El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció la licitación para adjudicar un ramal crucial para el transporte de granos, y potencialmente muy rentables. El Gobierno definió como «obsenamente deficitaria» a la estatal que lo administra, que en agosto había informado estar cerca del equilibrio financiero.

En lo que se percibe como el inicio del proceso de privatización de los trenes, el gobierno nacional oficializó este miércoles la licitación del Ferrocarril Belgrano Cargas.

El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien, durante su conferencia de prensa, afirmó: “Todo lo que se pueda privatizar, se va a privatizar”.

Adorni subrayó el costo que esto ha implicado para las arcas públicas: “El año pasado el Estado puso 112 millones de dólares en esta empresa, dinero que salió de cada uno de nosotros, todos los argentinos”.

“Este Gobierno va a privatizar todo lo que se pueda privatizar, y va a pasarle al sector privado para que funcione eficazmente todo lo que le pueda pasar al sector privado. Se terminó el Estado empresario”, señaló el Gobierno en un comunicado.

Además, agregó: “Para dimensionar el deficiente estado del sistema ferroviario argentino de cargas, la distancia media transportada hoy es de 500 kilómetros, la misma medida que se transportaba hace 50 años en la República Argentina, es decir, en medio siglo no hemos avanzado absolutamente nada”.

A los pocos minutos de estas declaraciones, la Oficina del Presidente emitió un comunicado en el que se subrayaba el elevado déficit de la empresa: “Belgrano Cargas es obscenamente deficitaria y posee una planta sobredimensionada de 4.429 personas, además de una estructura jerárquica elevada no acorde a sus funciones”.

En el mismo comunicado, el Ejecutivo explicó que la empresa opera 7.600 kilómetros de vías que, a partir de ahora, serán concesionadas a privados, manteniendo los rieles y las tierras como propiedad del Estado.

La dirección del proceso de privatización estará a cargo de Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, que depende del Ministerio de Economía de la Nación.

Los detalles de la primera privatiazción

“Iniciamos hoy el proceso de privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística S.A, un proceso que implica la concesión al sector privado. La empresa opera tres líneas ferroviarias que cubren un total de 7.600 kilómetros”, dijo por su parte Chaer, quien estuvo al frente de los medios públicos en el inicio de la gestión libertaria y tuvo un rol clave en el cierre de la agencia de noticias Télam.

El funcionario explicó cómo será el proceso de traspaso a manos privadas: ”Para cada una de las tres líneas, vamos a instrumentar siete procesos de concesión diferenciados, una concesión por la vía con derecho a cobro de peaje y que incluirá el traspaso de los empleados afectados a la misma; dos concesiones de locomotoras que permitirá incentivar la competencia que incluya a sus respectivos conductores, dos concesiones de vagones y dos concesiones de talleres que incluyan a los empleados asociados”.

También se refirió al sistema de open access que se impondrá para la operatoria del servicio de cargas que es crucial para el transporte de granos, una de las actividades más robustas y medulares para la economía argentina.

”El esquema propuesto es de concesión de infraestructura de acceso abierto, es decir, que el concesionario de la misma tendrá la obligación de permitir el paso a todos los operadores que quieran transportar carga por esas vías, evitando con esto conductas monopólicas”, describió Chaer.

“Las tierras y las vías continúan siendo de propiedad del Estado nacional. La empresa Belgrano Cargas tal como funcionaba hasta ahora, deja de existir”, agregó.

Chaer también anticipó las expectativas del Gobierno: ”Todas las vías quedarán concesionadas en el sector privado, permitiendo con este modelo triplicar el volumen de carga transportada, ya que se incrementará la cantidad de trenes y sus frecuencias”.

Gestión «ineficiente» del Belgrano Cargas

El gobierno también reiteró que, en manos estatales, el Belgrano Cargas ha sido ineficiente: “Solo el año pasado, el Estado Nacional, es decir, todos los pagadores de impuestos de la Argentina, debieron aportar 112 millones de dólares para su subsistencia. En los últimos 50 años se sextuplicó la producción agropecuaria nacional, sin embargo, bajo control estatal, Belgrano Cargas transporta hace 15 años la misma cantidad de toneladas”.

Manuel Adorni, Vocero Presidencial. privatización de los trenes
Adorni subrayó el costo que esto ha implicado para las arcas públicas: “El año pasado el Estado puso 112 millones de dólares en esta empresa, dinero que salió de cada uno de nosotros, todos los argentinos”.

Finalmente, se justificó la privatización como una medida orientada a mejorar la competitividad del transporte ferroviario de cargas y atraer inversiones: “Tiene por objetivo eficientizar la competitividad del transporte ferroviario de cargas, promover la inversión en el sector e introducir la lógica de mercado al sector ferroviario”.

Y concluyeron citando al Presidente Javier Milei: “Este Gobierno va a privatizar todo lo que se pueda privatizar, y va a pasarle al sector privado para que funcione eficazmente todo lo que le pueda pasar al sector privado. Se terminó el Estado empresario”.

Trenes Argentinos Cargas, cerca del equilibrio financiero

Trenes Argentinos Cargas (TAC), la estatal ferroviaria que nuclea Belgrano Cargas y Logística S.A (Bcylsa), había dado a conocer a mediados de agosto los rendimientos correspondientes al primer semestre de 2024.

Entre los datos presentados, la firma subrayó que redujo su déficit y que se encuentra muy cerca de alcanzar el equilibrio financiero.

El relevamiento de la ferroviaria arrojó una suba del 6% en sus ingresos en dólares, mientras que los costos de operación se redujeron un 29% con respecto al mismo período de 2023, que fue un año récord para la movilización para las líneas cargueras nacionales.

En TAC, explican estos resultados a partir de tres factores clave: renegociación de las tarifas, reducción de costos y desarrollo de inversiones privadas para mejorar la infraestructura.

Cierres de empresas y organismos, antes de la privatización de los trenes

El 1 de octubre, el gobierno realizó el recorte más significativo en el sector ferroviario. Se trata del cierre de Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF) y del Instituto Argentino del Transporte (IAT).

Desde el Ejecutivo justificaron la primera de esas dos medidas señalando que se trata de “una empresa estatal ferroviaria que no operaba trenes, sino personal, y no tenía funciones que justifiquen su existencia”. La medida fue publicada en el Boletín Oficial bajo la Resolución Nº 35/2024 firmada por la Secretaría de Transporte.

De acuerdo al gobierno, la supresión de la firma significará un ahorro para el Estado de 42.000 millones de pesos anuales, “a partir de la reducción de 1.388 empleados y la eliminación de 23 cargos jerárquicos que cobraban promedio entre 2 y 4 millones de pesos mensuales”. La medida se alínea que el objetivo prioritario de Nación, equlibrar las finanzas del Estado.

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