El límite a la producción en los países que integran la organización se mantendrá hasta junio y empujará la cotización del Brent. Desde las consultoras del sector estiman que el costo del barril rondará los u$s 85.
En el mercado internacional se prevé un escenario con el precio del petróleo altos y producción baja durante 2024, a partir de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP) de sostener el recorte voluntario de la producción durante el primer semestre del año, lo que se reflejará en los niveles de stock.
Así lo proyecta la consultora noruega Rystad Energy tras realizar sus evaluaciones para la temporada. De acuerdo al estudio, los recortes voluntarios de la OPEP se extenderán hasta junio, impedirán la acumulación de reservas y la presión se trasladará a precios.
Esta medida se puso en marcha en el otoño de 2022 y supone la retirada del mercado global de 2,2 millones de barriles diarios.
En ese marco, se anticipa que el costo internacional del barril Brent, que establece el monto de referencia para las operadoras de Vaca Muerta, promediará los u$s 85 este año.
Se trata de un ajuste al alza de cinco dólares con respecto a los pronósticos iniciales, que obviamente tendrá impacto en el mercado argentino de combustibles, donde pese a los sucesivos aumentos en surtidores, la paridad con los precios globales que pretenden las petroleras y el Gobierno es aún lejana.
Además, si la extensión de las restricciones se cumple, la participación de la OPEP+ en la producción petrolera mundial tocará su piso desde la formación de la alianza en 2016.
De esta manera, el mercado petrolero seguirá en déficit en el segundo semestre incluso si los recortes finalizan por completo a fines de junio.
En paralelo, la consultora prevé una presión alcista por el lado de la demanda, con un fuerte crecimiento en el segundo semestre por parte de Asia.
Otro factor que ingresó en la consideración de los cálculos es la resiliencia de la economía estadounidense pese a las elevadas tasas de interés.
Rystad indica que la estrategia reciente de la OPEP se centra en sostener los precios en lugar de expandir su cuota de mercado.
La extensión de los recortes voluntarios provocará que la producción de crudo de la OPEP (excluyendo a Irán, Venezuela, México y Libia) promedie unos 34,6 millones de bpd en el segundo trimestre de este año.
Esto representaría para junio el 33,9% de la producción mundial, la proporción más baja en la historia del grupo.
La OPEP busca sostener el precio del petróleo
La semana pasada, la organización que nuclea a Arabia Saudí, Kuwait, Irán, Irak, Venezuela, Argelia, Angola, Ecuador, Libia, Nigeria, Catar, Gabón, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos, anunció que recortará su producción hasta el 30 de junio.
Esta medida se puso en marcha en otoño de 2022 y supone la retirada del mercado global de 2,2 millones de barriles diarios. De esa cifra, casi la mitad (un millón) recaerá sobre los hombros de Riad, que lleva meses poniendo en el mercado nueve millones de barriles, lejos de su capacidad potencial.
Moscú sumará casi medio millón más, y el resto se lo repartirán el resto de miembros, con Irak y Emiratos Árabes Unidos a la cabeza.
En ese sentido, Rusia prometió fortalecer su papel centrándose más en los recortes de producción que en las exportaciones.
La caída en los bombeos de los miembros de la OPEP+ se hizo en respuesta al aumento en la producción en países como Canadá, Estados Unidos, Guyana y Brasil, que operan en esquistos. Este incremento se suma a los abundantes suministros de los países del cartel petrolero y ha anclado los precios internacionales del petróleo cerca de 80 dólares por barril, luego de un 2023 en el que los precios se acercaron a la barrera de los 100..
En ese escenario, los pronósticos de la Agencia Internacional de Energía en París sugieren que, con la desaceleración del crecimiento de la demanda mundial de petróleo y el aumento de la nueva oferta de las Américas, la OPEP tendrá que preservar en sus recortes durante todo el año.
