Se prevé que la demanda mundial de cobre se duplique para el año 2035, sin embargo los especialistas dan por descontado que la producción no crecerá al mismo ritmo. Argentina tiene la chance de colocarse como gran productor.
La transición energética supone una gran cantidad de desafíos. Uno de ellos lo representa la necesidad de que la producción mundial de cobre aumente a la misma velocidad que el avance de esta transición.
Así lo advirtió este lunes el Grupo Internacional de Estudios del Cobre (ICSG, por sus siglas en inglés) que señaló que espera que este año la producción no llegue a satisfacer las demandas globales del metal.
En la misma línea se pronunció la multinacional de materias primas Trafigura que advirtió que esperan escasez de cobre en el largo plazo acompañada por precios récord ante la mayor demanda y la escasez de oferta.
Este es el contexto de que rodea el desafío de la transición energética que, sin cobre, no es posible alcanzar.
De acuerdo con las previsiones de McKinsey, en 2031 el mundo se enfrentará a un desfase de más de 6 millones de toneladas anuales entre la demanda de cobre y su oferta
Por caso, la ICSG recordó que las instalaciones eólicas y solares requieren entre 8 y 12 veces más cobre que la capacidad de generación de carbón y gas. Asimismo, los vehículos eléctricos necesitan entre tres y cuatro veces más cobre que los vehículos con motor de combustión interna.
Por tanto, una transición energética a cero requeriría mucho más cobre del que se produce en la actualidad a escala mundial. Según S&P Global, la demanda de cobre se duplicará de aquí a 2035. Y de acuerdo con las previsiones de McKinsey, en 2031 el mundo se enfrentará a un desfase de más de 6 millones de toneladas anuales entre la demanda de cobre y su oferta.
La ICSG advirtió además que la tendencia no es prometedora: la producción de cobre de 2022 aumentó mucho menos de lo que se esperaba, y se prevé lo mismo suceda este año.
Una oportunidad para la Argentina
La Argentina tiene en marcha la construcción de un proyecto de cobre de clase mundial, y otros tres en etapas avanzadas de desarrollo, los que permitirán al país ubicarse en la próxima década dentro de la lista de los diez principales productores del mundo con unas 810.000 toneladas anuales.
De acuerdo con la Secretaría de Minería, la auspiciosa perspectiva para el desarrollo del cobre forma parte de una cartera de proyectos diversificada de minerales y metales estratégicos para la transición energética mundial, entre las que tiene una presencia destacada del litio
En la actualidad el país cuenta con un proyecto en construcción de cobre: se trata del yacimiento Josemaría, en la provincia de San Juan, que con una inversión anunciada de 4.100 millones de dólares podrá alcanzar una producción anual estimada en 131 mil toneladas.
El desarrollo de Josemaría le permitirá al país volver a posicionarse como un productor y proveedor de cobre -otro mineral central para cumplir con las metas de descarbonización- tras el cierre en 2018 de Bajo la Alumbrera, en Catamarca.
El alto potencial cuprífero de la Argentina se ubica en la zona de los Andes centrales, en sintonía con lo que sucede en Chile y Perú, con un volumen aproximado de reservas de cobre por 1.033 millones de toneladas para la región, equivalente al 40% de las reservas mundiales de este mineral.
La cartera de proyectos cupríferos en el país, además de Josemaría, también cuenta otros tres emprendimientos en etapas avanzadas.
Precisamente, en Catamarca, el proyecto Minera Agua Rica Alumbrera (Mara), avanzó a la etapa de Prefactibilidad y tiene una inversión prevista de 3.100 millones de dólares y 155 mil toneladas anuales de producción.
Pachón, en la provincia de San Juan, que atraviesa la etapa de factibilidad con una inversión inicial de 4.500 millones de dólares y 280 mil toneladas anuales de producción.
Y el tercer desarrollo es Taca Taca, en la provincia de Salta, que con una inversión prevista de 3.580 millones de dólares podrá alcanzar una producción anual de 244 mil toneladas estimadas
Estos proyectos permitirán a la Argentina convertirse en un actor central, aportando 810 mil toneladas de cobre a la producción mundial, lo que la ubicará entre los primeros 10 productores de cobre del mundo, según las proyecciones oficiales.