La petrolera del grupo Techint lo acaba de poner en marcha en una planta piloto en México. Si obtiene buenos resultados, replicará en la Argentina un sistema para producir combustible limpio a menor costo y en sinergia con la industria siderúrgica.

La gigante energética Tecpetrol acaba de lanzar Tulum Energy, una nueva empresa tecnológica enfocada en la producción de hidrógeno turquesa a partir de la pirólisis de metano. El proyecto piloto ya está en marcha en Pesquería, México, y si los resultados son positivos, el plan es replicarlo en Argentina para potenciar el gas de Vaca Muerta.

Pero, ¿qué es el hidrógeno turquesa? Básicamente, se obtiene al descomponer metano (CH₄) en hidrógeno y carbono sólido a través de un proceso de pirólisis, lo que evita la emisión de dióxido de carbono (CO₂) gaseoso. Es decir, una alternativa cero emisiones con un enorme potencial para la industria pesada.

El hidrógeno verde (producido con electrólisis y energía renovable) y el azul (a partir de gas natural con captura de carbono) enfrentan desafíos de costos y logística. En cambio, el hidrógeno turquesa podría ser una solución intermedia, más accesible y limpia, con un claro foco en la industria.

Durante el CERAWeek en Houston, el cofundador y CEO de Tulum Energy, Massimiliano Pieri, y el jefe de inversiones de TechEnergy Ventures, Alejandro Solé, presentaron la iniciativa en el panel «Turquoise Hydrogen Venture Build».

Solé destacó la reutilización de tecnología siderúrgica existente para lograr una producción más eficiente: «En lugar de lidiar con el almacenamiento de CO₂, gestionamos el carbono sólido, que tiene aplicaciones industriales y es más fácil de manejar«, explicó.

El hidrógeno verde (producido con electrólisis y energía renovable) y el azul (a partir de gas natural con captura de carbono) enfrentan desafíos de costos y logística. En cambio, el hidrógeno turquesa podría ser una solución intermedia, más accesible y limpia, con un claro foco en la industria.

Planta piloto en México y posible réplica en Argentina

Tulum Energy ya está dando sus primeros pasos en la producción de hidrógeno turquesa. La tecnología será testeada en una planta piloto en Pesquería, México, dentro de las instalaciones de Ternium, otra empresa del Grupo Techint.

Según explicó Solé, el foco de esta etapa es evaluar el rendimiento del reactor de plasma impulsado por arco eléctrico, que permite descomponer el metano sin emitir CO₂.

hidrogeno turquesa
El CEO de Tulum Energy, Massimiliano Pieri, y el jefe de inversiones de TechEnergy Ventures, Alejandro Solé poresentaron el proyecto de hidrógeno turquesa en el CERAWeek de Houston.

Con una inversión inicial de 25 millones de dólares, el plan es que la planta piloto entre en operación a fines de 2026. “Un año después, ya tendremos la información necesaria para diseñar la primera planta comercial”, detalló Solé.

El verdadero potencial, sin embargo, está en la Argentina. Si la tecnología demuestra ser eficiente, Tecpetrol podría trasladar la experiencia a Vaca Muerta, aprovechando el gas neuquino para producir hidrógeno turquesa.

El gas de Vaca Muerta es competitivo y podría utilizarse para generar un producto limpio y exportable, como amoníaco o combustibles sustentables”, agregó Solé.

Hidrógeno turquesa, un segmento con competencia

Tulum Energy avanza con financiamiento de inversores europeos y estadounidenses, marcando la primera incursión del Grupo Techint en la captación de capital externo para una startup.

“Buscamos un esquema innovador que combine la experiencia del grupo con la agilidad de una empresa emergente”, explicó Solé.

El desafío principal radica en optimizar la eficiencia energética y adaptar la tecnología a la infraestructura existente. Según Pieri, la clave está en minimizar el consumo eléctrico: “Nuestra planta consumirá apenas un quinto de la electricidad que requieren los electrolizadores para producir hidrógeno verde”, afirmó.

La competencia no es menor. Empresas como Monolith, en Estados Unidos, también trabajan en la pirólisis de metano, aunque con foco en la producción de carbono negro. Otros actores como Modern Hydrogen y diversas startups norteamericanas ya tienen proyectos piloto en marcha.

Para Argentina, el hidrógeno verde enfrenta barreras difíciles de sortear, como el alto costo del capital y la necesidad de energía renovable a gran escala.

En cambio, el hidrógeno turquesa aparece como una alternativa más viable, sobre todo si se integra con sectores industriales como el siderúrgico.

“La sinergia dentro del Grupo Techint nos permite entender qué características debe tener el hidrógeno para ser competitivo en la industria del acero”, agregó.

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