de 20 que ya transitan la fase de exploración avanzada.
En 2023, la producción de litio creció más del 31% en comparación con 2022, alcanzando aproximadamente 45,94 mil toneladas de carbonato de litio equivalente, a pesar de la caída en los precios internacionales de referencia.
Roberto Cacciola, presidente de la CAEM, analizó la situación actual de la industria, sus desafíos pendientes y su contribución a la matriz energética local en una conferencia de prensa.
Los números del litio en Argentina
En relación con el negocio del litio, Cacciola explicó: «La minería es una industria que genera superávit en divisas en Argentina, con un aporte tributario de 342 mil millones de pesos, y es importante destacar que el 80% de las compras de bienes y servicios se realizan localmente, con proveedores nacionales».
En 2023, la producción de litio creció más del 31% en comparación con 2022, alcanzando aproximadamente 45,94 mil toneladas de carbonato de litio equivalente, a pesar de la caída en los precios internacionales de referencia.
Se proyecta un aumento significativo en las exportaciones para el año 2032, pasando de los actuales 4.000 millones de dólares anuales a más 12.000 millones.
Asimismo, se espera que los empleos directos en la industria aumenten de 100.000 a más de 180.000, y las inversiones crezcan de 1.800 millones de dólares a más de 3.000 millones.
En el ranking de exportaciones globales en América Latina, Argentina se sitúa actualmente detrás de Chile (53.000 millones de dólares) y Perú (42.000 millones de dólares).
El litio y la realidad macroeconómica local
A nivel local, el presidente de la CAEM explicó que existen dos realidades divergentes en la industria minera.
Por un lado, se observan datos positivos, como la creciente demanda de minerales y los avances en proyectos de cobre y litio.
Sin embargo, reiteró que como contrapartida, el sector enfrenta desafíos como una macroeconomía adversa y una carga tributaria elevada, junto con el incumplimiento de la Ley 24196.
Cacciola señaló que esta norma, promulgada a principios de la década de 1990, tenía como objetivo convertir a Argentina en una jurisdicción favorable para la inversión minera, estableciendo un régimen de estabilidad fiscal y tributaria, entre otros incentivos.
«A tres décadas de su promulgación, este régimen ha sido incumplido durante muchos años por parte del Estado argentino, que ha introducido modificaciones normativas afectando los derechos de los proyectos exportadores que habían obtenido el beneficio», advirtió.
Tras la salida de la pandemia, la industria minera ha experimentado su tercer año consecutivo de crecimiento sostenido, con valores de producción que superan en un 4,3% al año anterior. Se ha logrado incrementar el interés por el desarrollo de nuevos proyectos.
Durante 2023, los presupuestos destinados a exploración local alcanzaron los 426,6 millones de dólares, lo que representa un aumento del 9% respecto a 2022.
El impacto de la minería en la transición energética
El presidente de CAEM también destacó el impacto positivo de la minería en la transición energética.
Señaló que las transiciones globales hacia la energía limpia tendrán un impacto significativo en la demanda de minerales en los próximos 30 años.
«A medida que los países intensifican sus ambiciones climáticas, las tecnologías de energía limpia se convertirán en el segmento de demanda de más rápido crecimiento para la mayoría de los minerales«, subrayó.
En relación con el cambio en la matriz energética, afirmó que «la industria minera regional jugará un papel fundamental en los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono«.
El sector del litio ha experimentado un rápido crecimiento impulsado por tendencias como la electromovilidad y los acuerdos internacionales para descarbonizar la economía mundial.
El llamado «oro blanco» es un insumo clave para la tecnología utilizada en los vehículos eléctricos, y las baterías de litio tienen un creciente abanico de aplicaciones.